El precio de mi libertad. [Historia Gay] (GOTH) [Corrigiendo La Ortografía]

Séptima parte.

Todo era tan extraño, extrañaba mi casa a mis padres y hermanos, el día había sido agotador estudiando y me encontraba en la cama a punto de dormir o quizás ya entrando en ese pequeño lapsus donde no sabes si estas despierto o en otra dimensión. Vi a mi madre en la cocina, estaba acostado en el sillón y había un olor demasiado rico, me levanté para caminar hacia ella quería preguntarle que cocinaba pero, comenzó a caminar hacia la puerta de calle dándome la espalda. La llamaba pero, pasaba completamente de mi existencia. Cuando llegó a la calle caminó hasta la avenida y gritó, gritaba mi nombre y lloraba cubriendo su rostro con sus finas manos. Intenté correr hacia ella pero dos hombres me detuvieron, me sentía desesperado al verla de esa manera, necesitaba que se calmará antes de que un auto pudiera atropellarla, tenía que contarle que estaba bien que no llorará pero, no me dejaban avanzar. La escuché gritar nuevamente y desperté, me encontraba solo en la habitación y yo no quería estarlo, caminé por toda la casa buscando alguna persona que me hiciera compañía por un rato o hasta que me pudiera volver a dormir pero, no había nadie. Esta casa nunca estaba vacía y esta vez no había sonido alguno, salí al patio a tomar un poco de aire y recostado en el pasto se me paso la hora. Comenzó a salir el sol y todo era realmente hermoso a mi alrededor.

Señor, usted no puede estar acá a esta hora - habló una mujer desde la puerta de la casa - por favor entre a la casa.

Sí claro, ¿Dónde está Nicolás? - pregunté mientras pasaba por su lado

¿No se enteró señor? - me miró sorprendida.

¿Enterarme de qué?, cuéntame - insistí quizás un poco en juego.

El señor Nicolás fue enviado a China por un tiempo, a solucionar unos problemas de su empresa, volverá en un año o dos - me miraba asustada - ¿De verdad el señor no le informó?

No, creó que no tengo mucho valor acá - Sonreí mientras subía a mi habitación realmente contento.

Esa fue la última información que tuve de él, han pasado 8 años desde que se fue y no se me permite salir de casa, aprendí 6 idiomas, a cabalgar, cocinar, jardinear y a hacer todo tipo de trabajo de granja, los hombres se reusaban a dejarme trabajar a su lado pero, mis encantos lograban convencerlos. Actualmente tengo 18 años y todo va bien, no sé que es de mi familia, no se me permite tener contacto alguno con el exterior así que vivo encerrado, como un ermitaño en una cueva tecnológica y limpia.

La vida se había vuelto monótona estos últimos meses, un rato de televisión ya que me gustan las telenovelas, ahora veo sólo canales gringos o algunos mexicanos donde las mujeres quedan ciegas y los maridos las engañan con las secretarías. Me levanté a mirar que había de comida y si podía ayudar en algo para pasar el rato cuando sonó la puerta, al pasar del salón al pasillo con ganas de revisar las cajas que comúnmente traían los empleados con la mercadería lo vi, después de 8 años volvía Nicolás a casa.