El precio de mi libertad. [Historia Gay] (GOTH) [Corrigiendo La Ortografía]

Treintainueveava parte.

Jere por favor, juro que sólo será una - me encontraba arrodillado en el piso mientras le había pedido a Jere que se presentara en mi habitación hace 30 minutos y llevaba 25 suplicándole.

No Elmito a mi no me puede pedir eso - insistía.

Yo sé que puedes conseguirla afuera, sales más que yo Jere, prometo no hacer nada malo con ella sólo es para mi cuidado - lo miraba haciendo pucheros.

¿Por qué me pasan estas cosas a mi? No lo entiendo - me miraba directo a los ojos - prométame que no hará algo estúpido

¡Prometido! - grité con una sonrisa, había conseguido lo que quería

¿Qué arma quiere Elmito? - dijo ya resignado

Una cal 380 acp - dije muy rápido

Un arma pequeña - miró intrigado

Para traerla siempre conmigo - sonreí

Usted está loco elmo, realmente está loco - Jere se tomaba la cabeza, entendiendo poco lo que estaba a punto de hacer - se la traeré mañana, después de las compras.

Agrega un silenciador Jere - me abrió los ojos - tranquilo, es para ensayar el disparo - su corazón volvió a latir, me aseguró que la traería y se retiró de la habitación.

Mi plan estaba yendo bien, lento pero bien y, ¿a veces las cosas que se hacen esperar son las mejores no? Esperemos que sí, mi vida depende 100% de esto, de si el viento y la suerte siguen de mi lado como hasta ahora, no pretendía matar a nadie por si les asusta, sólo quería defenderme en caso de que algo no saliera bien y quedara a merced de algún infeliz, Nicolás me había enseñado algo del manejo del dinero del lugar, las aplicaciones y cuentas básicas pero eso no me servía de nada, el dinero es lo que menos me llama la atención, necesitaba saber más así que le pedí que invitara a Oscar y Alex a comer, claro, de una forma amistosa el no tenía idea de lo que estaba planeando, así que aceptó gustoso.

Necesitó que me ayudes - susurré a Alex en la mesa.

¿A qué? - me miraba confuso

A vengarme - sonreí, a lo que el guardó silencio un minuto

Cuenta conmigo, ¿cómo lo harás? - preguntó ya sonriendo

Luego te cuento - le guiñe un ojo.

El almuerzo fue rápido y pudimos salir de casa temprano, le conté algo de mi plan a Alex omitiendo varios puntos importantes para mi, como a quien agarraría o simplemente que tenía el arma y la ayuda de Jere, el pensaba que sería una venganza con el árabe hasta que le pregunté.

¿Sabes dónde están los lugares dónde guardan los niños? - su sonrisa se cambio en un segundo.

¿Los niños, De qué niños hablas? - miraba intrigado.

Su organización Alex, Nicolás me contó todo - entendía que se hiciera el tonto con este tema.

Oscar no me dijo que trabajamos con niños, ¿qué te contó Nicolás? - su cara de intriga no desaparecía.

Que son la mayor organización de tráfico de niños de todo el mundo, Edgar se encarga directo de los secuestros, ustedes del contacto y Nicolás del dinero - Alex se levantó.

¡Qué hijo de puta! - gritó - Oscar me dijo que vendíamos ganado, ¡ganado! - volvió a sentarse y las lágrimas comenzaron a caer - dios mío, eran niños, estaba vendiendo niños en cajas - estaba alterado.

¿De verdad no sabías? - aún no le creía muy bien.

Tú crees que después de lo terrible de mi infancia voy a vender un niño para que pase lo mismo ¡claro que no tenía idea! Hijo de puta, me mintió todo este tiempo y más encima lo ayudé, lo ayudé a hacer los contactos a entregarlos, ayudé a terminar con sus vidas como terminaron con la mía - apoyaba su rostro en las manos amortiguando las lágrimas - ¿Sabes cuántos niños entregué? Dios mío, dios mío que cargo de conciencia tengo.

Bien, cálmate - lo abracé, ya había entendido que como yo, él no tenía idea - tú solo sigues ordenes ahora ayúdame a terminar con esto, necesitó ayuda y que guardés silenció, nadie se puede enterar.

Cuenta conmigo para lo que quieras - limpió su rostro - fiel a ti Jaime - tendió su mano - estamos contra el mundo - le di la mano y sellamos un pacto, el mundo cambiaría yo lo haría cambiar.