El precio de mi libertad. [Historia Gay] (GOTH) [Corrigiendo La Ortografía]

Diecisieteava parte.

Sabah alkhyr - escuche a Jere en la cocina - ¿alghidha' jahiz? - hablaba con otra mujer, supongo que en árabe yo por mi parte me quedaría sentado en el sofá con estas cadenas gigantes.

Buenos días Don Jaime - me miraba desde la puerta.

Buenos días Jere - lo saludé con la mano

Veo que se encuentra mucho mejor, me alegró mucho - me sonrió

Gracias a ti, gracias por la ayuda - susurré lo más despacio que pude pero, claramente que le fuera entendible.

No es necesario, usted me ayudó cuando no me sentía del todo bien, era mi momento, nos vemos don Jaime - dio media vuelta y desapareció por los pasillos.

Hace unos tres años cuando salí del dormitorio Jere estaba apoyado en la muralla, tenía una cara malísima y estaba de un color blanco rarísimo para él que es un mulato, bajé donde Ruby y le pedí que llamará un médico lo que claramente hizo al instante, Jere se había pegado un virus gracias a un mosquito al ir a un pueblo por una entrega de no sé que mierda pero mejoraría con reposo y buena comida y así fue, no deje que se levantara por 5 días, lo que más me impresionaba era que el cuarto día lloraba como un bebé, desde que había llegado a Dubai hace 24 años había servido de empleado y nunca lo habían cuidado cuando estaba enfermo, eso me confirmó que los árabes están jodidamente locos y más miedo sentí por si Nicolás volviera.

¿En qué piensas? - Dijo un Nicolás algo cabreado mirándome desde un sofá paralelo - te pregunté algo Jaime - su voz era calmada pero se le notaba en la cara lo cabreado que estaba

En mis padres - me a puré en decir - pensaba en mis padres y si era buena idea enviarles las cartas o mejor que pensaran que había muerto, no te enfades Nicolás por favor

No estoy enfadado contigo, sólo no tuve un buen día - su voz no cambiaba.

¿Quieres...? - frunció el ceño dejándome en silencio y cortando lo que pensaba decir - cuando mi papá tenía un mal día, mi mamá le hacia un masaje en el cuello, decía que servía para relajarlo y no se enfadara por todo ¿quieres un masaje? - pregunté levantando los hombros

No sería mala idea - dijo relajando la expresión de su cara.

Espera, voy a buscar lo que necesito - caminé hasta el baño y busqué algo que pareciera aceite, volví al sofá.

Eso ensuciará mi ropa - dijo apuntándo el improvisado aceite

Tienes que quitártela - y mi vista se fue directo al suelo

Entonces tiene que ser en el dormitorio - se levantó y caminamos hasta el cuarto, se sacó la polera y se tiró en la cama, me senté a su lado y comencé a hacer un masaje lo cual era bastante complicado por las cadenas - dame eso por ahora, luego vuelvo a colocarlas - dijo mientras sacaba un llavero de su bolsillo y desencadenaba mis manos - continúe con el masaje en sus hombros, recordando exactamente como mamá lo hacía - esto, está bien - salió entrecortado ya estaba bastante relajado en la cama

Cuando quieras puedo hacerlo - le dije a lo que él soltó una sonrisa

Deberías hacerlo todos los días - susurró