Day more, day less.

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1. Day more, day less.

6:35 am.

Llevo en la cama más de 30 minutos, intentando dormir, hace mucho frio y me duele el costado. Suspiro y salgo lentamente de la cama, reprimo una mueca de dolor. Hoy he vuelto a soñar con mi infancia. Me veia contenta, recuerdo ir a jugar con un Aiden de 2 añitos, recuerdo las mañanas de los sabados bailar con mamá las canciones de Queen, adorabamos ese grupo, recuerdo ir a los brazos de mi padre todas las veces que montaba en la bici y me caia. Añoro eso. Añoro mi antigüa vida.

Llego a la cocina aún perdida en mis pensamientos, ¿Cuando llegamos a España? No recuerdo nada de aquel año, solo que tenia 6 años. ¿Por qué tuvimos que hacer caso a mi padre? Mudarnos de mi lugar de la infancia porque mi padre queria volver a su lugar de nacimiento fue una tonteria. Que tu madre haya nacido en Estados Unidos y que tu hermano y tu tambien, es extraño, sobretodo a la hora de los nombres. Noa nació en España, aunque el nombre sea Estadounidense es más común aqui en España. Mamá solo pudo tener el derecho de elegir nuestros nombres.

Saco cuatro revanadas de pan bimbo y las meto en la sucia tostadora.

«Tengo que limpiar todo esto antes de que mi padre venga» me recuerdo.

Saco una caja de leche a medio terminar, la pongo en dos vasos, echo en cada vaso agua para que parezca que hay más leche. Odio tener que hacer los desayunos asi, pero no hay que comer.

Tiendo a pensar. Bueno, en realidad pienso mucho. ¿Que hubiera pasado si no hubiera nacido? Quiero decir, ¿Esto seria asi? ¿Noa y Aiden pasarian lo que estoy pasando yo? ¿Aiden cuidaria de Noa como yo los cuido a ellos?

Sueño con eso, sueño con mi infancia. Recuerdo ser pequeña, recuerdo pensar, que sucederia cuando yo fuera mayor. ¿Sabeis? Los niños tienen de pequeños el mundo muy distorsionado de la realidad, mucho. No conocen la realidad, las guerras, las peleas, las muertes. Cuando somos pequeños deseamos ser mayores. Ahora pienso que seria mejor volver a ser una niña. Lo peor es esta etapa en la que no se si voy a seguir con vida mañana.

Abro los ojos y levanto la cabeza de la mesa en la que estoy apoyada al oir el pitido de la tostadora. Preparo sus desayunos y los pongo en la mesa. Hoy tampoco tengo hambre.

7:14 am.

¿Cuanto llevo pensado?

Arrastro los pies hasta la habitación de mis hermanos, es la única habitación más calentita de toda la casa. Al entrar, noto como siempre la poca luz debido a las persianas bajadas hasta el maximo y al entrar el frio que calava mis huesos desaparece.

-Pequeño Aiden -le muevo el hombro-. Aiden porfa, tienes que ducharte -acaricio su brazo, soy tonta, esto hace que se adormezca más-, venga, hay tostadas con mantequilla -al terminar de hablar levanta su cabeza de la almohada.

-¿Con leche? -pregunta aún dormido. Asiento acariciando su pelo-. ¡Bien! -levanta los brazos eufórico.

No me extraña, las tostadas solo las puede comer una vez a la semana, mis hermanos no deberian de pasar por esto.

Admiro detenidamente a mi hermano, es rubio como lo era nuestra madre, sus ojos son pardos, como lo eran los de mamá, con fracciones finas y delicadas como lo era ella, la añoro tanto. Aiden tiene el entusiasmo de todo niño pequeño, no es caprichoso, al contrario le gusta más salir al parque que tener un coche de juguete nuevo, se conforma con tan poco, es muy bueno con Noa, supongo que esta bien criado. Es tan dulce y cariñoso, aparte de sobreprotector con tan solo 8 años.

Le levanto de su cama dejandolo en el suelo, cojo sus pantunflas y se las pongo.

-Venga, a ducharse -le doy una palmadita en el culo seguido de un beso en la mejilla.

Broken Home |m.c|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora