El tiempo parece pasar lento cuando quieres que pase rápido.
Los días pasan y no puedo sentirme más agradecida, porque voy a ver al amor de mi vida. No sé que es lo que va a pasar, no sé si ella aún quiere estar conmigo, no sé nada aún.
Me ilusiono cada vez más, y debido a eso pienso en el futuro, pero cuando lo hago, no hay nada seguro en el. ¿Cómo podemos estar juntas si estamos tan lejos la una de la otra?
En todas estas semanas de espera Elisa y yo hemos hablado un montón, no le he hablado de lo nuestro, porque quiero hacerlo cuando esté con ella en persona. No quiero precipitarme.
Hoy es el gran día...finalmente. 15 de Febrero, hace mucho tiempo no estoy tan emocionada como hoy, tan feliz, tan llena de esperanza. Voy a ir a recibir a Elisa al aeropuerto, está claro que va a venir con todos sus compañeros de orquesta, eso sí me pone incómoda.
Elisa me ha dicho que se va a quedar en la casa de sus abuelos. Para mí suerte, la casa de los abuelos de Elisa no está nada lejos de la mía. Pero por otro lado...no sé si ella podrá ir a mi casa.
Quizás pueda estar con ella cuando mi madre está trabajando. Quizás simplemente salgamos a algún lado y ya, hace mucho que no está en Uruguay y de seguro extraña todos esos lugares que solíamos frecuentar.
Ya estoy en el aeropuerto, llegué 1 hora antes de la hora en la que su avión llega, como de costumbre ella va a llegar más tarde. La hora que indican siempre es la hora en la que el avión aterriza en el aeropuerto, pero mientras que ella desembarca, recoge las maletas y pasa por los controles ya han pasado al menos 40 minutos.
Esta vez no me molestó esperar, ya que fui con mi amiga Emilia, así me hacía compañía y además ella conoce a Elisa también.
Vi salir por la puerta que decía "Bienvenidos" (por allí pasaba la gente que recién llegaba al país) a los chicos que supongo eran de la orquesta, mi corazón empezó a palpitar 100 veces más rápido de lo normal, estoy casi segura.
Allí estaba, con su maleta gigante entre una muchedumbre de chicos con un montón de instrumentos.
Me buscó con la mirada unos segundos hasta que me pudo ubicar. Inmediatamente una sonrisa se le dibujó en su rostro, mientras que me saludaba agitando su mano.
En cuanto se pudo acercar más a mi, le dejó la maleta a un compañero que estaba a su lado y me dio un abrazo. La abracé como nunca jamás abracé a nadie. No nos soltamos hasta después de un minuto.
Cuando nos separamos me di cuenta que estaba llorando, yo también lloraba. Puse mis manos en sus mejillas y mientras limpiaba las lágrimas que caían por sus mejillas me acerqué y la besé. Fue un beso corto, solo para recordar cómo era que sus labios se sentían junto a los míos.
-Te extrañé -dije mirándola a los ojos en cuanto termine de besarla.
Elisa me quedó mirando por un segundo, mientras se mordía el labio de abajo.
-Extrañaba tus besos, te extrañaba a ti. -Dice Elisa con una mano en mi cuello.
Elisa y Martina por siempreeee
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Don't Be Afraid
RomantikHola, soy Martina, esta es mi historia. A mis 16 años, una chica cambiaría mi vida por completo. ¿Por cuántas cosas tendré que pasar para poder estar finalmente con ella? *Historia no concluida*