Capítulo 22: No quiero alejarme

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¿Alguna vez te ha pasado,que por más pequeño que sea, te ocultan algo y te enojas? Me pasa muy seguido, y es que odio que me oculten cosas. Siento que no confían en mi, yo les cuento todo, pero no recibo lo mismo.

-¿¡A que te refieres con que no tienes vuelta?! -Exclamé.

Tenía una mezcla de sentimientos casi indescriptible, tenía muchas preguntas en mi cabeza, y ninguna respuesta.

-Parece que me voy a vivir a Alemania -Respondió Elisa sin mirarme.

-¿Puedes explicarme todo esto? Porque no estoy entendiendo... -Dije en un tono no muy amigable.

-Mis padres se quieren ir a Alemania de nuevo, dicen que en cuanto termine el liceo (secundaria, la cual termina ese mismo año), nos vamos a ir. No les está yendo muy bien en el trabajo y decidieron eso. No quiero ir, de verdad, no sin ti, no es lo que yo elegí, me gustaría quedarme...

-¿Porqué no me dijiste nada? Me ocultaste todo esto, como que si fuera un pequeño detalle -Le interrumpí.

Estaba enojada y triste a la vez, no podía controlar mi enojo, éste predominaba sobre mi.

-No tuve el valor para decirte, cada día que pasaba era una tortura, quería decírtelo. Lo que me llevó a ocultar todo esto, fue pensar que así todo estaría bien, pensar que el día de mañana mis padres me llamarían y me dirían decidimos no viajar a Alemania o algo así...

-Si realmente te importaran mis sentimientos, me lo hubieses dicho, porque esto no está bien, y menos lo hubiese estado si lo seguías ocultando. ¿Cuándo pensabas decírmelo? -Pregunté casi furiosa.

-Cada día que desperdiciaba, era como una oportunidad para confesártelo que yo perdía, te quería decir todo hoy, de verdad lo quería hacer, de todas formas soy una cobarde y tienes todo el derecho a enojarte, pero no puedo permitir que pienses que esto lo hice con mala intención -Dijo Elisa sollozando.

-No te creo... no me lo ibas a contar hoy, tuviste muchos momentos, y los desaprovechaste.

-Te estoy diciendo la verdad, mira, el pa...

-Ya, no hace falta que expliques algo que de todas formas no has hecho -le interrumpí

La quedé mirándola unos segundos, un montón de cosas pasaban por mi mente.

Necesitaba aclarar todas esas ideas.

Me costaba creer que Elisa se iría, no habría problema si ella se fuera dentro de unos años, pero definitivamente no estaba en mis planes ir a Alemania ahora.

Siempre me he puesto a pensar que pasaría si me fuera con ella a Alemania, realmente tomaba esta relación muy en serio, ahora no se si ella también lo hace.

-Necesito... -hice una pausa -necesito un tiempo para asimilar todo esto -dije levantándome.

-¡Espera! ¿A dónde vas? -me dijo Elisa tomándome del brazo.

-Me voy a mi casa, descuida, me tomaré un taxi -le dije tratando de soltarme.

-Hablemos, por favor, quédate -Dijo dándome la vuelta, se podía ver como algunas lagrimas se formaban en sus ojos para luego caer como gotas a través de sus pómulos.

-No me siento bien como para hablar en este momento... -Dije finalmente, mientras me liberaba de sus manos.

-Por favor, déjame resolver esto, te lo suplico -decía mientras yo recogía mis cosas.

Elisa no paraba de hablar, insistía en que hablemos, me seguía a cada paso que daba, no quería hablar con ella, estaba muy dolida como para hacerlo.
Si me quedaba a hablar, definitivamente no iba a resolver nada, me conozco y soy demasiado orgullosa como para poder aceptarle las disculpas en este momento.

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