Capítulo 37: Sufrí por tu ausencia

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Hay cosas que a veces evitamos decir, pero nunca es mejor ocultar las cosas. A veces ocultarlas no nos hace nada, pero jamás es la solución para algo.

Cuando le conté todo a Elisa, me sentí más libre que nunca. No puedo explicar esa sensación, pero es como volver a ser la que siempre fui. Tenía miedo que Elisa me juzgara, pero no lo hizo y eso es lo que me pone más feliz. La gente a veces no entiende porque hacemos las cosas, solo se concentran en lo que hacemos y que eso está mal, y no es así. Estoy convencida de que hay que ver más allá de lo que se muestra, hay que descubrir el porqué de las cosas.

-Bueno...me han estado viniendo ataques de pánico desde que llegué a Alemania, pero nunca te lo dije porque no quería preocuparte. -Dice Elisa avergonzada.

-¿Ataques de pánico? -Pregunto sorprendida -Pero...¿te habían venido alguna vez antes de que te fueras a Alemania? -Pregunto preocupada.

-Si, pero solo cuando tenía 11 años. En ese año murió mi hermano y la pasé muy mal. Luego de ese año,volvieron. -Explica Elisa.

-¿Y cuán frecuente te venían? -Le pregunto.

-Bueno...variaba mucho, pero más o menos 3 por mes, a veces más o a veces menos. Cuando tuve ataques de pánico a los 11, aprendí a controlarlos, pero ahora se hizo un poco más difícil. Comencé a evitar el estar al aire libre, porque por lo general allí era cuando tenía los ataques. En realidad, evitar salir y tratar de controlarme todo el tiempo solo hacía que me vinieran más ataques. Luego cuando empecé a hablar contigo, mejoré. Empecé a salir más, porque además me sentía mejor...simplemente sentía tu amor de nuevo. -Termina de decir Elisa.

No puedo creer que Elisa haya pasado por ataques de pánico, y no me haya comentado nada. Realmente fue muy valiente de su parte, es razonable que no me quisiera contar. Si lo hubiese hecho, cabía la posibilidad de que yo sintiera lastima por ella, al menos eso es lo que creo que ella quería evitar.

-¿E-Estas queriendo decir que cuando empezamos a hablar dejaste de tener ataques? -Pregunté tratando de evitar sonar conmovida.

-Algo así...comencé a tener menos, y ahora ya no tengo ninguno hace 1 mes.

La quedé mirando y no se me ocurrió otra cosa mejor que besarla. Elisa estaba simplemente en mis piernas, que estaban cruzadas. Debe haber sido uno de los besos más tiernos... Tomé sus mejillas y la besé. Las dos estábamos al revés, y aunque no lo parezca, era una posición bastante cómoda para besarse,  nuestros labios encajaban a la perfección. No sé cuánto tiempo nos besamos, pero luego de esos minutos nos separamos. Yo la quedé mirando.

-Eres hermosa. -Digo sin más, mientras acaricio sus mejillas. -Te amo -Digo luego de unos segundos.

-Yo también te amo -Dice en cuanto yo termino de decirlo.

Acompañé a Elisa al teatro, ya que tendría otra actuación con la orquesta esta noche, la segunda y última.

-¿Quieres que te pase a buscar hoy a la noche? -Le pregunto a Elisa antes de despedirnos.

-Bueno -Dice Elisa insegura -¿Pero qué haremos? -Pregunta. Ni siquiera yo sé que es lo que haremos.

Mañana será el último día con ella, y solo hasta la tarde, así que quiero aprovechar cada momento con ella.

-No lo sé...lo que tú quieras. Si quieres solo te acompaño a tu casa y ya, es que...que ya te vas mañana, quiero pasar contigo -confieso, haciendo puchero.

-Ven a buscarme a las 23:30 y vemos que hacemos, ¿de acuerdo? -Dice Elisa.

-Estaré a esa hora entonces -Le confirmo a Elisa.

Obviamente no voy a ir a buscarla, acompañarla a la casa de sus abuelos y ya, necesito preparar una sorpresa.
Son las 5 de la tarde, así que tengo 6 horas para preparar todo. Lo primero que hice, es llamar a mi amiga Emilia así me ayuda a preparar algo.

Nos vamos a juntar en su casa y vamos a prepararle una sorpresa, Elisa conoce bastante bien a Emilia, así que si le hacemos una despedida las dos estará bien.

No puedo esperar a ver qué haremos...

HOLAAA Y DISCULPEN QUE SEA TAN CORTO EL CAPÍTULO, pero tengo una buena noticia, el próximo es muy largo ^-^

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