Capítulo 44: Mentiras

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Punto de vista de Martina:

El viaje que hicimos a Florianopolis fue maravilloso. Pero había una cosa que no podía sacarme de la cabeza, el casamiento.
No me lo había puesto a pensar demasiado desde que estábamos juntas, pero por alguna razón, desde que Elisa me dio esos anillos con nuestros nombres grabados, comencé a buscar información e imaginarme casada con ella.
Espero que Elisa lo haya notado, le traté de dar a entender varias veces que me gustaría estar casada, para que sepa que no es algo que descarto. Hay gente por ejemplo, que no quiere casarse, no porque no ame a la otra persona, simplemente porque no le interesa tener un documento donde diga "unidos en matrimonio" y unos anillos que de alguna forma demuestren que estas reservado. De cualquier forma, debo admitir que me agrada la idea de casarme.

No tengo idea si Elisa interpreta mis indirectas correctamente, pero espero que así sea. No sé si estoy pronta para casarme, no creo que sea el momento. Pero si estoy segura que me quiero casar con ella en algún momento de mi vida.
Antes estaba segura que quería mudarme a Alemania, pero ahora que estoy considerando más el futuro, no lo sé. Es decir, no es que quiera casarme ahora, es solamente el hecho de saber que en Alemania no tendríamos la oportunidad. Es verdad que en cuanto nos vayamos a casar puede que en Alemania ya sea legal para parejas del mismo sexo. No me gusta esa incertidumbre, no me gusta dejar mi destino en manos de la política de un país.
Obviamente tenemos que hablarlo con Elisa, no podemos mudarnos a Alemania y que de repente yo salga con la idea de casarnos.
El año siguiente, será el último antes de mi graduación. Bueno, si es que logro aprobar todas las pruebas. Estoy muy motivada, es decir, no quiero tener que rendir exámenes por seis meses más, de ser así, entonces tendremos que quedarnos en Uruguay otros seis meses más. Para mí el quedarme en Uruguay no es un problema, pero para Elisa sí. En Alemania ella tiene un salario muchísimo mejor, y a su familia.

Punto de vista de Elisa

El viaje con Martina salió perfecto, además ella ya tenía absolutamente todo organizado. Pudimos descansar y relajarnos, hacía tiempo que necesitaba algo así.

Martina aún tiene vacaciones en la universidad, y por eso está trabajando tiempo completo. Las dos volvimos a la rutina de siempre.

Hoy tuve una jornada un poco más corta en el trabajo, por eso cuando terminé decidí chequear mi email antes de volver a casa.

Me dispuse a contestar algunos que no contesté en toda la semana, relacionados con el trabajo.

Uno de los mails lo dejé hasta cuándo terminara con los otros porque parecía Spam. Antes de entrar al email lo único que podía leer era "Nuevamente: Val.1.2"

Al abrir el mensaje me percato de que eran solo fotos, tres, para ser precisa. Al momento en el que le doy click a la primer foto se me paró el corazón, no puedo creer lo que estoy viendo. En un solo instante, el título del mail y quien lo enviaba, todo pareció tener sentido finalmente. La V era de Valentina.

En la foto se veía a Martina muy cerca de Valentina en lo que parecía ser un baño donde había bastante gente, supongo que sería algún tipo de club para bailar. Pero eso no significaba demasiado, pero sabía lo que iba a aparecer en las demás fotos. Por unos segundos me quede pensando, asimilando todo, y tratando de juntar las fuerzas para darle click a la otra foto. Luego de unos segundos finalmente tuve el coraje de ver la siguiente foto.
En cuanto la vi sentí como la primera lágrima se deslizaba lentamente por mi mejilla. En la foto estaban Martina y Valentina besándose. En ese momento decidí cerrar la computadora, no quería ni siquiera ver la tercera foto. Lo único que hago en este momento es llorar, no puedo hacer otra cosa. Las lágrimas se deslizan por mis mejillas sin que yo emita ningún ruido. Simplemente me quedo allí, estática, tratando de procesar todo lo que pasa. De todas formas no puedo quedarme aquí, no quiero que nadie me vea así y menos un compañero de trabajo. Me lavé la cara, tomé mis cosas y finalmente me fui. Es mejor si en vez de tomarme un taxi o un autobús, camino, es bastante lejos, un par de kilómetros, pero necesito caminar, necesito reflexionar. Para cuando llegue a casa Martina debería regresar del trabajo.

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