Conan
Era viernes 14 de octubre de 2014*, son las 18:00 p.m y voy caminando de vuelta a la casa de Claudia para cenar, pero mi mente aun esta en el caso de hace tres días atrás cuando una mujer mato a su hijo de 10 años por no poder retener su matrimonio y lo peor, es que decía que no importaba porque podrían tener otro con su amor, una persona como esa, sin un sano juicio me enferman y me hacen pensar que un poco de amor con malos pasos , se convierte en algo horrible.
Cuando cruzo la calle, veo un callejón solitario, sonrió al verlo, así me puedo desahogar con tranquilidad, no solo por lo del caso...
-Chicos, tomare un atajo a mi casa así que...- digo para separarme de los niños que son los pequeños detectives y no me dejan solo ni para respirar.
-¡Espera! te acompañamos Conan... ¡ESPERANOS!- dicen al unisonó cuando vienen hacia mí y Ayumi se tropieza con una basura en el camino, formando una gran bola con los dos niños, Genta y Mitsushiko.
-No chicos, ¡ALTO!- pero fue tarde, se abalanzaron sobre mi y caímos al suelo, en un estruendo enorme.
- Ay... perdón Conan, solo me tropecé con... oigan ¿y Conan, donde esta?- se pregunto Ayumi cuando no me encontró en el bulto de niños.
-No sé, hace un momento estaba con nosotros- dijo Genta mientras aplastaba con su peso a Mitsushiko en el suelo.
Me reí para mi mismo en una pared donde me escondí para que no me siguieran después del tropiezo de hace 5 minutos. Cuando se cansaron de buscarme, los tres niños continuaron con su rumbo, y yo completamente tranquilo fui por mi atajo para llegar a casa.
Estaba un poco aburrido y saque un libro de bolsillo y me interne en el, era de Sherlock Holmes, así que no pare de leer, pero cuando fije mi vista al reloj de mi mano derecha, vi que casi eran las 20:00 p.m y siempre que no llegaba temprano, este torpe de Carlos Guzmán me golpearía en la cabeza y me mandaría a dormir sin comer.
-Sera mejor que me apresure, para que el disque "detective famoso" no me zarandee hasta las ideas, además de que - digo oyendo en trueno de mi estomago- ¡ME MUERO DE HAMBRE!- dije triste, pero con más tono de burla.
Empiezo a correr lo más rápido que puedo, solo puedo imaginar las cosas que Claudia cocino. --Bolas de arroz, rameen de salmón, sushi, o... la comida preferida de su prometido- me siento furioso, de solo recordar que en dos meses, Claudia se casara con uno de mis compañeros del club de detectives, "el detective del oeste" Heiji Hattori, pero me duele más que el día que casi morimos en una explosión, dijo que nunca cortaría el hilo rojo que nos unía, se nota que las promesas solo se cumplen si se quiere o por un corto tiempo.
Veo una lata y la pateó hacia un muro y me da en la cabeza-
-¡ayayay! Esto me pasa por...- quiero terminar la frase pero escucho disparos de un callejón tres metros cerca de mi- ¿Qué fue eso? Un robo quizás- sigo caminando, más alerta esta vez pero,-¡otra vez disparos!, esto es más que un simple robo... ¡tengo que ir allá!-
Corro hasta unos metros cerca del callejón y escucho un último disparo, me giro para ver quién es, pero mi cuerpo se petrifico con solo ver a esa figura oscura y su rostro...
-Es él, el hombre de negro que me golpeo y me dio en veneno que me volvió un niño,- pienso casi explotando de rabia, pero tranquilo por fuera- estoy tan cerca de atraparlo pero debo detenerlo yo, la policía no me dejaría estar con él y no sabría si hay un antídoto.
Me giro a callejón y me escondo en un contenedor de basura y preparo mi reloj con somníferos para atrapar al hombre de negro y sacarle muchas verdades. Pero el reloj no tiene más estupefaciente, que hago ahora, no tengo nada a la mano, pero si un pedazo de ladrillo delante de mí, creo tener una idea, arriesgada pero es la única que tengo. Lo veo preparando la pistola para un último tiro, hay una persona tirada en el suelo, tal vez era a quien le disparaba, ahora se distrajo, tengo la oportunidad para usar mis zapatos con magnetos para poder patear el ladrillo.
-¡TOMA!-grito sin darme cuenta y pateo el ladrillo con mucha fuerza y le da en la espalda y lo tira al suelo.
Voy raudo hacia donde está y lo veo, el mismo cabello, los mismos rasgos y la misma mirada fría, es el mismo del parque de diversiones, pero mi intensión se puso en su víctima. Una niña de mi "edad", 12 o 13 años, pálida con ropa un poco rasgada y una cabellera de un color rojo fuego muy llamativo.
-¿Por qué te hizo esto?- le digo en susurro cuando veo un roce de bala en su brazo y lo más impresiónate... que siguiera viva pero grave. Y algo mas, una capsula estaba en su mano, la guardare para dársela al profesor Agasa para saber que es.
Cuando quise verla más de cerca, el hombre de negro me toma de la chaqueta y me lanza lejos, podría seguirlo y atraparlo pero dejaría morir a la niña, que hago, él sería la respuesta para volver a mi cuerpo normal, diablos que hago.
-Adiós pequeño, te veré pronto- una sonrisa macabra se dirige hacia mí y camina directo a la oscuridad, tengo que hacer algo, pero que... ¡CLARO! Mi reloj no tiene somníferos pero el botón para arreglar las manecillas se puede usar como rastreador y seguir a la persona con una computadora.
Me levante y lo seguí corriendo hasta que me aferre a su pierna y le pegue el rastreador en su pie, pero me pateo hasta el contenedor de basura, casi estoy inconsciente pero puedo levantarme, fui donde la niña y vi que estaba despierta y se levanto, ni idea como pudo hacer eso y casi se moría...
-Estas bien, ¿Cómo te llamas?-
-Estoy bien- me dijo cortante y débil-y no tengo que decirte mi nombre.
-¿Qué haces? Te vas a lastimar mas, te ayudare-le dije tomando su brazo.
-No necesito tu ayuda, niño- me grita, quitando su brazo de mis manos-lo único que necesito es atrapar a ese...ese...maldi...to...
No pudo terminar, sus fuerzas se acabaron y se desvaneció, pude atraparla antes de que golpeara el piso, está en mis brazos, y por alguna razón me las mejillas me arden de vergüenza, que tonto, apenas la conozco.
-Por favor dime quien eres, te prometo que no te hare daño- le digo un poco desesperado por ayudarla.
-Soy...soy Iris, Iris Atribuko...Ayu...Ayúdame...-me dijo en un susurro casi inaudible, para luego desmayarse.
Que habrá hecho para que ese hombre la hiriera tanto, es solo una niña, no puedo cree que hay personas que sean tan crueles. Tengo que llevarla a algún lugar donde sanar sus heridas y sacarle información de esos hombres, ¿pero dónde?, no en la casa de Claudia, su papá no lo permitiría, apenas y me aguanta a mí, no podrá con ella, me echaría de allí. Tal vez...
-Hola, profesor Agasa- llamo de mi celular, es mi último recurso, para ella.
-Sí, hola Bobby ¿como estas?-
- Luego se lo digo. Ahora necesito su ayuda, prepare una cama y cosas de primeros auxilios, además de que me venga a buscar, estoy en el callejón Kitsuko, venga pronto-
-Pero, ¿Por qué?, te hicieron algo, Bobby- me pregunta nervioso
-No, profesor, no me paso nada, pero si a una niña, y fueron los hombres de negro que me atacaron hace 7 años-
-¡¿Qué!?, está bien, iré de inmediato, te veo en 5 minutos-me corta la llamada y guardo el celular.
Mi atención vuelve a Iris, esta temblando, es por el frio, no me di cuenta ya es de noche, me saco la chaqueta y la envuelvo en ella, parece tan vulnerable, tan débil, esos hombres de negro me las pagaran todas juntas.
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*2014: la historia será por ese año pues pondré cosas de los años resientes y por algunas cosas a futuro.
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Detective Conan: "La niña de la cicatriz y la melena roja"
FanfictionUn detective rejuvenecido por la Organización Negra, Shinichi Kudo de 13 años (23 en realidad), conoce a una chica a punto de ser asesinada por Gin. Tras ser salvada por este, le cuenta que también fue víctima de ellos, incluso fue parte de aquellas...