Mi Responsabilidad

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Conan

Después de que la policía nos pidiera mas detalles para la investigación del encuentro, volvimos a Tokio. Tres noches en vela, un golpe en el estomago, un poco de asfixia y viaje en tren dejaron a Verona en cama con un cuadro de estrés o algo parecido. Si fingía, debía admitir que actuaba bastante bien sobre todo los ronquidos y los gemidos lastimeros de dolor en la cabeza.

Ya recuperada, comenzó a investigar las noticias de Osaka viendo que no hubieran tomado una foto de ella: "Si AnoKata ve mi rostro o algún dato de ustedes estaré frita "dijo textualmente.

Los chicos nos invitaron a un día de campo para celebrar que Iris siga viva.

¡Fueron tan considerados en preocuparse que no me volaran la cabeza a balazos! (sarcasmo)

Por el camino, la pelirroja veía en su teléfono imágenes que se suponían era mi familia, una mujer de cabello largo con ropa de graduación universitaria recibiendo un diploma y una medalla, un hombre de cabello castaño muy claro, casi rubio, en la portada de un diario sonriendo de igual manera reteniendo a un delincuente con la chica anterior embarazada, era bastante graciosa.

Quien observaba las imágenes lanzo una mirada asesina al darse cuenta que también miraba.

Habían traído un mantel que pusieron en el suelo y unas canastas con sándwich y refrescos.

-¡Si, comida!-Verona grito de felicidad-¡HAMBRE!

Luego de ese rugido bestial más de la mitad los alimentos estaban siendo digeridos en su estomago. Se expió la culpa a través de ese "estrés" que le había dicho el doctor, seguramente un invento para aprovecharse.

-Bueno, ya Verona recupero sus fuerza así que ¿Por qué no eres la portera?-pregunto Ayumi entusiasmada.

-Tal vez...-dijo la pelirroja desviando la mirada con una sonrisa divertida que Ayumi tomo por un sí.

Ella y Ai jugaron de porteras. Solo diré que mi hermana es tan buena en esa posición como Miyano junto a un delfín. Para no pasar más vergüenza, cambio lugar con Ayumi teniendo una mejora de aquí al cielo en comparación, no le importaba si metía un gol o no, en ese momento su felicidad estaba basada en darle con una pelota con toda su fuerza a su contrincante eterna.

No fue un mal partido omitiendo la patada que Verona me dio en...bueno en... (Avergonzado)... ¡Bueno imaginen! Se disculpo mediocremente apelando a que me confundió con el balón.

Nos tomamos el descanso para almorzar. Un poco de jugo de naranja y los emparedados que quedaban, no se unió la chica con agujero negro por estomago, estaba cómodamente recostada en el mantel escuchando música.

-Vaya, la pobre debió haberse "estresado" bastante con los pelotazos que me mandaba-dijo Haibara desinteresada, ocultando un dejo de enojo.

Viendo que fruncía el ceño con una sonrisa malvaba pregunte:

-¿Qué piensas hacer?

-Dame un bolígrafo-dijo con una mirada maliciosa que el mismísimo Malfoy envidiaría. Comenzaba a asustarme y opte por obedecerle.

Se le acercaba lentamente a la cara de su víctima. Se notaba que quería disfrutarlo. Una mano le atajo antes de hacer el primer trazo, forcejeaba pero la mano parecía tener más fuerza.

-El que descanse los ojos no significa que este dormida-dijo Verona tranquila sin quitar su mano de la de Haibara.-... y el que te haya dado con la pelota como imagine hace mucho tiempo no significa que me puedas hacer una broma, además siendo tan simple como de un novato.

Detective Conan: "La niña de la cicatriz y la melena roja"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora