Iris
Después de levantarme, desayunar y todo eso, el profesor me dejo muchas mudas de ropa y una maleta negra, me fijo hay camisetas, chaquetas, incluso un poco de ropa interior, pero había algo que no me gustaba de esto, solo había faldas y unos cuantos vestidos.
-A no, eso sí que no, ni muerta voy a usar vestidos, menos faldas- le grite alejándome de la ropa.
-Esta es la ropa que te compre, no sabía tus gustos, pero al menos hay algunos shorts – me dijo sonriendo.
-Bueno, pero me tendrá que dar dinero por cada vez que me ponga un falda, ¿ok?-dije y los dos nos reímos.
Salió de la habitación, y me puse una camiseta celeste, unos shorts grises, una chaqueta blanca y unas zapatillas blancas con cordones verdes.
Luego de salir de la casa del profesor, Conan y yo nos dirigimos a la casa de Claudia y su padre. Pasamos cerca de una plaza, donde había unos niños jugando en una cancha de futbol, dos niños y una niña, se veía divertido, porque el niño más grande no había atajado el gol y salió persiguiendo al más delgado que se reía de él, obvio para pegarle.
-*seguro que ese niño no va a salir con vida de esto*- pensé esbozando un una sonrisa. Pareciera que Conan me leyera la mente, pues el también sonríe.
-Te aviso con anticipación,- levanta sus brazos-si estás conmigo, ese grupo de niños no te va dejar sola y para dormir, tendrás hasta pesadillas con ellos.
-En primera, ya tengo pesadillas y no quiero más...- digo triste, pensando lo de anoche- y segundo, me puedo arreglármelas con ellos, ya me las estoy arreglando contigo- imito su postura con los brazos en mi cabeza, sonriéndole triunfante.
Al principio me mira con recelo, pero luego sonríe como si nada. Miro de nuevo hacia el parque, la niña me ve, les dice algo a los otros y corren hacia nosotros.
-Hola, Conan ¿como estas?- pregunta la castaña- anoche te nos perdiste.
-Es que... anoche, pase por la casa del profesor y,.... Y me quede con él porque, por-porque la lluvia me alcanzo- explicaba tartamudeando, que ridículo se veía. Yo solo sonreía.
-Hey, ¿Quién es ella?- pregunta el pequeño delgado que corría, con un gracioso ojo morado.
-A si... ella es mi... mi... es mi-no sabe que decir.
-Soy su hermanastra, Blassy, Verona Blassy- digo dándole la mano al niño. Ese fue el único nombre que se me ocurrió, además, no dejaría que Jackson eligiera mi nombre.
-Es un gusto, señorita Blassy, soy Mitsushiko, es un placer- me toma la mano y la besa, ¿Qué diablos le pasa a este niño?
-No te hagas el galán, no te queda- dice riéndose la niña.
-Hazte a un lado, Mitsuko- dice el más grande empujándolo lejos- yo soy Genta.
-Y yo soy Ayumi, encantada- me abraza tan fuerte que no respiro.
-Ok, mucho gusto en conocerlos, pero no es necesario los modales, para que si seremos amigos, ¿no?- dije separándome de Ayumi, y volviendo con Conan.
-Sí, si claro, escuchen, nos tenemos que ir, tal vez vengamos para jugar un rato, no vemos- Conan se aleja y yo lo sigo, despidiéndome de ellos.
-Enserio, ¿Verona?- me pregunta con incredulidad.
-¡¿Qué?! Fue lo único que se me ocurrió, seguro que tu pensaste una mejor, "señor perceptivo"- digo burlándome y dándole un empujoncito, riéndome.
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Detective Conan: "La niña de la cicatriz y la melena roja"
FanfictionUn detective rejuvenecido por la Organización Negra, Shinichi Kudo de 13 años (23 en realidad), conoce a una chica a punto de ser asesinada por Gin. Tras ser salvada por este, le cuenta que también fue víctima de ellos, incluso fue parte de aquellas...