Twins |Harry Styles|

4.

Charlotte's pov.

Liam me trajo de vuelta a casa, entré sigilosamente para que mi madre no se diera cuenta de mi llegado.
Subí directo a mi habitación y me puse el pijama, entré al baño para lavarme la cara y no vi la barrita de plata en mi cabello; me la había regalado mi amigo Louis, él vive al lado de mi casa.
De seguro la dejé en casa de Liam.

A mi mente volvió la escena de Harry, cuando corrió sin razón alguna y Edward fue tras él. Ninguno de los dos regresó.

Mi estómago gruñó por centésima vez en el día, salí de mi habitación y fui hasta la cocina por un vaso de leche o lo primero que encontrara en la nevera.

Saqué una manzana y le di una gran mordida.
Me sentí observada por un momento, no le presté atención. Sentí la presencia de alguien y esta vez si me Asusté. Mi pulso se aceleró y mi respiración se entre cortó. Siempre he sido miedosa.

-No te asustes Charlotte-. Me sobre salté al escuchar la voz a mis espaldas. Mi mamá. Tuve un mal presentimiento.

-Buenas noches ma...-. Me interrumpió.

-¿¡Donde estabas!? ¿acaso crees que no vi a qué hora llegaste?-. Gritó y me tomó del brazo fuertemente. Gemí de dolor.

-Estaba con Liam-. Pude decir antes de recibir la primera bofetada, caí al suelo y mi mejilla ardía como si hubiera sido quemada por el mismo fuego. No entiendo la razón de su actitud. -¡No puedes estar con Liam, estúpida!-. Otra bofetada.

-¡No puedes prohibirme estar con Liam!-. Reclame. - Es mi hermano.

-No me interesa, no quiero que estés con él.
Recibí una patada cerca de mis piernas. Me sentía a dolorida, no podía defenderme.

-¡Deja de lastimarme! ¡Para!-. Grité con todas mis fuerzas.

-Te mereces eso y más imbécil.

Sus palabras llegaban como puñales directo a mi corazón.

-¿¡Que te hecho!?, ¿¡Por qué me haces esto!? ¡He tratado de ser una buena hija y no entie...-. Recibí un golpe en mi boca y no pude terminar de hablar. Un sabor metalizado sentí en mi boca y luego de eso vi sangre en el piso. Mis ojos se llenaron de lágrimas y levanté mi mirada para verla a los ojos.
La desconocía completamente, sus ojos transmitían una mirada llena de odio, pero sus ojos se veían desorbitados, rojos y fuera de si.
Se dio la vuelta y me dejó ahí, tirada y sangrando. Con la poca fuerza que me quedaba logré pararme, subí hasta mi habitación y prendí todas las luces de esta, me miré al espejo y mi rostro estaba hecho un desastre.
Mis labios estaban hinchados y partidos, mis mejillas rojas e hinchadas igual que mis ojos, miré mi pierna y había un gran moretón. Me rompí en llanto y me acosté en la cama, hundí mi cabeza en la almohada para que mis sollozos no se escucharan tanto.

La imagen de mi padre se paseó por mi mente y sentí el impulso de hablar con él, el cual no rechacé.

Marqué su número y como nunca las timbradas no se fueron a buzón.

-¿Char?
-Papá, necesito verte-. Dije con la voz envuelta en llanto.
-¿Te pasó algo hija?-. Preguntó con preocupación.

Dudé en decirle lo acabado de suceder, pero qué más da.
-Más madre me golpeó, sólo porque fui a ver a Liam-. Dije en medio de sollozos desesperados.
-Mierda, esto se salió de control-. Habló muy despacio, sin embargo escuché perfectamente.
-¿Qué se salió de control?
-Mañana iré a Londres para verte y hablaremos algo muy serio. Tu hermano debe estar también. Ahora no llores más ok. Yo sé que eres fuerte y entenderás todo cuando te de la explicación.
-Ok, adiós.
-Adiós, cuidate.
Colgué.