12.

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Harry's pov.

-¡Harry!-. Escuché un llamado de angustia proveniente de Charlotte.

Rápidamente salí de la habitación. Miré el pasillo y ella no estaba. Miré en el baño y... ¡Dios santísimo!
Charlotte estaba sentada en el suelo frío del baño, con un golpe en su cabeza y había un desastre de... ¿vomito?

La intenté levantar, pero era peso muerto.

-Estas muy débil-. La cargué en mis brazos. Era tan liviana.

-Liam-. Balbuceó.

-No está, dejame ayudarte-. La llevé hasta su habitación y con mucho cuidado la puse en la cama.

-Me siento muy mal-. Se puso en posición fetal y una lagrimilla salió de su ojo.

No sé que tiene y no sé que hacer, en este tipo de situaciones me vuelvo torpe t bruto.

-¿Tienes dolor de estómago?-. Pregunté dudoso y me senté en la orilla de mi antigua cama.

-No es nada Harry-. Gimió de nuevo.

-Vamos Charlotte, estas muy mal.

Ella apretó su mandíbula. Debe ser un dolor muy fuerte.
Quisiera ser yo el que tuviera que soportar ese dolor para que ella no sufra.

-Es la...-. Dudó en decirme.-La menstruación-. Dijo finalmente.

Es en estas ocaciones cuando me siento agradecido de ser un hombre.

-Oh, la monstruacion-. Ella rió con dolor.

Bautize monstruacion a la menstruación porque cuando mi hermana Gemma o mi madre estaba en esos días la pasaban muy mal.

-Ya vuelvo.

Salí directo a la cocina. Ya sabía que hacer en estos casos.

Busqué un par de paños de tela y los sumergi en agua tibia.

-¿Que es eso?-. Preguntó y volvió a cerrar sus ojos. Se veía jodidamente tierna. Es como un ángel
Me volví a sentar y tenía los paños en mis manos. No sabía cómo pedirle que se levantara la blusa para poner los paños en su abdomen. Ella entenderá por qué lo hago.

-¿Me permites?-. Pregunté tímido y señalé su pinzita.
Ella enarco una ceja.

-¿Por qué lo haría?-. Puso sus brazos en forma de "X" sobre su abdomen.

-Confía en mi ¿Si?-. Lentamente levanté su blusa, no muy arriba, aunque quisiera desnudarla por completo. Ella mordió su labio inferior y me dieron ganas de morderselo yo. Esta chica me enloquece.

Es el ombligo más lindo y sexi que he visto.
Su vientre estaba un poco hinchado, puse los paños húmedos y ella relajó sus músculos. Estiró sus piernas y pude ver que traía puestos unos infantiles calcetines de cerdito. Reí en mi interior. Demasiada ternura para mis ojos.

-¿En serio? ¿calcetines de cerdito?-. Señalé sus pies. Se encogió de hombros y sonrió a medias.

-Gracias Harry-. Dijo con su voz dulce.

-No fue nada... Pancake-. Le llamé así y ella rió. Me encanta cuando rie, se ven sus hoyuelos y su sonrisa tan perfecta. ¡Joder! Creo que me enamoré.

-Pancake es mejor que palomita de maíz con caramelo-. Puso su mano en su vientre.
Fruncio el ceño como símbolo de que algo le dolía. Quité los paños que ya estaban fríos y puse otros. Ella intentó acomodarlos, pero en vez de tocar el paño tocó mi mano.

Es como si el tiempo estuviera paralizado, nuestras miradas se encontraron y apreté su mano, ella lo permitió.

Esas fuertes ganas por besarla eran muy fuertes y no quiero ignorarlas. Me acerqué lentamente hasta que nuestras respiraciones chocaban. Agarré su otra mano, me acerqué más y sin pensarlo mas la besé. Nuestros labios se movían al compás de nuestros corazones. Un beso lento pero intenso, un beso que no quieres que pare porque es perfecto. Me siento como en el cielo.

Nos separamos por la falta de aire, sus labios estaban mas rojos de lo normal, provocando que mis ganas por besarla se intensificaran.

-Harry yo...-. Intentó decir algo pero no se lo permití. Puse mi dedo índice en sus labios.

-No digas nada-. Susurré.

-Liam llegará en cualquier momento-. Susurró. Caí en cuenta. Pero este momento es perfecto. Quiero besarla y besarla y decirle que me gusta y me enloquece y me hace perder la cabeza.

-Piensas demasiado-. Besé su mejilla y me incorporé de nuevo.

Por mi mente se cruzaron muchas cosas. A Edward le gusta mi pancake. ¿Dije mi? ¡Santa mierda!, a Zayn le gusta. Y sé que ellos no se rendirán hasta tenerla.
Y puedo asegurar que al chico rubio y al de la cabeza de colores también les gusta.

Pero yo llevo la delantera, ya marqué mi territorio en sus labios. Sus perfectos y deliciosos labios.

Dicen que la perfección no existe, pero ella está en camino a ser perfecta. Y no solo por su físico, también su forma de ser. Todo de ella.

Twins |Harry Styles|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora