Twins |Harry Styles|

7.

-Chicos-. Me miraron. - Ahora vivo con Liam.

-¿Tu mamá también te echó de la casa a ti?-. Michael me miró sorprendido. Yo negué con la cabeza.

-No-. Negué. -Hay ciertos problemas y papá me dijo que viviera con Liam por un tiempo-. Concluí.
Ambos entendieron, aunque no les conté la razón del todo, ya que eso es demasiado personal.

-Pero podemos visitarte y todo ¿cierto?-. Dijo Niall un poco preocupado.

-¡Claro! No hay problema con eso. Cuando quieran.

Charlamos y reímos de las locuras de Mike hasta que el timbre sonó indicando el inicio de una nueva clase.
Me senté en mi respectivo puesto junto a Luke Hemmings.

-Evans-. Me guiñó el ojo.

-Hemmings-. Le sonreí.

-¿Como va todo?

-Bien, como siempre-. Le sonreí de nuevo.

-Me alegro, esta mañ ...-. Aleisha lo interrumpió.

-¡Mi amor!-. Ella lo abrazó del cuello.

-Hola Aleisha-. Le correspondió no de la misma forma.

Ella lo jaló del brazo y me miro no muy bien. Luke antes de irse me hizo señas de que luego seguiríamos hablando. Yo asenti como respuesta y me volví a sentar.

Llegó el profesor de Ética Moral.

-Buenos días muchachos-. Saludó a todos.

La clase transcurrió normal, aburrida como siempre.
Mike y Niall estaban hablando animadamente con Austin y no quise interrumpirlos, así que salí sola al receso.

Caminaba por todo el campus, cada vez me iba alejando más de los bloques de salones.
Llegué a un lugar en el que nunca antes había estado; estaba rodeado de árboles y se respiraba a tranquilidad.
Me senté en el pié de un frondoso árbol.
Suspire y recordé lo sucedido ayer y antes de ayer.
Aún tenía la partidura en mi labio. Recordé aquella escena y sin darme cuenta muchas lágrimas salían desesperadamente por mis ojos. Recordé el porqué de los golpes y lloré aún más.
Se sentía horrible, era como un vacío que no encuentras con que llenar.
Creer tenerlo todo pero en realidad no tener nada.

Cerré los ojos y me dejé llevar, sintiendo que mil nudos se desataban, desahogandome desde lo más profundo de mi.

Sentí que unos dedos tocaron levemente mi hombro. Abrí los ojos y me encontré con el rostro de Harry mirándome fijamente. No sabía que decir o hacer. Era él la persona con que menos esperaba encontrarme. Se sentó a mi lado y se cruzó de piernas.

-¿Te sucede algo?-. Su voz era ronca y más grave de lo normal.

-No, nada-. Mentí.

-oh, entonces lloras por que sí-. Supuso, pero es mi obvio de esperar por mi respuesta.

-No es eso-. Limpie mis lágrimas y traté de buscar compostura.

-¿Entonces?-. No pensaba que Harry fuera tan curioso.

-Un par de problemas, eso es todo.

-Escucha-. Lo miré. - Todo tiene solución, nada es infinito, lo que sea que te pase de seguro se resolverá.

Estaba impactada por las palabras de Harry, pues los que parecen ser más callados son los que más tienen por decir.
Algo en mi estómago causaba un extraño cosquilleo, ¿A qué se debe? Un inesperado impulso por abrazarlo se apoderó de mi. Pero lo ignoré, pues no tengo la suficiente confianza con Harry y no creo que él quiera abrazarme.