¿Finales Felices?

9. Kike.

Maldita sea. ¿Que hora es? Miro el despertador. 2:00 a.m. Me despierto con unos besos en la mejilla. Al lado de la cama, de rodillas, me veo una silueta.

-¿Kike?
-¿Me echabas de menos?
-Estaba durmiendo, cabrón.
-Me encanta lo romántica que eres. -Sonríe. Ya veo más claro. De un salto se mete en mi cama.
-¿Qué demonios haces?
-Meterme contigo en la cama. Hoy dormimos juntos que hace frío.
-¿A quien le has pedido permiso para poder hacerlo?
-¿Necesito permiso?
-Sí.
-Roxy, Rox, Rosana, hermanita, querida, simpática y amable, ¿me dejas dormir contigo, y hacerte pasar una agradable noche conmigo? -Pone carita de cachorrillo. Irresistible el cabrón.

Le beso. En la mejilla. Se lo toma como una victoria y pasa su brazo por debajo de mi cuello. Quiere que me apoye en su pecho y así lo hago. Lo escucho respirar.

-¿Como lo haces Roxy?
-¿Como hago que?
-Tenerme así, maldita sea Roxy, enloqueces a cualquiera.
-Yo no hago nada.
-Roxy, me tienes loco. Tienes loco a Mario. A Ricky. A Simón. A Juanpe. A Ian. A todos Roxy. Y aún no se que suerte tengo de ser el que te besa.
-No es ninguna suerte. Kike, tu y yo no somos nada.
-Amigos. Hermanos. Yo no diría nada.
-Vale, de acuerdo, somos hermanos, pero soy quien te besa.
-Podría besar a cualquier otro.
-Exactamente, a cualquier otro, pero yo te puedo besar. Y me da igual si alguien más lo hace, quiero que tú me des derecho a poder hacerlo.
-Maldita sea, Kike, para, vas a romper con todo. Te dije que yo no creo en el amor. Si repito es porque besas bien, fuera sentimientos.
-¿Sin sentimientos? Roxy, yo hago esto porque me gustas.
-Siento decepcionarte pero no me siento igual.
-Lo sé Roxy, y me duele, pero prefiero esto a nada.
-Me vas a hacer sentirme fatal. -Digo casi llorando.
-No pequeña, soy yo quien ha aceptado esta situación. Prometeme que no dejaremos perder estos encuentros.
-Te lo prometo. -Le sonrío.

Me besa. Le respondo al beso. ¿Como mierdas lo hace? Maldito. Besa muy bien. Muchísimo, es increíble. Ya, ya se, Roxy que pesada. Roxy, siempre lo repites. Roxy es el primero.
¡PERO SI ES LA VERDAD NO ES MI CULPA!
Su mano se esconde debajo de las sábanas y baja hasta mi barriga. Su mano está helada, lo que eriza mi piel.

-Tienes la barriga muy calentita.
-Y tu mano está helada.
-Lo siento. -Ríe. Y comienza a hacerme cosquillas.
-No, no sientes. -Digo riendome. Sin darnos cuenta las risas aumentan.

Se enciende la luz del pasillo y las risas se paran de golpe.

-Mierda. -Susurro. -Escondete corre.
-¿Donde?
-Debajo de las sábanas.

Enseguida me tumbo sobre la cama y me hago la dormida.

-Roxy, ¿estas despierta? -Pregunta una vocecilla.
-¿Sofi?
-Es que no puedo dormir y creí escucharte. ¿Puedo dormir contigo?
-Claro pequeña.

Doy un golpe en la colcha para que salga Kike. Y asoma su cabecilla. Sofi le mira.

-¿Que haces así Kike? ¿Tu tampoco podías dormir?
-Claro cariño, y vine a que Roxy me contase un cuento. -Le miro mal.
-Yo también quiero.
-¿Que cuento quieres, princesa?
-Me gusta mucho el de la chica esa de rojo.
-Caperucita roja, mi amor.
-Ese quiero.

Va corriendo a su habitación a por él.

-¿Tu eres imbécil? ¿Ahora que hacemos?
-En cero coma se dormirá y tú serás mía.
-Mentira, Roxy es mía.

Aparece Sofi en la puerta mirando con cara de enfadada, y con el cuento bajo el brazo.
Viene corriendo a la cama y se tira encima nuestra. Se mete bajo las sábanas por mi lado derecho y Kike se queda en el izquierdo.
Imaginad la situación.
Los tres en una misma cama, una cama de una  persona. Sofi a mi derecha, apoyada en mi hombro y Kike a mi izquierda apoyado en dicha teta.
Maldito sea.
¿Por qué siempre le maldigo?
Comienzo a leer el cuento y ambos acaban dormidos abrazados a mí. Me giro dándole la espalda a Kike y cogiendo a Sofi, abrazándola como si realmente fuese mi hermana. Parecemos una familia. Kike me abraza a mí, pero su brazo llega hasta Sofi.

Un sol fuerte entra por la ventana. Estoy sola en la cama. Escucho cuchichear por los pasillos. ¿Que hora será ya? Legañosa miro el móvil. 10:00 de la mañana. ¿Tanto he dormido?
Cuidadosamente se abre la puerta de la habitación, tengo el tiempo justo para cerrar los ojos y hacerme la dormida.
La chillona voz de Sofi habla.

-Buenos días Roxy, te traemos el desayuno. -¿Esto es real?

Sonriente me giro y veo a Sofi mirándome y dando saltitos. Kike esta de pie, detrás suya, mirándome con esa maldita sonrisa. Lleva con él una bandeja que no tarda en ponérmela sobre las rodillas. Benditos buenos dias. Así sí.
Parece un desayuno de los de película.

-No sabiamos que te gustaba, así que preparamos a nuestro gusto. Sofi ha decidido ayudarte.
-Hay zumo de piña, que es mi favorito, chocolate que le gusta a Kike y yogur líquido de piña y coco por si querías, hemos puesto crousan, insaimada y galletas, y tienes un vasito de agua.
-Oh gracias Sofi. Kike ven aquí con nosotras. -Le sonrío.

Se tumban a mi lado y cada uno come lo suyo. Sofi está con su 'crousan' que es el croissant de toda la vida, pero no sabe decirlo.
Es increíble pero parecemos una familia. Sofi es nuestra pequeña. Si algo tenemos en común Kike y yo es ella. Nuestra princesa. Es su hermana biológica y mía no es nada, pero la quiero a rabiar. Quien me la toque se puede dar por muerto.
Mi princesa.

Nota de la autora:
¡Buenos dias! Volvemos en miércoles, ¿y sabéis que? ¡hemos subido 100 leídas más! Ya van 300, no tengo tiempo de agradeceroslo todo ni palabras tampoco, espero que os guste y nos veamos otro miércoles ♥