6. La fiesta.

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Imagen: Kike.

Kike y yo entramos por la puerta.
Faltaba media hora exacta para comenzar.

-Ya estoy, ya estoy, ya estoy. -Jamie se me quedó mirando boquiabierta. -¿Qué?
-¿Como puedes estar más guapa que yo?
-Exageras.
-Yo no lo creo. -Dice Kike mirándome de arriba a abajo

Me sonrojo inevitablemente, noto el ardor por mis mejillas, bajo la cabeza y sonrío disimuladamente, al igual no es tan insoportable, incluso lo veo atractivo. Esos ojos hoy verdes y mañana tal vez grises. Ese pelo alborotado y hacia el lado izquierdo, y ese cuerpo que no es nada del otro mundo, es simple, no sé. No me gustan los chicos... Así, pero él altera una parte de mi.
Roxy, stop. Es tu hermano. Quieta. Si Anne se entera, te echa de casa y no te conviene estar otra vez sin casa.
Me vuelvo a centrar en la fiesta. Los preparativos ya están listos, los empleados dispuestos a trabajar y todos con una sonrisa.
Diez minutos y la gente entrará.

-No oigo a nadie.
-Vendrán.
-¿Y si no vienen?
-Confía en que sí.
-Roxy yo no soy.... Popular.
-¿Hace falta serlo? Las fiestas buenas siempre trae a gente y la tuya es fantástica.
-Lo único que tiene la mía es a ti.
-De eso nada, mira a tu alrededor.

Cinco minutos para la fiesta.

-¿Ves? No vendrán.
-¿Quieres confiar de una vez?

Suena el timbre.

-¿Ves? ¡Mira que hora es! En punto.

Abro la puerta y comienza a entrar un montón de gente, algunos ni los conocemos. Otros han insultado alguna vez a Jamie. Unos más miran amigablemente a Jamie y una mirada coqueta hacia mi. Las chicas todas pasan indiferentes.
Jamie está feliz, se le nota en la cara. Jamas había visto tanta gente asi.
Por último, de la mano de Melissa, y ésta con cara de enfado, entra Mario. Mario y Melissa, vaya dos. Mi cara simpática se convierte en cara de pocos amigos. Mi mirada hacia Mario es como una llama. Es odio. Es, bueno, son celos. No, mentira. No son celos. Tal vez sí. ¿Por qué me engaño? No lo son.
Mario sólo baja la mirada al verme. Quiere ignorarme a toda costa. Evita mi mirada. Evita ver que lo extraño. Quiero decir, que lo odio.
Ya lo pillaré.
Una vez todos dentro cerramos la puerta. Ya nadie puede entrar, sólo salir.
Veo a la gente disfrutar.

-Wow, Roxy a la gente le gusta esta fiesta. Gracias. -Jamie me abraza y se va corriendo. La veo disfrutar como una loca y algo bebida. Ella también esta muy guapa, se ha quitado esas horribles gafas, se ha ondulado el cabello y lleva un vestido rojo, ajustado, que le queda fenomenal, está... Rodeada de chicos.

Alguien me abraza por la espalda. Noto su aliento en mi cuello.

-Así que estabas aquí... -Esta voz la conozco.
-¡Mario!
-Estás preciosa.
-¿Qué buscas?
-Sólo... -se rasca la cabeza- quería hablar contigo.
-Creo que me dejaste claro que no querías que viviésemos a hablar.
-Sólo estaba cabreado.
-De todas formas ahí tienes a Melissa.
-¡No es lo que tu piensas!
-Os he visto, cogidos de la mano.
-Oh vamos, sólo es una amiga.
-¿Melissa? ¿Amigos? Já. Esa no quiere ni aprecia a nadie.
-¡Si lo hace! ¡Tú no la conoces!
-¿A quien? Dime. A Jamie no, a mi tampoco.
-Es sólo....
-Dejalo, es inútil.

Me doy media vuelta y me alejo de él. Maldito imbécil.
Me encuentro con Kike, que me espera sonriendo, y que sonrisa.
Roxy, otra vez.
No.
Stop.
Me vuelvo a calmar a mi misma por dentro, respiro y voy hacia él.

-¿Qué pasa?
-El pesado de Mario...
-¿Te gusta? -Pone cara de desilusión.
-¡No! ¡Para nada! Es sólo que me sigue. No se que quiere.
-Dejame a mí.
-No le...

Me besa. ¿¡Qué!? ¿¡Me besa!? Pe... Pero si...
Aunque no lo hace nada mal. Sabe a una mezcla apestosa y buena a alcohol. Ron tal vez. Pero ¿Esto es su lengua? Sí, lo es. Está... ¡Ag! Aunque tampoco sabe mal. Mejor le sigo. Mantengo mis ojos cerrados y le sigo el beso. Es mi primer beso. Aunque él no lo sepa.
Terminamos el beso y me abraza. Que mono, parece un osito.
Me separo y me giro. Mario ya se ha ido. Menos mal. Debió sentirse incómodo.
Kike me gira la cara hacia él y me mira los labios, lo veo.

-Se te ha corrido un poco el pintalabios.- Dice mordiéndose el labio inferior.
-Buen intento, pero no llevo. -Le sonrío.
-Me da igual. -Se me lanza. Otro beso.

Roxy apartate.
Roxy ni te muevas.
Roxy no.
Roxy sí.
Mientras mi subconsciente se debate él sólo, le sigo el beso a Kike. No es buena idea, pero si no aprovecho, ¿cuando?
Besa tan bien. Increíble. ¿Con cuantas zorritas habrá practicado? No me importa. Sus brazos rodean mi cuerpo hasta llegar al culo.
Ah no, eso no.
Le doy un manotazo.
Comprende lo que le digo y sube sus manos a mi espalda. Así me parece más adorable.
Se separa y le abrazo. Escucho su corazón, late fuerte. Bueno, más que escuchar lo noto. Son ya cerca de las 3:00 a.m. La fiesta sigue. Estamos en la parte de la fiesta libre, bailes. Muchas chicas perreando. Kike y yo abrazados. Y ese estúpido de Mario con Melissa. Se bailan el uno al otro. Menuda zorra, como mueve su culo cerca de la cosita de él.
Kike separa su cabeza de mi hombro. Yo hago igual y le miro a los ojos. En lo que ha ido de noche habré bebido unos cuatro cubatas. Ya no soy yo. Ahora actúa mi cuerpo por mi. Soy consciente de lo que hago, pero no responsable de mis actos.
Pero se me cierran los ojos. El sueño me afecta ya.

-¿Quieres que nos vayamos ya?
-¿A donde?
-A casa.
-Pero...
-Sí, vamos, no te veo bien.
-Gracias Kike.
-¿Por qué....?
-Por ayudarme y cuidarme.
-No podría alejarme de ti. Quiero tenerte cerca.
-Estás gracioso, ¿no? -Me río a carcajadas.
-Si... Eso era... Una gracia.

Mi casa está a media hora a pie de la casa de Jamie, perfecto para que me de el aire y me despeje antes de entrar.
Durante el camino Kike me habla. No me entero de lo que dice, pero le contesto monosílabos.
Vamos de la mano. No quiero confundir los sentimientos de nadie. Yo no creo en el amor. No creo en las parejas. Sólo en los intereses.
Al fin llegamos a casa.

Nota de la autora:

Hoy he tardado un poco más en subir capítulo pero no importa, ¡Ya está aquí!
Espero que os guste, hoy tengo un día raro pero no importa, espero vuestros comentarios
¡FELIZ Y PRÓSPERO AÑO NUEVO LECTORES!

¿Finales Felices?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora