Narra Roxy.
Caray lo rápido que pasa un mes. Ya estamos a Marzo, la primavera. Es de las cuatro mi estación favorita, ni frío ni calor. Cuando mi madre salía de la clínica siempre era primavera, recuerdo como brillaba el sol. Como pasaban esas mariposas volando. Aún me acuerdo como los pájaros alimentaban a sus crías en los nidos del parque. Los atardeceres eran preciosos, anaranjados, recuerdo que cada primavera mi madre, cuando ya estaba recuperada, me llevaba a la playa y veíamos cada atardecer y cada amanecer, me sentía libre. Era un pequeño ser ante el enorme e inmenso mar, le hacía sentir feliz, era el único momento feliz, duraba tan solo una semana, pues mi madre siempre recaía al recordar a ese hombre, que por desgracia, es mi padre.
No es que esté mucho mas orgullosa de mi madre, pero ella al fin y al cabo, me ha criado. No tiene premio a la mejor madre, pero es la mía. La quiero.Hace un par de días me llegó una carta y hoy, frente al lago de este dichoso parque, que tiene muchísimos insectos, pero es precioso, he decidido leerla. Se de quien es a pesar de que no lo pone, por el corazón que hay después de un Rossana, se que viene de ella. Llevo todo este tiempo dudando si abrirla o ignorarla pero... ¿Y si quiere algo? ¿Y si me necesita? Finalmente decido abrirla.
Mi pequeña marmota, ¿recuerdas cuando te llamaba así? Sé que no he sido la mejor madre del mundo, que perdí mi tiempo buscando a ese hombre, tu padre, y sabía que jamás iba a aparecer, me preocupé tanto por lo que me faltaba que no me di cuenta de lo que tenía, una hija tan maravillosa como tú, que me cuida, siempre me has cuidado como no debías hacerlo, mi pequeña marmota, fuiste, eres y serás la hija mas maravillosa que una madre podría desear. Sé que cometí muchos errores, muchísimos, pero prometo recuperarme, te escribo esto desde Yanomás la mejor clínica de aquí, me dieron tu dirección mi amor, mi pequeña, solo espero que no me guardes rencor. Solo quiero verte una vez más. Sé que tienes tu familia, y lo entiendo, pero necesito verte. Llevo aquí no más de tres semanas, pero mi médico dice que progreso muy rápido, si sigo así para mayo podré salir, espero verte y contarte con mis palabras todo lo que pasó. Sé que no puedo recuperar tu cariño y sé que he hecho cosas imperdonables, pero no me guardes rencor, no tengo excusa, pero te quiero.
Las lágrimas me caen. Es mi madre. Quiera o no ella me dio a luz y jamás se ha separado de mi. Y es cierto, nadie va a premiarla como la mejor madre, pero la quiero.
¿Y si esta vez es la cierta? ¿Y si se recupera para siempre? Como me gustaría, ella no se merece esto por un cabrón que no la trató como debió.
Recuerdo muy bien haber encontrado un vídeo de mi abuela hablando sobre mi madre. Creo que fue un vídeo que grabaron la gente del barrio donde vivía cuando decidieron hacer un documental sobre los vecinos en las fiestas de la zona.
Lo recuerdo como si cada día lo viese. Su voz sonaba rota y dolorida. Me sostiene en sus brazos, entonces yo tenía como un año.
Decía; "Mi pequeña Rafaela fue la alegría de la casa, era soñadora, soñaba con ser feliz y formar una familia como la que ella había tenido, deseaba tener un hombre como su padre, que la amase como su padre me amaba. Rafi siempre decía su 'te quiero' con una voz tan dulce que entraban ganas de comerle a besos. Ella siempre tenía un brillo especial en los ojos. Estudiaba para enfermera, quería salvar vidas, incluso miró visitar países pobres. Pero entonces apareció él. Ese hombre. Me dio lo mejor de mi vida, mi nieta, es preciosa, pero también se llevó a mi preciosa niña. Por mas de un año Rafaela estuvo mas distante, sus ojos ya no brillaban y su piel blanca estaba por zonas morada. Una ceja partida. O miles de burrerias. Un día me dijo que se iba de casa, y maldigo ese día que dejé que mi preciosa niña se fuese con ese impresentable. Ella dejó de maquillarse. De mirarse. Había días que ni se peinaba. No era propio de una joven de 20 años. Pero yo no podía hacer nada, ella era libre, para mi, pero presa para su novio.
Un día vino, hacía meses que no la veía y ella estaba mas inflada. Le pregunté. Embarazada. Me puse furiosa. Le dije que cuidaría de mi nieta, pero no de ella. Se fue. Unos meses mas tarde mi pequeña, Roxy, apareció en la puerta pero Rafaela no estaba. Me cargué de ella, es mi nieta. Siempre la querré. Sé que su madre un día volverá y cuidará de ella como merece. Ambas merecen ser felices. Ambas son las niñas de mis ojos. Mis princesas. "A mi abuela se le escapaba una sonrisa al pronunciar mi nombre o el de mi madre. Ojalá hubiese seguido con nosotras unos años mas. Es la mejor abuela y ojalá los abuelos fuesen eternos.
Al invadirme el recuerdo de ese vídeo sonreí. Ojalá me acompañase ese vídeo. Es precioso ver a mi abuela hablar así de mi madre.
Es mi madre. Es mi abuela. Y se quieren. Me quieren. Nos queremos.
Bueno, mi abuela ya no está, pero para mi siempre estuvo presente.Nota de la autora: ¡Hola! Ya estamos a miércoles. ¿Como va? ¿Os va gustando los capítulos o debería cortarla ya? Espero como siempre vuestros comentarios, gracias y mil gracias.♥
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¿Finales Felices?
RomanceRoxy, como le gusta que le llamen, jamás se ha criado en un entorno estable o acogedor, su madre, drogadicta y depresiva, lleva mudándose casi toda su vida. Tras ese ejemplo Roxy ha comprobado que el amor no existe y a sus 16 años ya tiene claro que...