Roxy lleva prácticamente desde que nació mudándose y estando en cada lugar entre seis y doce meses. No ha tenido jamás una vida estable. Su madre, Rafaela, es madre soltera, y hasta que nació Roxy fue maltratada tanto física como psicológicamente, y después de la marcha de su ex-pareja, padre de Roxy, se quedó trastornada, y cayó en una fuerte depresión. Durante el primer año y medio de vida de Roxy, esta fue criada por su abuela la que falleció por causas naturales antes de que Roxy cumplirse dos años. La custodia de Roxy pasó a manos de su madre, que a pesar de que psicológicamente no estaba capacitada para criar a su hija un juez creyó conveniente que la niña no debía criarse sin madre.
Hasta que Roxy cumplió los tres años de edad, fue criada y educada por las vecinas de su finca, quienes la enseñaron a andar, hablar e incluso a pesar de su corta edad, a escribir. Roxy les parecía un nombre complicado a las ancianitas que la criaron así que ellas la llamaban Rox, que es un nombre parecido pero para ellas más sencillo.
El mismo día que Roxy cumplía tres años, su madre decidió llevársela. Nunca explicó porque lo hacía, porque se mudaba o porque no cuidaba de su hija. Nadie sabía nada. Roxy y su madre se fueron a vivir a la otra punta de esa misma ciudad, durante un año. A los cuatro años Roxy, sin haber ido ni un sólo día a clase, ya sabía leer, escribir, hacer una pizza en el microondas y limpiar la casa. Veía como noche tras noche su madre metía a un desconocido en casa, ella sabía que a la mañana siguiente tenía que hacerles el desayuno, así ellos el darían una propina, como a su madre cuando salen de la habitación. Ella no entendía muy bien porque a su madre le pagaban, si ellos sólo iban a dormir.
Fueron pasando los años, Rafaela no mejoraba, cada vez estaba más desaliñada, habían días que ni siquiera se peinaba, y Roxy, con diez años, tenía que cuidar de ella. Llevarla a la cama esas noches que lloraba hasta las tantas y se dormía en el sofá. Tenía que romper las botellas de whisky que se bebía de dos en dos y aún así encondía en algún lugar. Tenía que hacer la comida y limpiar la casa, para que el casero no les hiciese pagar el doble. A los diez años Roxy era una madre para su madre. La duchaba y la cambiaba. Después se iba al colegio.
Al cumplir los 15 años y llegar a una nueva ciudad, donde su madre la había llevado, una vecina dio la voz de alarma a la policía, denunciaron a su madre y le quitaron la custodia. Roxy acabó en un centro de adopción. Su madre en un manicomio.
Roxy, a pesar de que jamás había recibido el cariño de su madre, la preocupaba y ahora jamás volvería a verla.
Al cumplir los 16 años, extrañamente la adoptaron. Entró en una buena familia. La dieron la recibida como si hubiese sido miembro de esa misma familia y hubiese estado de viaje por mucho tiempo.
Casa nueva, vida nueva.Nota de la autora;
¡Hola! Acabo de empezar esta novelita, sé que este capítulo es corto pero tan sólo es un poquito de la presentación. Es para daros la bienvenida a mi pequeño mundo. Es totalmente irreal, cualquier parecido con la realidad es pura casualidad y cualquier parecido con otra novela, lo siento, no lo he plagiado, simplemente mi cabeza habla.
Y bueno, sé que poquita gente lo leerá, pero ya os lo agradezco. Cualquier mínimo detalle, alguna observación o algo, comentádlo, os leeré encantada. ♥
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¿Finales Felices?
RomanceRoxy, como le gusta que le llamen, jamás se ha criado en un entorno estable o acogedor, su madre, drogadicta y depresiva, lleva mudándose casi toda su vida. Tras ese ejemplo Roxy ha comprobado que el amor no existe y a sus 16 años ya tiene claro que...