¿Finales Felices?

23. Cambio de planes.

Horas después, con su ropa, ya vamos camino a la casa. Yo miro por la ventanilla del coche y Andoni conduce serio. Ninguno de los dos ha hablado desde que lo hemos hecho, me siento bien y a la vez sucia. Como si no estuviese bien esto.
Andoni para una calle antes de la mía.

-Un momento, aparco y te acompaño. -Sonríe.

Aparca en el primer sitio que ve y bajamos del coche. Me da una bolsa con mi ropa mojada. Andamos hasta la puerta.

-¿Cuando te la doy? -Señalo su ropa.
-Mañana. Mañana por la mañana en nuestro viaje a Roma.
-¿Como? ¿Estas loco?
-Oh per favore, ¿que no conoces la fama de los italianos? Por amor hacemos cualquier locura.
-¿Que amor?
-Pues si no es por amor, por la chica de nuestros sueños.

Sonrío sonrojada, lo cual al ser de noche no se nota.

-A las seis vengo a buscarte.
-¿Seis?
-Hay siete horas de viaje, ¿que mas quieres?
-Estás loco.
-Es broma. -Se ríe a carcajadas. -Tengo un avión privado. Andoni Ducati, heredero de una pequeña parte de los Ducati. Un tio abuelo mio fundó esa gran empresa, enormemente conocida.
-Me vacilas.
-Confía en mí. -Sonríe.
-Bueno, ¿y cuanto hay de viaje?
-Digamos que sobre unas tres horas. Te quiero en pie a las 6, a las 7 salimos.
-Pero...
-No hay peros.
-¡Si se enteran, me matan!
-Y si no sales de aquí, te perderás todo lo bueno.

Se fue corriendo y mirándome.
Entré en la casa. ¿Era real todo esto? ¿De verdad acabo de ligar con un guapo italiano multimillonario?
Entré en la habitación y Kike me esperaba despierto.

-¿En serio? ¿Se puede saber que tienen los italianos?
-Un trato diferente del que tu me das.

Lo miré entero. Mal.

-¿Enserio Roxy? ¿¡ENSERIO!?
-No grites, los vas a despertar.
-¿Que crees? No están aquí.

Se levanta de la cama y se acerca mas a mi.

-Dime ahora mismo que no te gusto. Que no te gusta verme. Dime que no soy bueno para ti. Que no soy mejor que esos italianos. -Se acerca mas. -Dime que no se te eriza la piel cuando te susurro. Ni cuando me quedo a milímetros de ti. -Pasa su mano, cogiendo un mechón, por detrás de mi oreja. -Dime ahora mismo que no quieres besarme.

Me deja sin palabras y con la respiración agitada. Me deja parada y con ganas de más.
Quiero que me bese.
Que me roce.
Que me acaricie.
Quiero que me quite la ropa poco a poco.
Quiero hacer de todo con él.

-Kike...
-Dilo.
-Esto no está bien, somos hermanos...
-No te hagas la tonta, sabes de sobra lo que somos.
-No es que no quiera, es que no debo.
-¿Por qué?
-Yo quiero... A Mario. -¿De verdad lo acabo de decir?
-¡Joder! -Da un puñetazo en la puerta.
-¡Kike! -Su puño sangra.

A la vez que todo ocurre entran nuestros padres acompañados de Sofi.

-¿Que pasa? -Pregunta Anne.
-Tu hijo que es un bestia.

Anne se asoma y ve el puño sangrando.

-¡Cariño prepara el coche, nos vamos!
-¿Donde?
-¡Al hospital! Roxy, cuida de Sofi.

Se fueron corriendo antes de que yo pudiese contestar.
Sofi se durmió nada mas irse ellos por la puerta.
Encima del sofá vi el bolso de Anne. Era mi momento. Ahora o nunca. Cogí todo su dinero efectivo. Hice mi maleta y dándole un beso a Sofi y arrepintiéndome por todo lo que iba a pasar, salí corriendo.
Conseguí pagarme, con todo el dinero justo, el viaje de vuelta a España.
Pasaron a saber cuantas horas hasta que al fin llegué. Eran como las 12 del medio día. Me atreví a hacer autoestop y por suerte paró una pareja, los cuales no dudaron en llevarme al pueblo y dejarme en la puerta de Mario.

-Muchisimas gracias, no tengo dinero para agradecerles el haberme traído hasta aquí, pero si me dan su numero de teléfono estaré encantada de nada mas pueda, devolverles este favor.
-No te preocupes, es un favor entre hermanas.
-Además ya veo lo que te importa mi hijo. -Sonríe el señor.
-¿Eres el padre de Mario?
-El mismo. -Ríe.

Aparca el coche y me acompaña hasta la puerta. La abre.

-¡Mario! ¡He vuelto!
-¿Papá? -A la vez que pronuncia esa palabra gira para bajar por las escaleras y me ve. Las baja de dos en dos. -Roxy. -Me coge al vuelo. -¿Ya has vuelto? -Me baja y nuestros labios se quedan muy cerca. -Estás mas guapa. -Sonríe de oreja a oreja. -¿Te has hecho algo en el pelo? -Lo toca. -¿Llevas brillo de labios? -Pasa su dedo por mi boca. -Estas preciosa.
-Bueno, hijo, dejala respirar.
-Papá, ella es Roxy, y si ella quiere, mi novia.

¿ME LO ESTÁ PIDIENDO?

-¿Como?
-Bueno Roxy no me imaginaba esto así y de esta forma. Me imaginé algo diferente y mas bonito, pero no puedo esperar. He cometido muchos errores y quiero asegurarme de que a pesar de ellos sigues a mi lado. El primer día que te vi supe que eras diferente. Comenzamos discutiendo. Fui un chulo. Algo sin remedio. Pero luego, cuando nos castigaron y pude conocerte más a fondo comenzaste a cautivarme. Empecé a sentir mas cosas. En nuestro primer beso la magia saltó. Estas últimas semanas a tu lado han sido lo mejor que me ha pasado en años. Y quiero seguir así mas tiempo. ¿Quieres ser mi novia?

Me quedé sin palabras. No tenía nada que decir. Esto superaba a la realidad.