Ángel Cruel 3 (Freddy Leyva y tu)

CAPITULO 18

Su mirada se volvió confusa, intento no mantener contacto visual conmigo. Sentí como mis manos se congelaban y a su vez sudaban frio, era una reacción tan extraña, porque...

Sí ella me dice que me vaya, no sabré que hacer, no sabré a donde ir, de alguna forma ella es mi motivo de vida, mi razón de existir, ella se ha convertido en la clave, en la pieza fundamental de mi vida.

Mire como mordía sus labios, buscaba una respuesta, y no sabía cuánto deseo me daba el verla hacer eso...

—Alfredo, yo no sé qué ganas con esto, pero déjame darte algo como ganancia al haber venido hasta aquí...

Recorrió con sus dulces ojos mi rostro, ¿eso fue una sonrisa?, sí, lo fue, un hermosa sonrisa se dibujó en su rostro.

—Yo te... —Guardo silencio, movió un poco la cabeza —Te quiero, pero antes de quererte, te amé, con todo el corazón Freddy —Puso sus manos en mi pecho, cerca del corazón, entrelace mis dedos con los suyos —Y no sabes cuánto.

—Y yo a ti más mi cielo —Hable despacio con toda la esperanza del mundo, con los ánimos hasta arriba.

—Cada día soñaba con verte, oler tu perfume, tocar tu pelo, sentir tu boca —Negó divertida con una pequeña risita —Golpear a Wendy porque te quería a su lado, incluso llegué a pensar en ti y en mi juntos toda una vida ¿sabes?, todo color de rosas, tan bonito, tener una familia, una casa, un auto, hijos, un perro, ¿Por qué no? —Decía entusiasmada, no pude ocultar una enorme sonrisa.

—Y yo he soñado tanto en eso —Le respondí.

—Todo fue tan mágico, tan único, especial, y créeme que nuestros momentos, fueron increíbles, perfectos diría yo, pasamos muchas cosas juntos, y si en algo te fallé, solo te pediré una disculpa Alfredo, eres una persona muy especial para mí, y seguramente te recordaré por mucho, mucho tiempo.

—Entonces estamos...

Ella me interrumpió —PERO... —¡EL MALDITO "PERO"! —Hay veces que debes dejar que las cosas se alejen para que no sigan haciéndote daño, ¿sabes?

—_________...

—Porque me hiciste mucho bien, pero también me hiciste un gran mal, Freddy, tú me lastimaste, tú me hiciste sentir muy, pero muy mal, me hiciste llorar mares, sufrí como no tienes una idea... —Sentenció.

—Pero yo... —Intentaba justificarme, pero ella parecía no cesar en sus palabras.

—Y entonces encontré a alguien... Él llego, y logró borrar gran parte de ti, logro eliminarte de mis pensamientos, borrar el dolor que me habías causado y llenar aquel vació con su presencia, lleno mi corazón, con el suyo, puso sus ojos en los míos, sus manos con las mías, y me hizo sentirme amada, querida, por primera vez en mi vida, me sentí así, realmente lo sentí, no sentí que me estuviera mintiendo... —Dijo con emoción al recordar.

—Jos —Sentencie.

Ella asintió —Sí, él —Su vista cayó con una notable sonrisa —Él me reconforto como nadie, y fue tan especial... Mientras duró.

—Entiendo que tu corazón esté mal, que tú no quieras nada de nadie, pero...

—Freddy, Tú... —Al parecer no le importaba que yo terminara mis oraciones, pues ella me interrumpía sin temor alguno —Tú eres una buena persona, te aprecio mucho, pero, ¿Has notado cuanto he sufrido desde que te conozco?, Desde aquella vez que me besaste en aquel salón —Cuestiono.

Me puse a pensar... El sabor de su dulce boca en aquel primer besos, sus ojos llenos de ternura, llenos de pasión, de sentimientos que hacían falta por descubrir, toda ella llena de algo especial que atrapa a cualquiera que se le acerque siquiera un poco. Pero aquello me remontó a algo aún más importante, y es qué, tenía razón, he estado en cada una de sus desgracias, pues incluso cuando Jos falleció, casualmente estuve ahí, en el lugar en la hora, en los hechos, ¿Seré yo un demonio que le lleva la mala suerte?

—Pero, no... No tiene que ver, ha sido una pésima suerte, una mala racha, un mal momento en el que de forma desafortunada he estado ahí, pero no tengo nada que ver en ello, yo no quiero hacerte daño, ¿O tú lo ves realmente así ______? —Le pregunte.

Guardó silencio unos segundos, y abrió lentamente la boca —No, no creo que por tu culpa pasen mis desgracias, pero a veces es bueno tomar precauciones...

—___________

—¿Me permites hablar? —Pregunto haciendo que enmudeciera, asentí únicamente —Te quiero, de verdad que te quiero Alfredo, eres especial en mi vida, y no quiero lastimar más, sufriste una metamorfosis estupenda, pasaste de ser un asco de persona, a ser el chico tan bueno que eres ahora —Decía emocionada.

—Y es una lástima que ahora estoy más solo que cuando era malo —Dije bajo, pero ella escuchó.

—Ya llegará el amor que esté a la altura de tu ser, estoy segura —Decía.

—Creo que ya llegó, y está hablando conmigo, pero es un poco renuente —Dije gracioso.

—Sí, soy renuente a caer en lo mismo, tienes razón —Guiño el ojo —Pero eso jamás quitará la imagen, tan linda que me llevo de ti, y que siempre guardaré con tanto cariño —Aseguró.

—Pero, entonces... ¿Tengo una oportunidad contigo?, ¿Una esperanza por lo menos? —Cuestioné realmente rogando un poco de ella.

Ella se puso nerviosa, no sabía cómo responder, o en su caso, no quería hacerlo.

—Freddy, es qué...

—No —La interrumpí —NO me des largas, quiero una respuesta directa.

—¿quieres un respuesta honesta?, ¿Una directa? —Cuestiono.

—Sí, eso quiero, eso he buscado de ti desde hace mucho tiempo —Le dije.

—Está bien —La tensión aumentó —NO, no tienes ni una posibilidad conmigo, pero es porque no quiero volver a lo mismo, y porque ya me cansé de esto, y al pedirme una respuesta directa, espero que se respete mi decisión, y que no insistas más... —Básicamente había muerto.

Yo quería una respuesta concreta, algo directo, y ella ya me lo había dado.

—Muchas gracias por ser tan honesta —Le dije serio.

—Pero...

—Recuerda que siempre puedes contar conmigo, yo estaré ahí para el bebé que esperas, no lo dudes, se lo prometí a Jos y lo cumpliré, pero, te juró que no te molestaré, te olvidaré, te dejaré en un baúl de recuerdos, y comenzaré mi vida desde cero, tenlo por seguro _________... —Mi voz se volvía quebradiza.

—No te pongas así por favor —Ella sintió lástima por mí.

—No debes sentir lástima, está todo bien —Me levante con fuerza del sofá y caminé hacía la puerta.

—No es lástima, Alfredo no seas infantil —Decía ella molesta.

Me di media vuelta —¿Puedo pedirte algo?, solo una cosa —Le rogué.

—¿Qué? —Preguntó.

—Bésame, por última vez, quiero un último beso tuyo... Por favor, bésame.

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MUERO<|3