CAPITULO 33

1K 159 48
                                    

[ESCUCHEN 'A THOUSAND YEARS' DE CHRISTINA PERRI]

Suspire fuerte, tome aire y luego presione mis labios, las palabras no salían tan fáciles, las palabras no eran tan sencillas de pronunciar.

—¿También te aburrió todo lo que allá afuera sucede? —Me cuestionó, se veía tan tranquilo, supongo que me ha superado.

Le sonreí apenas un poco —Sí, es aburrido, ya tengo lo que quería —Le mostré el título.

—Felicidades licenciada Sáenz —Me dijo congratulado —Sé que usted será una grande en la vida.

—Muchas gracias —Respondí apenada —Pero no más que usted, Licenciado Leyva, seguramente hará algo importante de su vida —Sonreí ahora sí en plenitud.

—Gracias —Dijo sencillo.

Ambos nos miramos con esa actitud de vergüenza, de no saber qué decir, o qué hacer.

—¿Es extraño no crees? —Preguntó.

—¿Qué cosa? —Le cuestione. Entré un poco más, me senté sobre una banca del aula.

—Que ahora nos dirijamos así uno con el otro, que ahora seamos tan secos, tan cortantes, tan poco amigables, que después de tantas cosas, ahora estemos así, me sorprende que no hayamos podido rescatar por lo menos algo muy básico para una amistad.

Me quedé pensando, tenía hasta cierto punto razón, sin embargo él no entendía que a estas alturas me hacía más mal que bien, por lo que lo quería lo suficientemente lejos de mi vida. Y este extraño encuentro sólo sería un buen lugar para concluir los días en los que por lo menos nos mirábamos, ya que después de esto seríamos dos extraños más, aunque claro, reitero que no creo que volvamos a vernos.

—A veces me ponía a pensar ¿Qué sucedería si Jos estuviera aquí? —Me contó. Sentí una punzada extraña en el corazón, y después de ello, una en el estómago.

—¿Y a qué conclusión llegas? —Dije con dificultad.

—No he llegado a ninguna conclusión, por eso quiero preguntártelo a ti, ¿Qué pasaría si Jos estuviera vivo?, aquí... —Su vista se perdió en mis ojos.

Moví la mirada, hacía la ventana de esta aula, me puse de píe y caminando hacia ese lugar comencé a responder, imaginando perfectamente a Jos a un lado de mí.

—Tal vez... No, no tal vez, todo estaría mejor, él es una persona que movía mucho, supongo que buscaría la armonía en las relaciones de todos, probablemente Alan nunca se hubiera peleado contigo —Note como Freddy agachaba la cabeza al escuchar el nombre de su hace tiempo amigo —Me daría consejos, sería un gran apoyo psicológico, seguramente estaría ahora mismo buscándome por haberme ido de allá —Reímos un poco —Es una gran pregunta Freddy —Me gire a verlo con una pequeña sonrisa —sin embargo jamás sabremos que hubiera sido, porque él ya no está.

Él me miró con una tristeza notoria, las cosas iban por mal rumbo ya que ahora estábamos nostálgicos.

Quiso volver a una plática más dulce para alejarnos de aquella conversación que no era demasiado grata.

—Vi a tu hijo —Me dijo con una sonrisa —Es demasiado lindo —Agregó.

Le sonreí gustosa —Sí, es hermoso en realidad, me encantaría que siempre estuviera así, pequeño... Luce tan tierno cada mañana, me encanta ver las huellitas de sus pequeños píes cuando se termina de bañar y pasa por la alfombra de mi habitación porque quiere comer. Es una dulzura —Le conté con una enorme sonrisa que no podía bajar siquiera un poco.

Ángel Cruel 3 (Freddy Leyva y tu)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora