CAPITULO 24

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Me puse una camisa de vestir a cuadros, para verme como todo un galán en esta especial noche. Peine mi ondulado cabello de lado y me puse aquella chamarra de cuero. Tome el ramo de flores que con tanto amor había comprado, y me dispuse a avanza a mi automóvil. Ya todo estaba listo, y es que hoy, ella sería formalmente mi novia, claro si ella acepta.

Me dirigí al lugar que habíamos establecido. Un parque grande de la ciudad, generalmente en ese lugar había una buena cantidad de personas...

Baje de mi automóvil, acomode mi chaqueta y tome las flores del auto, lo cerré bien y camine buscando su bella mirada.

La encontré en una banca del parque, estaba sentada con la mirada en un punto fijo, no sé si me estaba buscando o simplemente veía algo con mucha atención.

Intente llegar de sorpresa, me metí entre las áreas verdes del lugar para llegar por detrás de ella.

Puse el ramo de flores frente a su rostro, ella sonrió volteando ligeramente, tomo aquellas hermosas flores. Brinque para pasar por encima de la banca y sentarme en la misma.

—Son hermosas, buenas noches —Me beso en la mejilla, y entonces su dulce fragancia me penetro profundamente.

—Pues quería que se parecieran un poco a ti —Nos miramos con una sonrisa coqueta por unos segundos después de aquel cumplido. —¿Qué mirabas? —Le pregunte para generar una pequeña charla.

Ella volvió a mirar aquel lugar que llamaba su atención —¿Ves allá? —Pregunto —Hay una pareja, unos viejitos, se me hacen tan tiernos.

Entonces mis ojos lograron ver lo que ella estaba mirando, una pareja de la tercera edad, con las cabecitas blancas y la ropa de colores tenues, abrazados. Él cortejándola y ella aceptando sus caricias. Realmente hermoso.

—¿Tú pretendes llegar a esa edad así? —Le pregunte sin dejar de mirar a aquella pareja.

—Yo quiero amar y sentirme amada, quiero experimentar el amor del que tanto he leído, quiero vivir el romanticismo, quiero que una mirada me robe la atención cada mañana, y que una sonrisa me sane las heridas por las noches, una persona que me apoye incondicionalmente, que acepte mis defectos y que festeje mis virtudes, que sea capaz de amarme aunque tenga unos kilos de más, que sea capaz de quererme aunque esté de malas, que sea feliz a mi lado, que no busque nada en otro lado... porque todo lo que soy, es todo lo que siempre quiso tener —Me gire a verla, sus palabras salieron dulces y fluidas, cálidas, causando una suave y extraña emoción en mi pecho.

—Quiero ser esa persona —Dije despacio, ella no escuchó.

Se giró a verme —¿Tú que buscas?

Presto total atención en mí, la mire a los ojos —Enamorarme... Enamorar, amar, ser amado. Querer y que me quieran... Soy simple, sólo busco a una chica especial, que con una sonrisa elimine un mal día.

—¿no quieres una payasita que lleve frases motivadoras? —Me pregunto.

—Me encantaría que esa payasita se enamorará de mí, y que cada mañana me dijera una de sus frase al oído —Le sonreí.

Ella me estaba dando una gran señal, yo le gustaba tanto como ella a mí.

—Yo sé que ella quiere a alguien como tú, o por lo menos al Alfredo Pacheco Leyva que yo he conocido... —Aseveró.

—¿Y tú cómo lo sabes? —Le pregunte con una sonrisa pícara.

Ella se me quedo mirando en una completa seriedad, de la nada una pequeña sonrisa se dibujó en su rostro.

Ángel Cruel 3 (Freddy Leyva y tu)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora