CAPITULO 26

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Tome la mano de Alonso con fuerza, se llevaron al bebé, debían hacerle una serie de estudios, valoraciones médicas, revisar que todo estuviera normal en cuanto a lo referente a su salud.

Espere varios minutos viendo hacia arriba, con las manos a los lados, sin saber con exactitud lo que estaba pasando. Alonso se retiró. Al tiempo me cubrieron y me trasladaron nuevamente a la habitación del hospital en la que había estado tanto tiempo.

Toque sus manos, sus manos blancas, con sus cortas uñas —Jos, ¿Qué haces aquí? —Le pregunte, aquellos ojos cautivantes me enamoran.

Ambos estábamos sentados, pero él se levantó, caminaba en círculos. Todo alrededor era blanco, como estar en un gran salón, blanco, con luces blancas, con cortinas blancas, todo en aquel color claro.

Su sonrisa era evidente —Nada... Tú me llamaste —Me dijo.

(Los sueños son resultados de lo que la mente desea ver, lo que la mente quiere conocer, lo que la mente anhela)

Baje la vista, entonces todo lo que estaba abajo cambió, un pasto verde con flores crecientes salió de la nada, estaba sentada, con un vestido largo y hermoso.

—Yo quiero tenerte otra vez —Hable despacio.

—Me tienes, me tendrás siempre, siempre estaré contigo, todos los días, cuando veas al pequeño, cuando él se despierte con un lloriqueo, o cuando vayas a la escuela y con orgullo te diga "¡Mamá!", cuando te lleve a su primera novia, cuando lo veas caminando al altar, siempre estaré ahí, contigo, a tu lado, en él, en el aire, en el clima, en el sol, yo estaré contigo mi ________...

—Pero yo te quiero tocar, te quiero ver, te quiero besar, necesito de ti —Lo mire a los ojos, se puso en cuclillas y me tomo de las manos.

—Te amo, y no es un secreto, pero el amor que yo te tengo, no puedo demostrártelo más. Eres una persona, y naturalmente tienes sentimientos, yo sé que alguien más te hará feliz, y necesito verte feliz, quiero que seas feliz, que rías, que llores, que grites por amor, pero sobre todo, quiero que te enamores, eres joven y hermosa, ¿Qué más quieres? —Preguntó.

—A ti —Le respondí ahogando una lágrima.

Acarició cálidamente mi mejilla con su mano, así como él lo sabía hacer, así como siempre me calmaba.

—Yo ya sólo soy un recuerdo... ¿Quieres que te cuente un secreto?, que tu siempre has sabido...

—¿Qué?

—Yo no soy el amor de tu vida, es... —Se acercó a mi rostro, supongo que me iba a besar, cerré los ojos, los volví a abrir y... Todo se había esfumado, la realidad me había alcanzado.

Todos estaban en mi habitación, y hablo de todos aquellos que tuvieron la amabilidad de acompañarme en el momento que seguramente será el más importante de mi vida... Hasta ahora.

Mi madre estaba delante de todos ellos, con una enorme sonrisa, luego Mauro, su esposo, atrás de ellos Alan y Anastasia, junto estaba Alonso, y atrás estaba... ¿Freddy?

{Ya se les irá la duda de quién es el bebé;)}

—Con permiso —Escuche la voz femenina de una enfermera, que llevaba en un cunero del hospital al nuevo integrante de la familia —Les traigo a su nuevo rey —Jugueteó con nosotros, estaba envuelto en las cobijas que habíamos traído y portaba la ropa que ya habíamos dado.

Todos sonreímos al verlo —Es tan hermoso mi nieto, ¿cierto? —Le dijo mi madre a la enfermera.

—¡Vaya que lo es! —Respondió ella —No recuerdo haber visto a un bebé con esas pestañas, jamás...

Ángel Cruel 3 (Freddy Leyva y tu)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora