Ángel Cruel 3 (Freddy Leyva y tu)

Capítulo 47

Dividiré en dos partes el final, espero que no se molesten, hace mucho no escribía, olvidé algunos detalles, perdonen a quienes siguieron la historia, sólo quiero concluirla, espero amen esto... Comenten por favor. 

Eran las últimas semanas de un mes frío, las cortinas oscuras arrullaban al pequeño José Miguel, estaba cómodo acostado en su cama, yo me dormí con él, eran aproximadamente las 7 de la noche, sentía el aire deslizarse suave en la ventana, los automóviles y su paso lento en las calles de la ciudad daban a entender el poco tráfico que había, era un día feriado, de esos en los que todo mundo aprovecha para salir a ver a otros familiares, también un día predilecto para aquellos amantes de todo aquello que lleve sexo, los moteles están llenos, incluso los de paso, todo mundo se ama en los días como hoy porque el clima se presta para dar y recibir amor. Ahora mismo el único amor que recibía era el de mi pequeño, sus grandes ojos negros y sus pestañas bien hechas estaba tranquilas, con un gesto de serenidad y paz, demostraba total seguridad. Yo estaba intranquila, pero muy serena en lo exterior, todo parecía normal, ya tenía puesto aquel vestido que mi padre me regaló, era una pieza que merecía una ovación de pie.

Me moví despacito por la cama, saliéndome del lado de mi pequeñín, dándole seguridad, confianza, él pensaba que su madre estaba junto a él y ya no sería así.

Lo miré unos segundos más, es en definitiva mi príncipe, y mi vida perdería sentido si él no estuviera conmigo.

Entré a su armario, ya estaban hechas todas las maletas.

Flash Back

—Mamá, ¿a dónde iremos? —Preguntó mi pequeñín mientras guardaba su ropita en una maleta.

—A Suiza mi amor, encontré una casa allá, y me aceptarán en un trabajo bonito, nos acomodaremos, estaremos en un pueblo pequeñito cerca de un lago entre las montañas y me verás más tiempo, porque trabajaré menos ¿no te encanta la idea? —Le dije emocionada.

—Mamá, ¿Y mis amigos? —Preguntó con un puchero.

—Allá harás más amigos, mi amor

—¿Por qué nos iremos tan pronto? —Me cuestionó.

Me agaché bien para estar a su altura, le moví los cabellos que cubrían su frente.

—A veces hay que irse un rato, escapar de todo... Es bueno salir de la comodidad ¿No crees?

—Pero yo no me quiero ir...

—Mi amor, te encantará, será hermoso...

—Sólo iré porque vas tú, ¿Está bien? —Dijo tierno aquél.

Asentí con la cabeza, besé su frente y continué acomodando su ropa

Flash Back

Escuché el timbre de la puerta, era una niñera especial que había contratado para el gran día.

Le abrí inmediatamente, me saludó cordial —Hay comida en el refrigerador, si se despierta intenta dormirlo, si no quiere entonces déjalo, si llegase a preguntar por mi dile que vuelvo en un rato, a las 10 a más tardar debes tener todas las maletas en la puerta ¿Está bien? —Pregunte ante mis instrucciones.

—Sí —asintió nerviosa la chica.

—Eso me gusta —Me detuve frente a ella —Sólo... Cuídalo bien —La miré con todo el amor que le tengo a mi pequeño —Es lo más valioso de mi vida.