Capítulo 11

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Al llegar a casa ya estaba más calmada. Y tenía claro lo que iba a hacer. Primero se había planteado cancelar la cita, pero no tenía su número y ni se le pasaba por la cabeza pedírselo a su vecino. Y que cuando la pasase a buscar la dijese que no, la parecía una muy mala idea. Así que aprovecharía la oportunidad que le daba el destino de conocer a un pedazo de hombre y a la vez despejaría la cabeza. Y a la mañana siguiente, se despertaría pronto y le llevaría churros a Carlos como ofrenda de paz. Así que con la cabeza más despejada, empezó a prepararse mientras cantaba la canción de Hozier, "Take me to church"; la canción que había escuchado mientras estaba en el taxi de camino a casa y no se la podía quitar de la mente.

Se dio una ducha rápida y se secó el pelo, dejando la melena ondulada, lisa. Ahora llegaba lo peor. Se sentó a los pies de su cama, quedando enfrente del enorme armario. Se quedó mirando para ver que se ponía, pero había un problema, Stoker no la dijo dónde la llevaría. ¿Y si elegía algo que no pegaba con el sitio? Así que al final, después de dar varias vueltas a las opciones, se decidió por unos vaqueros pitillos claros, una camisa suelta negra con unas piedrecitas en el escote en V y la chaqueta clásica de Channel negra. Y como zapatos, se decidió a unos stilletos rojos con el bolso a juego para dar algo de color. Decidió no recargarse mucho el maquillaje y solo se puso la base, máscara de pestañas y un brillo de labios en tono rojizo.

 Terminó de prepararse unos minutos antes de que Douglas llegase a recogerla. En esos minutos se dedicó a repasar el contenido del bolso y verificar que no faltase nada; y a ponerse  de los nervios. Así que cuando escuchó el timbre e la puerta, cerró el bolso y fue rápidamente a abrir. Y se quedó sin aliento,  porque estaba muy atractivo con una camisa blanca con los botones superiores desabrochados y una americana negra; nos Levi's y unos zapatos italianos negros. 

-Roxanne, estás.. - dijo él mirándola de arriba a bajo.

-¿Voy mal? - dijo nerviosa- ¿Mejor me cambio, verdad? - dijo hablando cada vez más deprisa.

-No,no - le aseguró -, estás preciosa

-Ah - dijo sonrojándose -. Gracias, tú también...guapo, no preciosa, claro - dijo poniéndose más colorada. << Estoy haciendo el ridículo>> pensó.

-Gracias - rió -. Sería la primera vez que me llamasen preciosa - dijo para relajar el ambiente.

-Mentira - dijo una voz por el pasillo -, hace dos años te disfrazaste de mujer, si mal no recuerdo... ¿O hace tres? Y juraría que te llamaron preciosa muchas veces... Y la verdad es que ese vestido te favorecía - rió.

-Métete en el piso, Salvador - dijo sin girarse el aludido.

-Lo que tu digas, preciosa - dijo antes de cerrar la puerta del piso de Jackson con una sonora carcajada. A la que acompañó una pequeña risa de Roxanne, la cual intentó disimular.

-Ríete si quieres - le dijo a la rubia-, pero lo único que tiene ese hombre es envidia. ¡Me quedaba mejor a mi el vestido que a él la falda! - dijo guiñándole un ojo y haciendo que se riera más fuerte. 

-No os puedo imaginar en faldas ni vestidos... - volvió a reír.

-Te prometo enseñarte algunas fotos, pero en la próxima cita, así no me dirás que no.

-Es un buen incentivo... - dijo saliendo al descansillo y cerrando la puerta.

-Eso espero - esta vez rió él.

El ascensor todavía estaba en esa planta, así que no tardaron mucho en bajar y salir a la calle. Y por suerte, Stoker había aparcado a un par de metros del edificio. Se trataba de un 4x4, gris y de última generación.

Chicago Warriors (Editando)©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora