Ambos miraban como los dos gatos se reconocían mutuamente y luego Nefertiti empezaba a lamer por todos los lados a Anubis, y él se dejaba hacer.
-Creo que ya sabemos quien va a mandar - rió Jackson.
-Yo también lo creo- dijo, peor no solo por esa escena, sino que ella tenía la sensación de que ya en la caja, antes de encontrarlos ya era así. - ¿Quieres algo de beber? -le dijo dándose cuenta de que se había olvidado preguntarlo antes
-Vale- dijo viendo la oportunidad de pasar más tiempo con ella, aunque a la vez era como estar en el cielo y en el infierno. Podía estar con ella, oírla reír, hablar, tocarla de manera que pareciera un accidente; y a la vez no podía tocarla como el quisiera, ni besarle y mucho menos dar rienda suelta a sus verdaderos sentimientos, y eso le mataba.
-Creo que tengo alguna cerveza de Carlos en el frigo - dijo caminando a la cocina con él siguiendo sus pasos.
-Mientras que no sea té, cualquier cosa - dijo mientras veía como abría el frigo.
-¡Lo sabía! - exclamó triunfante mientras elevaba una botella negra de cerveza. - ¿En copa?
-No, gracias -dijo acercándose a ella cuando sonó un móvil.
-Es el mio - dijo ella escabulléndose hacia la sala de estar para cogerle. Volvió a la cocina al poco tiempo mientras escribía frenéticamente.
-¿Algo malo? - no quería ser un cotilla pero no pudo resistirse a indagar un poco.
-Na, es Douglas, que viene para aquí. Quiere conocer al Anubis- O'Donnell se alegró de que ella no hubiera apartado la mirada del teléfono porque así no pudo ver como su cara se ponía roja de furia.
-¿No habíais cortado? - dijo dándola la espalda para que no le viera le expresión. Y es que sólo de pensar en que habían vuelto le hacía querer cometer un homicidio. Y lo peor era pensar en cuando la reconciliación de había llevado a cabo, si él no se había apartado de ella desde que la recogió de su piso.
-Sí- dijo ella cauteloso notando rara su voz - pero eso no significa que no podamos ser amigos.
-Claro - dijo sin saber si sentir se tranquilo o no. Porque donde hubo fuego siempre quedan rescoldos, como quien dice.
Ella habló pero Jackson O'Donnell no la escuchaba, estaba pensando en la manera de evitar que ellos dos volviesen a salir juntos, o simplemente que él no llegase; pero eso no iba a poder ser. Y tampoco era todavía el momento para decirle sus sentimientos y menos cuando el capullo de su amigo estaba por llegar.
-¿Jackson? -dijo Roxanne casi a su oído mientras le posaba una mano en el antebrazo para llamar su atención, lo que tuvo como resultado que él se sobresaltase.- ¿Estas bien?
-Si - dijo mientras que al girar su cabeza sus bocas quedaban a centímetros. Sus ojos no se podían apartar de los labios de ella, ni dejar de preguntarse cómo se sentirían.Lo mismo que la pasaba a ella.
-Bésame - dijo ella en voz alta sin darse cuenta.
-¿Qué? -preguntó él creyendo haber oído mal.
-¡Nada, nada! - dijo dándose cuenta y separándose avergonzada. Aunque en su interior le hubiera encantado volver a repetirlo.
-No, no hagas eso - él no la dejó marchar y la sujetó por un codo-. No te alejes. Sólo dilo otra vez. - Le pidió mientras la giraba y la miraba a los ojos. Ella se perdió en sus ojos verdes y lo dijo, pero esta vez la palabra se escuchó perfectamente.
Se quedaron en silencio; ella sin atreverse ni siquiera a moverse y él asumiendo sus palabras. Y antes de que se dieran cuantas tenían unos labios sobre los del otro.Ningún hombre la había besado así, un beso que era a la vez conocedor y exigente. Él se sintió ligero como una pluma cuando posó sus labios sobre los de ella. Eran más suaves de lo que soñaba, y sabrosos. Embriagadores como nunca esperó. Y ahí es cuando lo supo: nadie, jamás, podría igualar a aquellos labios.Y justo cuando todo se iba poniendo más caliente el timbre de la puerta sonó.
-No abras - dijo él mientras apoyaba su frente en su cabeza -, que les jodan. - ella iba a contestar cuando volvieron a llamar insistentemente. - ¡Malditos sean! - dijo separándose - Tú y yo tenemos que hablar; y lo vamos a hacer - dijo mientras que la besaba duramente en los labios y se dirigía hacia la puerta; de camino agarró sus cosas.
Roxanne se quedó mirando embobada como Jackson se alejaba en dirección a la puerta y sus pensamientos solo podían pensar en el mejor beso que la habían dado en su vida. Se sobresaltó cuando varias voces le gritaron su nombre al oído.
-¡Cuéntalo todo! - dijo Carlos
-Con el empujón que me hadado al pasar veo que hemos interrumpido algo - rió a la vez Douglas
-¿Estás bien? - Héctor fue el único que sonó preocupado, y sobre todo por la cara ida que se la había quedado.
-Sí, sí. Estoy bien. Mejor que bien - dijo mientras sonreía sin poder evitarlo.
-¡Deja de sonreír como una idiota y dilo! - la apremió Carlos.
- Sonríe como una enamorada - la corrigió el pelirrojo.
-Pues eso, como una idiota...
-¿Así que estar enamorado te hace un idiota? - le enfrentó Héctor a su novio.
-No - se defendió
-¿Y entonces? - esta vez la pregunta fue hecha por ambos chicos y Roxanne.
-Te hace hacer tontería, es diferente - dijo moviendo la cabeza todo convencido.
-¿Y que tonterías has hecho tú por amor? -le dijo Douglas mientras elevaba una ceja.
-¡Eso! - dij interesado Carlos.
-¿Tener esta conversación? -dijo burlándose de ellos - Pero a estamos aquí para saber lo que ha pasado...
-Estáis aquí para conocer a Anubis - le corrigió la rubia.
-También, pero no sólo las mujeres pueden hacer dos cosas a la vez, ¿sabes? Los homosexuales también. Y estás con tres - bromeó.
-¡Eh! Que no soy gay... - se indignó Stoker
-¡Ups! - puso los ojos en blanco antes de guiñar un ojo a Roxanne-. Y ahora...
-Nada... sólo nos hemos besado.
Y como si se tratara de colegialas, se pusieron todos a gritar emocionados, sólo les faltaba agarrarse de las manos y empezar a saltar frenéticamente.
-¿Estás seguro que no eres gay? -le preguntó Carlos después de haber oído el gritó que pegó.
-¡Que sí! - dijo exasperado - ¿quieres que te lo demuestre?
-Sí - le retó. Roxanne y Héctor, conociendo a Carlos decidieron con una mirada entre ellos que preferían ir a buscar al nuevo inquilino de la casa.
-¿Cómo prefieres que te lo demuestre? - se picó el pelirrojo.
-Bésame - le retó.
-¡No te voy a BESAR! - le gritó.
-¡TE ESTOY ESCUCHANDO, IDIOTA! - le gritó a su vez su novio desde el salón.
-Había que intentarlo - dijo como respuesta mientras se encogía de hombros.
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¡Hola! Bueno, no sé sabíais que era una historia corta, pero estaba en las etiquetas puesto. Lo que significa que ya no quedan apenas capítulos para el fin de la historia, con esto quiero decir que quedan uno o dos capítulos y ¡C'est fini!
Otra cosa, siento tardar tanto en actualizar pero mi vida esta siendo como un mini caos, entre los estudios y el trabajo casi no tengo tiempo para escribir y casi ni para mi misma -.- Así que os pido un poco de paciencia. ¡Un abrazo!
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Chicago Warriors (Editando)©
Romance¿Quieres conocer a Roxanne? ¿Y a Jackson? Aquí tienes la oportunidad de hacerlo. No te lo pierdas. Yo no lo haría. Todos los Derechos de Autor reservados.