Epílogo

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Roxanne sintió una mano áspera en su hombro, pero esta vez era de verdad. Sentía el calor que emanaba el cuerpo de Jackson a su espalda y es que tal como le dijo él, la situación tenía fácil solución y al poco tiempo acabaron en la cama con todas las extremidades enredadas y sintiendo más places del que hubiera imaginado.

-Rox...o soy yo o ¿están abriendo la puerta? - le susurró Jackson también medio dormido.

-Imaginaciones tuyas - le contestó volviendo a caer en un dulce sopor.

-Ajá - dijo antes de abraxarla por la espalda y acurrucarse contra ella.

-¿ROXANNE? - gritó Carlos desde la puerta.

-¡Mierda! - se incorporaron ambos y se miraron sus respectivos cuerpos desnudos. Y al momento escucharon como la puerta principal cerrarse y unos pasos caminar por el piso.

-Ponte la ropa - le apremió Roxanne.

-Está en el salón.. o en el pasillo - dijo Jackson levantándose de la cama y corriendo de un lado al otro en busca de algo para taparse.

-Coge mi bata - le señaló la bata de satén rosa que estaba colgada de la puerta del baño.

-Ni de coña - dijo mirando la bata con asco -, prefiero que me vea desnudo.

-Pero yo no... - mientras discutían se escuchaban varios pasos avanzar por el pasillo en dirección a la habitación.

-¿Rox? - dijo Carlos ya cerca de la puerta de la habitación, lo que dio el tiempo justo a Roxanne de agarrar las sabanas que estaban a los pies de la cama y taparse como podía.

-Póntelo - le susurró justo antes de que su amigo apareciese por la puerta, pero por suerte no vio a Jackson desnudo, el cual se estaba poniendo rápidamente la bata rosada. Aunque a decir verdad no le escondía mucha piel, el bajo le quedaba tan corto que no se le veía nada de milagro y las mangas parecían que reventarían en cualquier momento. - ¿que haces aquí? - le preguntó a su amigo.

-Pues pasaba para cotillear con Héctor cuando nos hemos encontrado a Salazar, Salvador y Douglas llamando insistentemente a la casa de tu vecino buenorro...

-Hola... - le dijo Jackson después de carraspear para llamar su atención.

-Hola - le miró Carlos brevemente y apartó la mirada como si nada para a los pocos segundos girarla de golpe y mirarle de arriba a bajo detenidamente - no me lo creo - dijo antes de romper a reir a carcajadas - ¡CHICOS VENID! - gritó a quien estuviese en el salón.

-¡No! - dijimos Jackson y yo a la vez. Mientras escuchábamos varias voces por el pasillo, Jackson se sentó en el borde d ela cama dando la espalda a la puerta con los codos en las rodillas y la cabeza entre las manos; Roxanne se intentó tapar mejor.

-¿Qué pasa? - dijo Héctor entrando, el cual cayó al ver el panorama.

Pero cuando entraron los gemelos y el pelirrojo, primero miraron detenidamente a Roxanne para después fijarse en su amigo y romper a reírse a carcajada limpia.

-¡Marchaos! - dijo O'Donnell mientras giraba el cuello para mirarles y justo en ese instante un flash destelló - Joder, ¡LARGO! - les gritó mientras se ponía de pie con mal humor, lo que causó más risas por parte de sus amigos cuando la bata se abrió mostrandolo como dios lo trajo al mundo y Los amigos de Roxanne se quedaron mirando su parte inferior con la boca levemente abierta.

.Jackson, cariño - intentó llamarlo sin reirse, por que de verdad quer le parecía que la situación no podría empeorar o ser más surrealista - ,se te ha abierto la bata... - él inmediatamente miró para abajo y se cerró la bata entre gruñidos.

-Enhorabuena, Rox - le dijo Héctor mientras elevaba repetidamente las cejas.

-Gracias - dijo ella sonrojándose.

Y a partir de ahí todo se volvió un caos. Stopker, Salvador y Salazar discutían entre ellos sobre quien había apostado qué. Carlos regañaba a su novio por aquel comentario y el otro le respondía que él no iba a ser el único que pudiera hacer ese tipo de comentarios. Mientras tanto Jackson miró ceñudo a Roxanne mientras volvía a sentarse a su lado en el borde de la cama; ella le correspondió con un encogimiento de hombros divertida, pues sabía que no iba a ser la última vez que esta situación se repetiría.

-Quita ese ceño - le dijo sonriendo - por lo menos ya no eres el centro de atención.

-Algo es algo. Pero espero que esa foto no circule por el vestuario - dijo sin dejar ce fruncir el ceño.

-Anda, ven - le dijo mientras ella se acercaba un poco para darle un casto beso en los labios-. Te quiero, mi gruñón.

-Te quiero, ojazos.

-Te he dicho que n.. - pero no pudo terminar porque él la volvió a besar.



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Ahora si que sí se terminó la historia. Espero que os haya gustado y que disfrutarais con ella :) Espero que no os olvidéis de esta insignificante escritora que aunque muchas veces tarde bastante en actualizar intenta hacerlo lo antes posible.

¡Un fuerte abrazo y hasta pronto!

Chicago Warriors (Editando)©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora