El sonido del timbre se fue intensificando en cuanto más llamaban a él. llegó un momento en que se convirtió en un sonido tan real que Roxanne se despertó de golpe mientras que se sentaba abruptamente en medio de la cama la cual tenía todas las sábanas revueltas. Y esta vez su grito de frustración, no solo parte de un sueño. Y cuando asumió que todo había sido un maldito sueño se dejó caer sobre la almohada con un gruñido mientras que el timbre no para de sonar.
-¡YA VOY!- gritó con mala leche. Se puso de pie mientras que golpeaba el colchón con el puño.
Al ir hacia la puerta pasó por delante de un espejo y ella con la esperanza de ver algo de verdad de su sueño miró y lo único que quiso al verse reflejada en él era romperlo en pedazos. Sobre todo porque le demostraba que su mayor momento erótico no había sido más que imaginaciones de una mente dormida. No había rastro del camisón de tirantes, en su lugar había un camisón de manga francesa y con una ardilla en el frente. Tampoco había rastro del chupetón del cuello...
-¡VOY! - gritó mas fuerte al escuchar otra vez el timbre y volvió a ponerse a andar hacia la puerta. En su camino a ella pudo ver a los dos gatos durmiendo casi uno encima del otro en el sofá.
Abrió la puerta sin comprobar quien era primero y se quedó sin aliento al encontrarse a Jackson con el pelo todavía húmedo de la ducha y solamente unos pantalones deportivos cortos. Su magnífico pecho al descubierto quedaba a sólo unos centímetros de distancia, y solo le vino a la mente lo bien que se había sentido ese pecho en contacto directo con su piel. La mirada de él la recorrió atentamente parándose en su pecho haciendo recordar a Roxanne que no levaba sujetador. Se cruzó de brazos intentando taparse los pezones que seguramente él ya habría notado.
-Rox...
-Jackson...
-Tenemos que hablar - dijo mientras la miraba fijamente a los ojos violetas.
-Sí - contestó, aunque en ese momento su cuerpo empezó a temblar, pero temblaba por el temor a la reacción de él cuando se enterase de que su lío con Douglas era toda una farsa. - Pero antes déjame decirte algo primero - dijo sabiendo que preferiría decírselo y que se enfadara antes de escuchar lo que él le tenía que decir. ¿Y si le decía que la quería y luego se enfadaba tanto que no quería volver a saber nada de ella? Prefería que se enfadase primero con ella y no le dijera sus sentimientos a saber que había sido la idiota que había jodido todo o peor, seguir siendo vecinos sabiendo lo que él sentía por ella y no poder hacer nada al respecto. - ¿Entras? - dijo apartándose de la puerta.
-Claro - sonrió de esa forma que tanto la gustaba mientras entraba en el piso.
-Siéntate si quieres... - le dijo señalando el hueco del sofá que quedaba libre.
- ¿Y tú? - dijo sin moverse.
-La verdad no creo que ahora mismo sea capaz de estar quieta... - le confesó. Y era verdad entre el agitados sueño y lo nerviosa que estaba por la inminente conversación su cuerpo pedía movimiento, sis se sentaba se volvería loca.
-¿Tan malo es? - levantó Jackson una ceja.
-Sí... no.. ¡no lo sé! - dijo empezando a pasearse por el salón.
-Rox, sabes que puedes decírmelo sin problemas, ¿no? Te voy a escuchar y no te voy a prejuzgar... - intentó tranquilizarla mientras veía como se movía y rascaba los brazos nerviosamente.
-Eso dices ahora... y ¿si después de saberlo no me quieres volver a ver? - le miro con los ojos rojos de quien está a punto de llorar.
-Rox... - fue hasta ella para sujetarla de ambos brazos y hacer que le mirara-, mírame. Hay muy pocas cosas que hagan que quiera volver a verte, me entiendes. Sólo podría apartarme de ti si supiese que estás casada.. porque no estas casada, ¿no? - al ver que ella negaba contundente, respiró aliviado - Ya está, todo lo demás que me pueda decir no nos separará, al contrario yo intentaré hacer todo lo que pueda por tí.
ESTÁS LEYENDO
Chicago Warriors (Editando)©
Romance¿Quieres conocer a Roxanne? ¿Y a Jackson? Aquí tienes la oportunidad de hacerlo. No te lo pierdas. Yo no lo haría. Todos los Derechos de Autor reservados.