La tarde de Roxanne fue un no parar intentando avanzar todo el trabajo que no pudo hacer por la mañana. Porque después de despertar a Carlos, y también a Héctor, les contó su cita y Carlos estaba tan emocionado que no paró de hacer preguntas. Tantas que al final se tomaron el chocolate caliente fríos y a toda velocidad, ya que Roxanne tenía que ir a abrir la nave y su amigo se le puso entre ceja y ceja que la tendría que acompañar. Así que habían llegado puntuales para abrir las puertas por los pelos y el resto de la mañana se la pasaron hablando, mejor dicho Roxanne se la pasó respondiendo a preguntas y riéndose de los comentarios subidos de tonos de su compañero.
Y ahora, después de comer lo que pidió al primer restaurante coreano que encontró en la guía telefónica, tenía que encargarse de comprobar como iban los pedidos que habían encargado, mirar las facturas, comprobar cómo se encontraba el almacén de telas y si tenía suerte, conseguiría diseñar algo. Ella se conformaba con un simple complemento, porque en los últimos días no había hecho nada. Pero comprobar las telas le llevó más tiempo del que pensaba, sobre todo porque la cabeza s ele iba a otra parte. Más concretamente, a cierto pelirrojo y a sus labios. No había duda que besaba bien, excelente. Pero había algo que fallaba, tal como lo pensó después. Y aunque se sentía tonta por pensarlo tanto, no podía evitarlo.
-Tantas novelas románticas me están pasando factura- dijo para sí mientras revisaba por cuarta vez la sección de telas estampadas. - Los príncipes azules no existen, y si existen en su mayor parte están desteñidos - suspiró y siguió intentando acabar con el inventario lo antes posible para poder pedir las telas que quedase poco o se hubieran acabado.
Todos los protagonistas de sus novelas, eran hombres increíbles: guapísimos, cuerpo de infarto, sonrisa matadora, voz perfecta, altos, con un corazón de oro aunque ellos no lo quisiesen mostrar y un poderío en la cama que te dejaba dolores en músculos que la protagonista no sabía que podían doler. Después estaban los que tenían un pasado y magnetismo oscuro o los que siempre habían sido hombres respetables. También estaban los protagonistas que les salen dinero por todos o los lados o los que no. Da igual, en todas las historias ellos se convertían en los hombres perfectos y con los que soñabas encontrar. Después llegaba la realidad y todas tus expectativas se joden, o por lo menos eso a aprendido ella. ¿Los que parecen sacados de un portada de revista? Después, son unos gilipollas egocéntricos. ¿Los que tienen dinero? Harían cualquier cosa por conseguir más y solo piensan en sus empresas. ¿Los que no tienen? Se acercaban a ella porque ella si que tiene. ¿Los que parecen que serán increíble en el dormitorio? Ni de lejos llegan a ser como aparentan. Aunque la verdad es que hace mucho que no tenía una cita antes de Stoker. Demasiado cansada de buscar al "príncipe azul" y muy poco tiempo para ello. Aunque su experiencia fue mientras vivía con su padre antes de la universidad y durante ésta. En esos años la verdad que los hombres dejan mucho que desear, por lo menos a ella. Por eso esperaba más de ese beso, tampoco pedía fuegos artificiales ni una banda sonora romántica de fondo, pero no sé, sentir algo más... que le acelerase el corazón de excitación, no porque la empezase a faltar el aire. Cómo cuando veía a Jackson, aunque ella no quisiese aceptarlo. Además, parece ser que desde que le conoció es mucho más consciente de los miles de carteles de su cuerpo semidesnudo que decoran la ciudad o de su cara en las revistas o en los autobuses. Cosas que antes ni se fijaba ahora parecen que llaman su atención a gritos. Pero por otra parte algo le alejaba de él, puede ser por su forma de presentarse o de actuar. O porque ya estaba cansada de tipos como él, que te aceleran el pulso para luego quedarte con las ganas. Y pensó que Douglas era igual antes de aceptar la cita, pero después de oír los comentarios de su vecino no se pudo resistir. Y no se arrepentía de ello, porque Stoker ha resultado ser un chico divertido y más humilde de lo que aparenta. Y por eso pensaba darle una segunda oportunidad que no tenía nada que ver con cierto moreno de ojos verdes.
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Chicago Warriors (Editando)©
Romance¿Quieres conocer a Roxanne? ¿Y a Jackson? Aquí tienes la oportunidad de hacerlo. No te lo pierdas. Yo no lo haría. Todos los Derechos de Autor reservados.