3 semanas después...
Liza caminaba por los pasillos del Instituto mientras veía su teléfono, hacia un frío invernal, que a ella le encantaba.
Camino hasta su casillero y se acercó una chica castaña con mechas de colores.
-¡¡¡Lizaa!!!- llegó gritando Connie mientras se abalanzaba contra ella.
-Hola, Connie - dijo Liza casi es sin poder respirar.
Connie y Liza habían hecho una gran amistad, por primera vez Liza sintió que tenía una amiga de verdad al igual que Connie. Aunque no podía decir lo mismo de Jack, casi no se podían ver, no se soportaban ninguno de los dos, sólo hacían por Connie.
-¿¡Por que no me dijiste que eras Candidata para Reina del Baile!?
-Ah... Cierto, se me había olvidado -dijo Liza, y era verdad como eso ya no le interesaba, no le había dado importancia.
-¿Y que piensas hacer? Por que Amber ya esta con todo -dijo mientras veía un póster de ella como Candidata del Baile.
-Nada, eso no me importa ya, ahora tengo otras prioridades.
Connie iba a responderle cuando el timbre sonó.
-Tengo que ir a clases - se despidió Connie.
Ella también fue a clases y tomó su pupitre de siempre, junto a la ventana; cuando llegó Jack, el siempre se sentaba en los lugares más alejados de ella, pero hoy por una extraña razón se sentó atrás de ella.
Liza iba a decir algo pero el profesor entró.
La clase paso como siempre aburrida, cuando el timbre sonó todos salieron quedándose solamente Liza y Jack. Y cuando ella se proponía ir a la Cafetería él la tomó del brazo.
-¿Que te pasa? Sueltame -dijo queriéndose safar de él.
-Quiero hablar contigo.
-Yo no sueltame.
-No seas infantil, se lo que quieres hacer con los que mataron a tu madre y tu hermano -dijo y Liza inmediatamente lo volteo a ver, ahora si quería hablar con él.
-¿Como lo sabes? - dijo viéndolo.
-No es difícil saberlo, yo haría lo mismo.
-¿Por que me dices eso?
-Quiero ayudarte -dijo viéndolo.
-¿¡Que!? -dijo incrédula -¿Tu?, ¿Por que?
-Por que las personas que mataron a tu madre y tu hermano, mataron a la mía también -dijo y Liza quedó en shock, no lo podía creer.
-¿Hecho? -dijo poniendo la mano para cerrar el trató.
-Hecho.
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Don Marcone estaba sentado viendo un viejo álbum familiar, sintió una profunda nostalgia. Recordaba momentos que había pasado con su familia y de repente sintió una rabia e impotencia, se vengaría de todos los que habían hecho esto a su familia, empezando por su hermano.
-Señor el auto esta listo, lo esperan -dijo un sirviente mientras Don Marcone salía de su transe.
Don Marcone guardó la fotografía que tenía en la mano, mostraba el mayor secreto de La Familia Marcone, un secreto que el Don se llevaría a la tumba.
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Liza y Jack caminaban juntos hacia la casa de él la cual irónicamente estaba justo al lado de la de Liza. De todos los lugares, ella se tenía que ir a vivir a Villa Rica, una pequeño pueblo a las afueras de Nueva York ahí vivían familias que tenían mucho dinero pero que no querían vivir en la zona ajetreada de la ciudad.
