Dedicado a: DannaMirandaRodrigue
IrmitaTurciosEl sonido se las patrullas era inconfundible. El olor a café y donas algo característico. En la estación de policía en Nueva York, un crimen cometido.
-Lucas -dijo un chica llamándolo -Aqui esta lo que me pediste.
-Gracias -contestó él. Abrió la carpeta que mostraba fotografías de la cámaras de seguridad del club nocturno en el que se habían encontrado al Don Capri. La autopsia demostró que fue asesinado por una bala de calibre 22. Además de que lo habían golpeado fuertemente. Los demás creían que el homicidio lo perpetró un hombre. Pero el tenía sus dudas, era un club de prostitutas. Además un testigo afirmó haber visto a Don Capri, entrar con una chica a la habitación pero, ¿Y la chica?
No encontraron a nadie; paso al menos tres horas para que lo descubrieran muerto en aquella habitación.
Estaba seguro que aquella chica había tenido algo que ver en los asesinatos. Pero no tenía pistas de quien era. Lo único que tenía era una fotografía donde se mostraba con un vestido de lentejuelas, caminado por el estacionamiento rápidamente.
-Sea quien seas, te encontraré.
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Liza estaba se subió al ring, todos se estaban arremolinaban entorno a ellos.
-Aún puedes rendirte, no quiero golpearte -dijo Rafael arrogante.
-Creo que el debería irse debería ser tú, no creo que te agrade la idea de que una chica te patee el trasero -dijo Liza agria y todos comenzaron a abuchear de nuevo. El rostro de Rafael comenzó a congestionarse de ira pura.
La campanilla sonó. La pelea comenzó.
Ambos estaba de esquina contra esquina. Liza estaba en guardia.
Rafael lanzó un golpe, Liza lo esquivo con facilidad, volvió a atacar, y Liza lo esquivo de nuevo. Pero seguía y seguía, duro así varios minutos, Liza comenzó a cansarse, al contrario de el que ni una gota de sudor tenia. Entonces Rafael le propicia un golpe que le llega justo en la clavícula.
Liza lo sintió increíblemente fuerte, se tambaleo pero no cayó. Comenzó a brotarle sangre de la boca.
La gente seguía gritando como loca, escuchaba a Charlotte maldecir a los lejos, se volvió a poner en guardia. Pero Rafael, le propicio un patada en el estómago, sacándole el aire. Esta vez Liza si cayó.
Se escuchaba, los gritos diciendo que se levantará, sentía un gran dolor en la boca y en el pecho. Vio la mirada burlona de Rafael, entonces recordó.
Flashback
Una vez estaba jugando policías y ladrones con su padre y sus hermanos. Ella y Angelo corrían ya que eran los ladrones, de repente cayó y se golpeó las rodillas, comenzó a llorar y su padre llegó rápidamente. Liza veía sus piernas; tenía una gran raspón en ambas.
-Tranquila hija, ya paso -dijo su padre, mientras le curaba las heridas - Ya no llores, vamos a seguir jugando.
-Pero me duelen mucho.
-Se que duele Lucecita -sonrió -Pero no por eso nos vamos a dejar vencer, no importa cuántas veces te caigas, nunca te rindas hija.
Fin del Flashback
Casi sin aliento, Liza se levantó lentamente, Rafael la miró con asombro.
Le dieron un trago de agua, que le vino como el cielo. Se volvió hacia él. Dominada por aquella ira fría.