Liza se preparaba, para ir a la escuela un nuevo día comenzaba, llevaba viviendo una semana en la finca y no podía estar más feliz.
El ambiente era cálido y alegre, su familia estaba más tranquila. Sus hermanos ya no tenían tantas pesadillas como antes, su padre estaba más calmado.
Se miró al espejo, si su madre la viera no la reconocería, llevaba unos jeans ajustados negros, unos tenis sencillos y una blusa, con un suéter estilo irlandés, Liza se sentía muy cómoda; pensaba por que demonios le había gustado tanto vestirse como una gran zorra. "No más " pensó, quería cambiar y lo haría.
Bajo a desayunar, cuando entró al comedor, su familia casi se cae dela mesa cuando la vieron.
-¿Que diablos paso contigo?- preguntó Angelo.
-¿A que te refieres?- preguntó Liza confundida.
-¿Por que rayos estas vestida así?- preguntó él.
-Pues por que quería, si quieren me cam...-
-¡¡No!!- gritaron todos al unísono, incluyendo a los que ayudaban en los quehaceres de la casa.
-No, lo que pasa es que así te ves mejor, mucho mejor - dijo Annie sonriendo.
Liza trató de tomarlo como un cumplido.
En el Instituto fue igual o peor, todo el mundo la observaba como un bicho raro. Ella estaba segura de que ha todos sabrían lo de su familia, si bien su padre logró que no saliera en las noticias, era un secreto a voces.
Se dirigió a su casillero cuando escuchó una voz, que inmediatamente reconoció.
-Miren quien decidió aparecerse. Creí que después de que te quitara tu preciado lugar no volverías a poner un pie aquí- dijo la odiosa de Amber.
-¿Y eso a ti que más te da?- preguntó Liza encarándola, Amber estaba con las odiosas cabezas huecas y el idiota de Derek abrazando su cintura.
-A mi no me hablas así -dijo Amber mirando a Liza con odio puro.
-¿Y tu quien te crees para darme órdenes, rubia oxigenada - dijo sarcástica, Amber iba a contestarle pero el timbre sonó, indicando que los alumnos debían ir a clase.
-Te salvo la campaña Liza- dijo Amber antes de irse con su séquito.
Liza llego a su salón, vio a Derek y a sus amigotes bromeando como estupidos en el fondo del aula. El la miro fijamente, pero solo lo ignoro estaba segura que el queria decirle algo, por lo de su madre y su hermano, pero algo que odiaba mas que los que mataron a su familia, a los que le tenian lastima.
El maestro llego, miro a Liza y se sorprendió, sobretodo por que ella, jamas iba a su clase.
-Señorita Marcone, que bueno tenerla de vuelta, Bienvenida- dijo el profesor haciendo que todos la voltearan a ver fijamente. ella solo hizo una expresión de agradecimiento.
El profesor comenzó a explicar la clase, cuando de repente se le cayeron unas hojas, trato de alcanzarlas pero no podia, entonces alguien se las paso, ella miro a la persona para agradecer y se dio cuenta que era Jack Manucci, le dio una sonrisa, ella solo las tomo sin decir nada, haciendo que Jack soltara una pequeña carcajada.
Pasaron las horas y Liza seguia sola en la escuela, nadie le hablaba, se sorprendio, despues de que Derek y las huecas la cambiaran; sus disque "amigos" le habian dejado de hablar completamente, pero a decir verdad poco le importo, no todo en la vida era ser popular...
Cuando llego la hora del almuerzo Liza se dirigio hacia la cafeteria y cuando entro, TODO el mundo se quedo en silencio observardola, pero no se dejo intimidar puso la frente en alto y se dirigio a comprar su almuerzo. Cuando poco despues aparece Amber haciendo su entrada triunfal junto con su sequito, y todaa las miradas cambian a ella, lo cual agradeció.
Caminaba entre las mesas para ver en cual se sentaba, todos la miraban mal, asi que siguio caminando hasta que alguien choco con ella.
-¡Dios!, ¡Lo siento tanto!-dijo una chica mientras recogía el jugo que habia tirado.
-No te preocupes, suele pasar-dijo Liza tranquila, lo cual para otros fue extraño, en otros tiempos ella la hubiera quemado viva ahí.
-Gracias -dice sonriendo -Lo que pasa es que soy nueva y aun me estoy adaptando a esta escuela- agrego con un ligero acento italiano, el cual Liza detectó inmediatamente.
-¿Eres italiana?
-¡Si! -grito la chica de cabello de colores, gran sonrisa y ojos color miel.
-¿Acaso se en nota mucho?
-No, pero lo note por tu acento- dijo Liza mirándola -¿Como te llamas?- pregunta.
-Me llamo Constanza, pero todos me dicen Connie
-Yo soy Liza, Liza Marcone- dice mientras Connie estrecha su mano.
-¿Eres una Marcone? -pregunto Connie impresionada.
Liza no pudo contestar por que la interrumpieron.
-¿Por que tardas tanto ? —pregunto un chico dirigiéndose a Connie.
Liza vio quien preguntaba era Jack, miraba dulcemente a la chica. Ella intuyó que tal vez eran novios o algo por el estilo.
-Hablo con Liza, ¡es una Marcone! -dijo emocionada -Tu familia es muy famosa de donde yo vengo.
-Eres Siciliana, ¿verdad?- dice ella. A lo que Connie asiente emocionada.
-Vine a pasar una temporada a America, con mi primo y su familia -dice mirando a Jack.
Liza y él comparten una mirada neutra, sin nada que decir, ni nada que pensar.
-¿Te quieres sentar con nosotros? -dice Connie sacando a Liza del transe.
-Connie, ella tiene a sus amigos, no le gusta estar con gente como nosotros -dijo Jack, hablando haciendo que comenzará a enojarse, ¿quien se creía el maldito estúpido?
Le dio una mirada de odio puro, el sólo la observo y se llevo a Connie fuera de la Cafetería haciendo que Liza por primera vez después de todo se sintiera sola.
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Liza estaba en su habitación haciendo tarea, sua hermanos habian salido, su padre estaba en su despacho hablando con su Nuevo consigliere (que significaba consejero, quien se encargaba de las finanazas de la empresa) el Señor Torreti, un hombre joven, amable y muy cordial, Liza casi no había cruzado palabra con el, pero parecía amigable.
De repente sintió hambre asi que decidio a bajar a la cocina a comer algo, cuando bajaba escuchó algo que llamo su atención:
"Señor hemos descubierto como entraron a su casa" dijo Torreti.La puerta del despacho de su padre estaba semi-abierta, Liza se acercó silenciosamente, y comenzó a escuchar.
-¿Como lo hicieron?- preguntó el Don
-Fue por los sirvientes, ellos dejaron sin seguridad la casa, junto con las puertas abiertas.
-Bueno eso ya lo sabía, era obvio, si no ¿como demonios lo habrían hecho?
-Bueno eso no es todo, también descubrimos algo extraño -dijo el y entonces el Don fruncio el seno.
-La sangre con la que escribieron el mensaje no era de su esposa y de su hijo.
-¿Que?, Eso no puede ser posible, Annie y Angelo sólo fueron golpeados, y a mi me dispararon después de que hicieran los mensajes.
-Señor la sangre del mensaje es de su hija, Liza-
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Holaaa! Ya volví! Esa Liza es una loquilla! Bueno Bye
Besos :*
Andromeda †
Pd: el de la foto es Jack así es como me lo imaginó