-Señorita Marcone puede pasar -dijo la secretaria.
Liza le dio una mirada al chico y se fue era atractivo. Cuando entró el director Campbell estaba sentado, ella sólo lo miró y el hizo un ademán para que se sentará. No era la primera vez que se veían, había ido varias veces a la dirección por su conducta entre otras cosas.
-Señorita Marcone.
-Director Campbell.
-Me dijeron que te peleaste con una de tus compañeras, La Señorita Amber Rosalie.
-Si, pero sólo le di un pequeño golpe en su barbilla.
-Liza, le tiraste los dientes y le rompiste la nariz -dijo mirándola incrédulo -¡Se la llevaron a emergencias!
-¡De acuerdo! -se rindió -Le rompí su maldita cara, pero se lo merecía, lo hice por que estaba golpeando a otra chica; Cassandra Spunks.
-Eso no es lo que ella me contó.
-¡Por supuesto que no! -exclamo Liza -No quería meterse en problemas y se le hizo fácil echarme la culpa, pero si no me cree, vaya a preguntarle a Cassandra...
-Liza tranquila, te creo.
-Ella... ¿Ah si? -dijo incrédula.
-Si, se que ella golpeó a tu compañera.
Liza estaba asombrada, el director nunca se había mostrado tan amable con ella.
-¿Y ahora que hará conmigo? -dijo Liza.
-No te preocupes no te haré nada, ve a clases y no lo vuelvas a hacer. Ah y calma Amber tendrá su castigo.
La cara de Liza, fue un poema, estaba en shock, aquellos jamás había ocurrido antes, había hecho cosas malas pero golpear a una compañera era lo peor y no le hacían nada. Además de que la chica que golpeó recibía un castigo.
El director le entregó un recado para justificar su tardanza. Liza sólo se puso de pie y se dirigió a la salida.
-¡Ah Liza! -dijo director llamándola de nuevo -Saludos a tu Padre.
Entonces como un rayo, Liza entendió todo. Su padre le debía varias explicaciones.
Ya en la Cafetería, los chicos preguntaban estupefactos como es que Liza no había recibido un castigo. Ahí también se encontraba Cassandra, casi no hablaba pero aún así trataban de involucrarla.
-No inventes, ¿Como es que no te dieron un castigo, cuando claramente te lo merecías?
-No lo se. Pero algo me dice que es mi padre.
De repente entró el chico que Liza había visto en la Oficina del Director. Estaba con Derek y las amigas de Amber, a excepción de ella, quien ahora estaría en el hospital.
-¿Ya vieron al chico nuevo? -dijo Cassandra emocionada.
-Escuche que viene de una escuela de América del Sur, su padre es dueño del oro que se obtiene allá.
Jack sólo puso los ojos en blanco. Mujeres y sus hormonas.
Liza lo observó. Muchas chicas los miraban con deseo. Pero al contrario Liza lo miraba por que sentía cierta maldad en él. Pero ahora prefería concentrarse en su tarta de Frambuesa.
Mientras que él la buscaba con la mirada, la vio en una mesa con otros chicos, Tony le había dado mal la información. Según él Liza estaría con los más populares, que estaría vestida como una prostituta barata. Que sería una zorra.
Pero al parecer era totalmente lo contrario de lo que creía, se veía tan elegante y educada. Llevaba un pantalón ajustado rasgado junto con un sacó y el cabello en una coleta, se veía mejor que en las fotos. Pero su mirada parecía pérdida.