El amigo de mi hermano. - Lucas Boyé

Capitulo 24

Me desperté con cierta resaca y para agregar, gritos de Ana. Cuando escuchamos, bajamos de mi pieza con Boyé.

- ESTOY CANSADA DE QUE SIEMPRE ME DIGAS LO MISMO SEBASTIÁN! -.
Gritó Ana, ay dios que mina más insoportable.
Sebas: - Primero, no grites bajá un cambio. Segundo, me cansé de decirte que Sofía es una amiga nada más, me tenes cansado -.
Ana: -SI CLARO UNA AMIGA NADA MÁS, QUE BOLUDA QUE SOY -.

Mira vos! Al fin se dió cuenta pensé para mis adentros mientras bajaba las escaleras de la mano de Boyé.

Yo: -Ana, por favor podés dejar de gritar? Me duele mucho la cabeza y no es el tono adecuado para arreglar las cosas si es lo que quieren hacer -.
Le dije sonando calmada.
Ana: -Y vos que te metés? -.
Boyé: -Para Ana, primero tratala bien. Te está hablando bien, si estas caliente no te la agarres con ella, sabés? Relajate -.
Le dijo Boyé defendiendome. La verdad que lo que menos tenía ganas era pelear con esa histerica, me dió mucha ternura que Boyé me haya defendido.
Yo: -Ee, escuchame una cosita. Si vos tenes problemas con Sebastián no lo arregles en frente de otras personas sabés? Haces quedar re mal a mi hermano en frente mio y de Lucas y no es forma de arreglar las cosas, y menos de tratarme a mi. No te digo nada más porque me duele la cabeza -.

Después de eso, me acerqué a mi hermano y lo saludé.
Empezamos a comer todos juntos, la verdad que los únicos que hablabamos eramos Boyé y yo, que hacíamos boludeces y comentarios para romper ese silencio incómodo, ya que Ana y Sebas no hablaron en todo el almuerzo. Cuando terminamos de comer, Boyé se acostó en el sillón, Ana se fué arriba y yo me quedé juntando la mesa, cuando fuí a dejar los últimos platos que quedaban, pude ver a mi hermano solo en la cocina.

Yo: -Que haces aca tan lindo y tan solo? -.
Le dije en joda y guiñandole un ojo.
Sebas: -No estoy para chistes -.
Yo: -Bueeno, a ver. Que te pasó con Ana que estas así? -.
Sebas: -Es que, a ver. Ya me cansó. Me dice que le soy infiel con Sofía que es una de las chicas de la cancha que la conosco desde que debuté y es una amiga, nada más. Ahora se enojó porque anoche estaba en la despedida y me vió hablando con ella -.
Yo: -Mira Sebas, yo que vos le dejo bien en claro que no pasa nada y que te deje de joder. Que si esta tan segura de que vos andas en algo con Sofía que no tiene sentido seguir juntos. Fijate como te va a dejar de decir esas cosas -.
Sebas: -Vos decís? -.
Yo: -Si, si no puede vivir sin vos -.
Sebas: -No sé. Me molesta cuando se pone asi de histérica -.
Yo: -Que hicieron anoche? -.
Sebas: -Nos fuimos del boliche a eso de las 5:30. Estaba re ebria ella pero yo estaba bien. Bueno despues nos fuimos a acostar -.
Yo: -Sisi, bueno no me cuentes más detalles -.
Sebas: -Y ustedes? Que onda? O todavía no? -.
Yo: -Yo le dije que quería esperar hasta que esté lista. Me dijo que anoche le dije que estaba lista pero que el no quiso porque supuso que yo no me iba a acordar de nada y que quería que sea especial. Le dije que mejor que el tomó conciencia porque yo pienso lo mismo -.
Sebas: -Bueno, esta bien -.

Después de eso, nos quedamos abrazados por un rato largo. Entró a la cocina Ana y yo me fuí para dejarlos solos y también porque estaba Boyé solo. Nos cambiamos y quisimos ir al cine. Pero antes, le pregunté si le podía decir a mis amigas, ya que iba a ser el último Domingo juntas, porque la semana que viene era la graduación. Que emoción! Boyé aceptó y le pregunté a Sebas y a Ana si querían venir. Resulta que Ana no podía y Sebas se iba a ver un amigo, asi que no vinieron. Cuando saliamos de casa, entraron papá y mamá a la cochera en nuestro auto. Les avisé y salimos a la casa de Vera.

Llegamos y tocamos el timbre, nos atendió Leo Vangioni en boxer, leesto. Lo saludé de un abrazo muy fuerte, no porque estaba en cuero y en boxer, sino porque me ponía feliz ver a mis dos mejores amigos juntos. En eso llegó Vera. Los invitamos y salimos los cuatro al cine. También les pregunté por Caro y Lucas Alario, pero se habían ido a un campo de la abuela de Caro.
Llegamos al cine y con Vera no nos podíamos decidir que pelicula ver. Hasta que optamos por una de comedia y terror. Compramos las entradas mientras que Boyé y Leo hacían la fila de los pochoclos (palomitas, pororó) y bebidas.
Cuando ya estabamos listos, entramos a la sala. Con Boyé no parabamos de reirnos, hasta vino una mujer grande de atrás y nos retó. La estaba pasando muy bien.