Transcurrió alrededor de un mes después del incidente con Summer y Abraham, las semanas habían pasado a la velocidad de un tren. Un día que no significaba mucho para mí se acercaba, en cambio, para An y para Nick era una fecha importante al grado que la planearon con lujo de detalles. Dos días antes de la fecha prevista, la pelirroja me susurró que tenía un plan, le pregunté de qué hablaba, ella me guiñó un ojo y respondió que me lo diría en privado. Debía de prepararme para otra de sus muchas «ideas espectaculares».
—¿Estarás ocupada el día de San Valentín? —cuestionó An, aprovechándose de la tardanza del profesor de historia. Me llamó la atención que lo hiciera durante la única clase en la que nos separábamos de Dante y Nick, quienes se sentaban muy lejos de nosotras.
—Pues... —quise pensar en una excusa y zafarme de lo que sea que estuviera pensando.
—Leer libros no cuenta —afirmó, escrutándome con una mirada amenazante.
—Eso no es, yo...
—Ver series tampoco —ella negó con la cabeza. Yo abrí la boca creyendo que había encontrado mi salvación, pero ella siempre estaba un paso por delante de mí—. Ni estar en internet o cuidar a Suri. Dios, mucho menos observar el techo y pensar en lo genial que sería que los personajes literarios sean reales o los actores que te gustan sean tus novios.
—Eres una pesada —bufé con fastidio.
—Una pesada que tiene un plan increíble —se inclinó hacia mí mientras se aseguraba que nadie escuchara—. ¿Crees que Alexis y Coraline harían buena pareja?
—Claro, me encantan. En ocasiones quisiera saber dibujar para ponerlos a ambos en situaciones románticas —solté sin poder evitarlo. Ella rio y asintió.
—Estoy de acuerdo. Normalmente prefiero el género de «Boys Love», pero ellos se ven lindos juntos.
—¿«Boys Love»? —inquirí asombrada.
—¿Tiene algo de malo que me gusten las historias «Boys Love»? ¿Es extraño que el romance entre dos hombres me parezca más interesante? —La pelirroja parecía ofendida. Me hizo gracia, sin embargo, no reí.
—No, tranquila —puse las manos en alto y bajé la guardia cuando suspiró—. ¿A qué viene esto? ¿Quieres que yo intente unirlos? —le dediqué una mirada de incredulidad.
—Exacto, sé de alguien que puede ayudarte y probablemente también estará libre ese día. No te preocupes, yo planearé todo y ustedes simplemente lo llevarán a cabo.
Cubrí mi cara con las manos. Me había involucrado tan naturalmente que no tuve oportunidad de negarme. Quisiera tener novio y así librarme del conflicto, no obstante, recordé que los chicos que me gustan no existen o nunca podré conocerlos. Suspiré y pensé que sería mejor continuar de ese modo.
(...)
Convencí a Coraline para que fuera al cine con nosotros el catorce de febrero. No sospechó absolutamente nada ya que ella creía que solamente la bella pelirroja era la que poseía intenciones ocultas. Me sentí culpable, sin embargo, le vendría bien pasar el rato con Alexis. Todavía no se recuperaba de la decepción que Abraham le causó, por lo tanto, quizás estaba sembrando las raíces de una próspera relación. O no. Me arriesgaría.
—¿Ya llegó Coraline? —preguntó Dante, susurrando en mi oído. Él era mi acompañante en esta misión. Ambos estábamos escondidos detrás de unos árboles que se ubicaban a pocos metros de la entrada del cine. Allí se encontraba Alexis, esperando a la castaña.
Oculté mi cabeza al observar que el chico voltearía hacia nuestra dirección.
—No, aun no. Te toca verificar, él casi me descubre —le ordené. Dante se encogió de hombros y asomó su cabeza.
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Otra comedia romántica absurda [OCRA #1]
Teen FictionLa historia se centra en Sophie Adams, una chica solitaria y pesimista que piensa en la adolescencia y el romance como un fastidio. Ella escribe un ensayo exponiendo su punto de vista, el cual la lleva a ser castigada. ¿Su castigo? Ser la tutora de...