Otra comedia romántica absurda [OCRA #1]

39. Quería disfrutar esto.

No logré dormir en casi toda la noche, reviviendo ese momento una y otra vez.

Opté por no contarle a ninguna de las chicas mientras desayunábamos o nos duchábamos, quería ahorrarme los gritos emocionados de Coraline, los reclamos de Maggie y las miradas pícaras de An. Al terminar de desayunar, me escabullí y recorrí el campamento. No me crucé con Dante, algo que agradecía, porque no tenía idea de qué decirle o hacer. Era cierto que leía romance, pero no contaba con conocimientos suficientes sobre las comedias románticas para gestionar lo que sentía.

Durante mi caminata hallé sentado en el porche de la cabaña masculina a un chico rubio, atlético y de brillantes ojos azules, los cuales estaban enfocados en practicar acordes en una guitarra.

—Hola, Nick —saludé y me senté a su lado.

—Hola —sonrió y devolvió su atención a la guitarra. Quedamos en silencio por un rato en el que me cobraba de valor para preguntarle, tenía la certeza que era el único que podría aconsejarme.

—Oye, Nick —lo llamé, posó sus ojos en mí y esperó a que continuara—. ¿Dante te contó lo que ocurrió anoche?

Me miró extrañado y negó con la cabeza.

—¿Te hizo algo malo? No lo creo ya que tú le... —se cubrió la boca con una mano, temiendo que me percatara de lo que estuvo a punto de revelar—. Olvídalo —pidió en un intento por evadir el asunto.

—Dante me besó, así que descuida, sé que le gusto —pronunciar esas palabras me hicieron ruborizar dado que confirmaban que su confesión había sido real.

—Sophie, no le gustas a Dante —Nick frunció el ceño—. Él está enamorado.

No tenía idea de cómo reaccionar ante eso.

—¿Qué es lo que quieres preguntarme exactamente? Déjame adivinar —tocó su barbilla mientras pensaba—. Deseas saber lo que sientes por él. Probablemente también te gusta, pero dudas entre iniciar una relación o no.

—¿Eres un demonio? —espeté con suma sorpresa. Oh, lo dije en voz alta.

—No que yo sepa —rio el rubio—. Creo que para responder a tu pregunta, necesito que me cuentes lo que piensas acerca de Dante. Sé honesta, como siempre.

—En un principio, lo consideraba otro popular que aparentaba ser perfecto y conservaba las apariencias, lo es todavía, salvo que tiene un lado que no suele abrir fácilmente que me intriga —carraspeé y decidí no guardarme nada—. Él se preocupa por los demás, confía en sus amigos y lucha por ganarse su confianza. De hecho, ha obtenido la suya y no se ha rendido conmigo. Ha hecho cientos de cosas por mí y poco a poco se ha ganado mi confianza. Soy complicada en ese aspecto, temo que me traicione y tengo aun más miedo de que jamás pueda sentirme tranquila al lado de alguien.

—No creo que seas la única que sea de esa manera —intervino el chico, lo observé con curiosidad—. Recuerdo haber tenido muchas novias antes de An, todas me engañaron, así que cuando la conocí, sabía que me enamoraría y me aterrorizaba que la historia se repitiera. Me demostró que era alguien sincera con pequeños gestos. Ella guardaba mis secretos, empatizaba con mis inseguridades, me demostraba que solo tenía ojos para mí y muchas otras cosas. Antes de que diera cuenta, creía en ella y estaba profundamente enamorado —escrutó mi rostro y suspiró—. Debes abrirte con alguien o tus miedos de ser incapaz de confiar se cumplirán.

—¿Qué hacen aquí? —interrogó Jared, había salido del dormitorio masculino y se topó con nosotros.

—Nada en especial —contestó Nick y se levantó—. No olvides lo que te he dicho, Sophie —dijo momentos antes de irse. Asentí con la cabeza, no era necesario que lo mencionara.