Capítulo 5

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*Al día siguiente*

Bostezé y me estire. Mi madre me sonrió y con una seña de cola, me dijo que me acercara a ella para beber leche. Una vez agachado en su suave pelaje, pude sentir el dulce aroma de mi mami, que no podía ser comporado con ni la mejor flor. No se que podría hacer sin ella.

Una vez que terminé mi desayuno, me fuí al centro de la guarida para busca algo para jugar, ya que ese día no ibamos a salir afuera.

Como no encontré nada, fuí hacia mi lecho con hojas. De ahí, encontré un palo de Canela recién puesto, y empezé a jugar con el.

Después de un rato de juego, vi algo extraño. Dos gatos desconocidos entraron a la guarida. Al principio, se me erizaron los pelos de mi cuelló, pero después me relajé ya que las gatas no parcían molestas ni asustadas con sus precensias.

Me fijé en los dos gatos. Uno de ellos era el mismo gato rojizo que había visto ayer, y el otro era uno que nunca había visto antes. Era una hermosa gata gris oscuro de ojos brillantes como la noche,con una pata coja. Ella abrió sus fauces un par de veces con el gato rojizo, y después, ella se dirigió cojeando hacia un rincón de la guarida y se sentó.

Confundido, me quedé mirando a los dos gatos. Pero de la nada, un enorme peso cayó sobre mí. Me volteé y ví al gato atigrado negro que algunas veces me había atacado. Él me inmovilizó fuertemente con sus garras. ¡Porque siempre hace esto! Intenté liberarme, pero no podía, el era mucho más fuerte que yo. Cerré mis ojos, estaba entrando en pánico.

Para mi suerte, el cachorro me soltó. Cuando porfín me pude tranquilizar, abrí mis ojos. Pude ver al gatito atigrado negro abriendo y cerrando su boca con el gato rojo. Éste, fulminaba con su verde mirada al cachorro mientras movía su mandíbula. Pronto, una gatita negra y anaranjado que algunas veces antes me había atacado, salió de detrás mío y con una cara molesta, movió su hocico hacia el gato rojo. Era una situación bastante rara ¿Que estaban haciendo?

Sin embargo, en poco tiempo, dejaron de mover su boca y el gato atigrado y la gata parda se fueron hacia otro rincón de la guarida. La gata gris oscuro se levantó y se fué hacia mi mami. La gata abrió su boca mientras la miraba y mi mamá la miró furiosa. Pero en un rato, mi mama calmó su expresión y los dos gatos visitantes se fueron.

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(En la foto, la gata gris oscuro)

Copito de Nieve: La vida cambia rápido (PAUSADA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora