Copito de Nieve: La vida cambia rápido (PAUSADA)

Capítulo 45

Cuando me desperté, aún sentía el sabor de el ratón en mis fauces, y me lamí los labios. Hoy era un nuevo día.

Aún me sentía mal por lo de ayer, pero la mejor manera de buscar la solución a un problema es estando calmado.

Salí de mi refugió y un viento azotó mi cara, provocando que estornudara.

Sentí el olor a comida, y rápidamente comenzé a seguirlo con mi nariz rosada. Después de dar unos pasos en la suave y blanca nieve, sentí el olor de la comida siendo más fuerte cada vez.

Denajo de mis patas, el olor era mucho, y comenzé a escavar con mis zarpas.

Gramde fué mi sorpresa al encontrarme con cuatro ratones medianos y frescos, que parecían bastante apetitosos.

Miré a ambos lados. No hay nadie por aquí ¿Quien habrá dejado sus presas aquí? Bueno, lo mejor ahora será llevarme estas presas, puede que el dueño me vea, y no creo que lo hará muy feliz.

Cogí dos de los ratones con mis fauces y salí corriendo a mi refugio, ya que en mi boca no cabían tantas presas. Después de dejarlos birn escondidos, regresé a donde estaba el resto de las presas, y regresé con ellas a mi guarida.

¡Mmmm! ¡Estan casi tan deliciosos como en mi sueño! Ahora que recuperé mis fuerzas, voy a buscar agua.

Me sentía mucho mejor después de comer los ratones, aunque es un poco extraño que algún animal laa haya enterrado en la nieve, sin asegurarse de qu el olor se bloqueé.

Entré a una cueva que estaba un poco bajo la tierra. Estaba un poco oscura pero yo puedo ver muy bien en la noche. Mientras caminaba, miraba a todos lados, en busca de una pequela gota de agua. Pero fueron mis patas las que me avisaron que en este lugar había algo de líquido.

El suelo estaba húmedo, y di unos cuantos pasos más anyes de encontrarme con un charco dd agua.