Capítulo 46

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*Narrado por Pluma de Colibrí*

La curandera se despertó de un sobresalto. Había tenido una pesadilla con la muerte de su mentor. La había tenido más de una vez, y siempre terminaba con Manto de Mirlo diciendolé: "Tú eres la nueva Curandera, cuida del Clan" para que luego una enorme bestia se lanzara sobre ella.

Lamiendo su cola erizada, miró a su alrededor. Su pequeña guarida estaba repleta de gatos durmiendo, que estaban esparcidos en básicamente toda la guarida. Tanto que había tenido que entregarle su lecho a Fauces Potentes y se había trasladado a un pequeño rincón.

De pronto, hubo un pequeño movimiento en las aulagas y apareció la familiar cabeza de Semilludo.

El joven Lugarteniente camino lentamente esquivando los cuerpos hasta llegar al lado de Pluma de Colibrí.

-Has hecho un gran trabajo cuidando a estos gatos. Ni el mismo Manto de Mirlo lo hubiera hecho mejor.

La atigrada anaranjada sonrió ante el elogio de Semilludo, para luego decir:

-Gracias por salvarme, se me había olvidado decirtelo.

Semilludo hizo su típica y pequeña sonrisa atractiva.

-No es por nada. Aún no has tomado un aprendiz. ¿Que sería el Clan Perdido sin una Curandera? -dijo el gato blanco de manchas marrones.

Pluma de Colibrí quedo sorprendida y paralizada cuando el gato se acercó a ella y le lamió la oreja.

-Hasta pronto, Pluma de Colibrí.

-A-adiós... -Tartamudeó la gata.

Apenas el Lugarteniente se retiro de su guarida, Pluma de Colibrí se desmorronó en su lecho. Le costaba admitirlo, pero se había enamorado de Semilludo desde que estaban terminando sus entrenamientos como Aprendices. Pero ella era Curandera, y según el Código Guerrero, las Curanderas no pueden tener parejas ni cachorros. Cuando era una cachorra, se enteró de eso, pero pensó que jamás se enamoraría de nadie, y siguió el sendero del Curanderismo. Que equivocada estaba...

Copito de Nieve: La vida cambia rápido (PAUSADA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora