Copito de Nieve: La vida cambia rápido (PAUSADA)

Capítulo 29

¡Aaaaaaaaaaaaaaaaaaa! ¡Ayuda!
Gracias a mi instinto, saqué mis garras justo a tiempo y las aferré a la madera. Podía ver el río por abajo corriendo a toda velocidad arrastrando ramas y piedras. ¡Auxilio!

Rápidamente, moví mis patas traseras intendo impulsarme hacia adelante, pero no fue muy útil. Después de un movimiento de mis patas delanteras, logré trepar y evitar caer en el peligroso precipicio ¡Casi me muero!

Con los pelos de mi cuello aún en punta, seguí caminando, pero con mucho más cuidado.

Por fín, llegué al final de la fila de maderas ¡Lo hice! Ahora la montaña nevada estaba mucho más cerca. Pronto, me interné en los grandes robles y abetos.

Cerca de allí, encontre un pequeño lago de agua clarísima, y comenzé a beber. Cuando terminé de beber el líquido, me mire en el lugar con agua.

Mi aspecto estaba muy mal, mi pelaje blanco parecía gris con manchas de polvo y parecía muy escuálido con mis costillas asomandose por mi piel. No me pareceía en nada al gato de antes. Recuerdo que cuando me mire en la laguna del campamento, estaba bien alimentado y mi pelaje blanco era reluciente, con mis ojos azules brillando.

De verdad que estaba mucho mejor en casa...

Después de asearme un poco, ddecidí ir a cazar algo. La caza no estubo tan mal, caze dos conejos pequeños que devoré feliz.

Tenía que encontrar una guarida para poder descansar un rato antes de partir hacia la montaña nevada.

Buacando un tiempo, encontré un oyo en el tronco de un pino que era pequeño pero bastante acogedor.

Una vez adentro, me quede profundamemte dormido.

Al día siguiente, me sentí asustado al no reconocer donde estaba, pero luego recordé que estaba en el tronco del árbol. Después de bostezar y estirarme, decidí comenzar ahora mismo la aventura subir de subir la montaña nevada.

El cielo estaba despejado, y el sol brillaba con fuerza iluminando el bosque.