Copito de Nieve: La vida cambia rápido (PAUSADA)

Capítulo 30

Por ahora, la montaña se mantenía con árboles y plantas, aún faltaba mucho para llegar a la helada punta de la colina.

El viento me azotaba la cara y me revolvía los pelos, pero no estaba muy helado. Mis pasos eran firmes, pero cualquier tropezón me haria caerme en la empinada cuesta.

¡Tengo que seguir! Me dolían las patas cada vez con más fuerza, pero aún tenía que avanzar un poco para el reposo.

Mientras contemplaba el cielo, vi una misteriosa figura oscura que cruzó por el. ¿Que era? Pronto del cielo bajo una pluma posandosé en frente de mis patas delanteras. Era un gran pluma de color marrón.

Un recuerdo llegó a mi cabeza, era el campamento, y el halcón bajo del cielo, y me tomo, mientras me llevaba, una pluma marrón identica a la que tenía enfrente mío se desprendió de su gran ala, pasando frente a mi nariz...¡Halcón!

Me quede petrificado durante un momento. No era posible ¿Quería volver por mí? ¿Que tengo que hacer? Sin pensarlo mucho, comenzé a correr a pesar del dolor que sentía ¡Tengo que huir!

Al correr, ví un conejo que tambien saltaba desesperado en la misma dirección que yo, ¿También habra visto el gran pájaro?

Fue un segundo muy extraño, sentí una ala marrón a una cola de zorro de distancia de mi cara , ¡No!

Sin embargo, el halcón no me quiso coger a mí, sino que en un diminuto tiempo el conejo que estaba a mi lado desapareció, junto con el halcón que volaba hacia arriba con su nueva presa ¡Por el Clan Estelar!

¡No puede pasar lo mismo conmigo! ¡Necesito un refugio! Inmediatamente, me volví hacia otra dirección buscando una madriguera abandonada o el hueco de un árbol para esconderme del monstruo alado.

Mi única opción era un arbusto de bayas rojas, y, desesperado, salté hacia el.

Las espinas se engancharon con fuerza a mi pelaje blanco, lastimandome ¡Auch!

Afortunadamente, pronto llegue al centro del arbusto, que no tenia las molestas espinas. Por un pequeño oyo en la mata, ví que no muy lejos de donde estaba, la hierba desaparecía, remplazandola con roca, y no muy lejos; la nieve invadía la montaña.