Capitulo 8: las enemistades surgen

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Taylor pasó el fin de semana en el apartamento de Chris, al parecer ella se había olvidado de que su ducha ya estaba como nueva.

Ella le había contado todo lo que sucedió con la directora a Chris.

–Parece que tienes problemas grabes –dijo Chris, mientras leía el periódico.

–Ya no quiero asistir mas a la academia –dijo tristemente.

–No digas tonterías, solo tienes que dejar en claro las relaciones entre maestro y estudiante. Eso es todo.

–Gracias.

–No me lo agradezcas –dijo tranquilamente Chris. Era extraño pero, últimamente, su temperamento era mucho mejor. Ya no era tan frio ni duro con Taylor.

–Olvide decírtelo –dijo ella recordando algo –. Hace dos días, arreglaron mi ducha. Me había olvidado de decírtelo.

–¿De verdad? –preguntó él sin dejar de ver su periódico.

–Si, me iré ahora mismo. Mañana es lunes y tengo que prepararme para mis clases.

Taylor se levanto del sofá y fue directo a la habitación de Chris para poder sacar sus pertenencias e irse a su apartamento.

–Gracias por dejarme quedar aquí –dijo Taylor –. Nos vemos.

Taylor se estaba marchando pero Chris agarró su brazo.

–¿Chris?

–Puedes quedarte hoy –dijo él –. Solo por hoy, es domingo y no sería divertido pasarlo sola, ¿verdad?

–¿De verdad puedo? –preguntó Taylor incrédula.

–Si –dijo él apartado su vista de ella.

Taylor volvió a dejar sus cosas en la habitación de Chris y luego paso el resto del día estudiando algunas recetas. Chris la ayudaba en algunas dudas que tenia.

–¿Cómo sabes tanto de cocina? –preguntó ella.

–Aún no lo has adivinado, ¿vedad? –dijo con una sonrisa.

–¿Adivinar que?

–¿No te parezco conocido?

–Cuando te conocí pensé eso. No estoy segura.

–Me conocen mejor con el nombre de Morgan.

–¿Morgan? –repitió ella –. ¡Espera! Eres el famoso critico de comida. También eres chef.

–No grites, tranquila – rio Chris –. Si, ese es mi trabajo.

Taylor estaba tan asombrada que casi se desmaya.

–Nunca pensé que conocería a un gran chef –dijo ella.

–No es para tanto.

Taylor paso el resto del día estudiando con la ayuda de Chris. 

Al anochecer, ellos decidieron que ya era hora de limpiar toda la cocina y en medio de juegos con agua y jabón, ambos quedaron mojados. Ambos estaban muy cansados y decidieron que ya era hora de dormir. 

Taylor se dirigió a la habitación de Chris junto con él.

–Espera Emma, tengo que sacar mi pijama antes de que te duermas.

–Claro –dijo Taylor mientras bostezaba. Ella se sentó en la cama e inmediatamente quedó dormida.

–Ya la encontré –dijo Chris –. Ya puedes dormir y... –Chris se dio cuenta de que Taylor ya se había dormido –. !Genial! Se durmió con su camisa mojada.

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