Pierre estaba con Taylor en su apartamento, listos para salir.
–¿A dónde te gustaría ir? –le preguntó su maestro.
–No lo sé –dijo Taylor.
Estaban en la sala. Ya iban de salida pero Taylor tuvo que regresar a su habitación por que había olvidado su celular, el cual buscó y buscó pero no encontró.
Pierre se acercó a su habitación y le ofreció ayuda, la cual no fue muy eficaz, ya que el celular de la chica se había esfumado por completo.
–No sé dónde lo pude haber dejado –dijo Taylor frustrada.
Ella se sentó en su cama y vio a Pierre a los ojos. Ambos se miraron con curiosidad.
–¿Pasa algo? –le preguntó Taylor.
–No es nada –trató de decir Pierre –. El sólo que...
No hizo esperar nada. Pierre se acercó a Taylor y la empujó suavemente sobre su cama.
–Espera... –trató de decir Taylor.
Pierre se colocó sobre ella y empezó a besar su cuello.
–Mi tía nos interrumpió ese día cuando debíamos hacer el pastel para el evento –dijo seductoramente –¿te acuerdas?
–Yo... –Taylor no podía decir nada, porque alguna clase de corriente pasaba por su cuerpo en ese momento. No podía pensar en nada más, solo disfrutar del momento.
Pierre siguió besando su cuello para subir después a sus labios. Ambos estaban perdiendo el control... hasta que alguien golpeó la puerta de su habitación.
Rápidamente se separaron y Taylor abrió la puerta solamente un poco para que él no pudiera ver a su hermano.
–Hola –era Chris.
–Hola –dijo Taylor. Su cara estaba roja y sudorosa.
–Te quería decir que saldré por unos días –el parecía estar enojado. Por alguna extraña razón.
–¿A dónde iras? –la curiosidad de Taylor era evidente.
–Me reuniré con viejos colegas de mi trabajo –seguía enojado.
–De acuerdo... –Taylor no quería que Chris se fuera de viaje.
–Y por favor –dijo con algo de dificultad –. Cuídate y dile a mi hermano que no se pase de listo o lo matare.
Chris salió del apartamento sin decir nada más. Creo que se dio cuenta de que su hermano estaba haciendo cosas pervertidas, y como Taylor era muy despistada, pensó que estaba enojado por tener que reunirse con sus viejos colegas.
Pierre se levantó de la cama y le dijo a Taylor que era mejor ir al centro comercial. Ambos salieron y tuvieron una cita espectacular: comieron, hablaron, bromearon y se besaron de vez en cuando.
–Sabes... –dijo Pierre, mientras ibas de regreso al apartamento de Taylor.
–¿Qué sucede? –estaba preocupada.
–Me gustaste desde hace mucho tiempo desde el día en que te invité a mi casa –dijo sonriendo –. Eras un chico, en ese entonces, extraño, pero era evidente de que eras alguien especial y asombroso. Te amo.
–No sé qué decir –titubeó Taylor.
–¿Me quieres? –preguntó él, a pesar de saber ya la respuesta.
–Aún no se –fue lo único que dijo ella.
Cuando llegaron, se despidieron y Taylor fue a dormir.
Fue una cita bastante divertida y muy linda. Pierre siempre es alguien dulce, tal como los chocolates y postres que hace.
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Academia Luna
RomansaTaylor, un nombre que puede ser muy confuso si se trata de decir que eres hombre o mujer. Desgraciadamente para esta chica, no solo su nombre será un problema, también los chicos que están atraídos hacia ella. Acompaña a esta chica en una aventura d...