Odio entre clases

[21] De mal en peor

Me desperté aquella mañana, cuando el sol se asomaba a través de las cortinas de mi habitación. Y entonces me acordé: ¡era mi dieciocho cumpleaños y también viernes! Me vestí con una falda negra de skater y una sudadera granate corta. Me puse unos botines marrón claro con tacón y unas medias negras. Me maquillé muy sencillo: rímel, brillo de labios y un poco de colorete. Con una sonrisa en la cara, bajé a desayunar.

Allí me esperaba Shane, pero se le veía extraño, algo diferente.

-¿Me has hecho el desayuno?- pregunté al ver un plato de tortitas con deliciosa nutella y fresas sobre la mesa.

-Claro que no- dijo, y entonces la sonrisa de mi cara se borró. Él cogió el plato de la mesa, lo acercó a donde él estaba y empezó a comer.

-¿No recuerdas que día es hoy?

-Hoy es viernes.

-No, es mi cumpleaños. Shane, cumplo dieciocho años, ¿sabes?

-¿Y a mi qué? Me da igual- dijo y tras ello se carcajeó- ¿Debería importarme, pequeña putilla? Lo único que quieres es llamar la atención y luego te quejas de que la gente es mala contigo o cualquier tontería, ¿pues sabes qué? Nadie te aguanta, ni tan sólo yo. Sino fíjate en nuestros padres.- acabó de decir.

-¿Putilla? ¿Yo?- fue lo único que pude decir, intentando olvidar todas las otras barbaridades que me acababa de decir. Las lágrimas empezaban a empañar mi vista. No. No podía llorar.- ¿Que te he hecho, Shane? ¿Por qué me estás tratando así?

-Ay Mack, que ingenua eres. ¿De verdad creías que me importabas lo más mínimo, niña adoptada?

-¿Adoptada?

-¿De verdad aún no te habías dado cuenta?

-¿A qué te refieres?- dije sintiendo las lágrimas a punto de caer.

-Ellos no te quieren. Sólo te acogieron porque les venia bien para darles publicidad. Nunca quisieron que estuvieras en esta familia. Y yo tampoco.

-¿Sabes qué? Que te den. Si no me queréis en esta familia, ya me buscaré otra gente con la que rodearme.- corrí hacia la puerta de casa y la abrí. Cogí mi mochila para irme al instituto. Pero antes de salir me giré.- ¡Vete a la mierda!

Hoy tendría que coger el autobús.

*************

Al llegar al instituto, no vi a nadie fuera. Entré, pero no vi a ninguno de mis amigos.
La verdad es que no había muchas personas, ahora que me fijaba. En el pasillo había solamente cinco alumnos contándome a mi. ¿Dónde estaban todos? Miré el reloj y vi que eran las 10:00h. ¡¿Cómo puede ser?! ¡Llegaba 2h tarde!

Me dirigí hacia el aula de física, que era la asignatura que me tocaba a esta hora. Llamé a la puerta y después de escuchar un "adelante", entré.

Todos estaban sentados en sus sitios mirándome divertidos. Miré al profesor, el cual me dirigía una mirada asesina.

"Es una pena que las miradas no maten."

Cállate estúpida.

"Te acabas de llamar estúpida, cariño. Recuerda, yo soy tú."

Bufé y miré mal al profesor. Hoy no estaba de humor. Eso sólo hizo que sus ganas de matarme aumentasen.

-Fuera de mi clase.- dijo señalando la puerta- Ya.