Capítulo 11

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Akari despertó, lo último que recordaba era haber sido abrazada por Obito, pero ahora estaba en su cama, tal vez Obito la había dejado allí, algo confundida le dio un vistazo a la habitación, él ya no estaba, miró su reloj con algo de nerviosismo, ya era la hora del almuerzo, se había perdido el entrenamiento, Obito debió despertarla.

Se levantó y se dirigió a la cocina, nadie había llegado aun pero sabía que estarían allí en media hora, así que preparo la comida y cuando llegaron les sirvió el almuerzo, ese día, su rutina le pareció más monótona de lo habitual, todos se fueron al claro, menos Obito.

-¿Por qué no me levantaste?

-Parecías cansada.

-Pero dijiste que debíamos entrenar duro, y hemos perdido toda la mañana.

-Lamento informarte que hoy también tendremos poco tiempo para entrenar.

-¿Por qué?

-Es una larga historia...

-Tengo tiempo, será mejor que tome asiento.

-Muy bien te lo contaré, pues Deidara, tenía una misión...-hizo una pausa

-¿Cuál?-dijo exasperada por aquel largo silencio.

-Deja de interrumpirme-se quejó de una manera divertida- solo le estaba dando suspenso a la historia.

-Pues no le des suspenso, haces pausas muy largas

-Su misión era acabar con Orochimaru, pero el ya está muerto.

-¡¿Qué está muerto, quien lo ha asesinado?!

-¡Dije que me dejes de interrumpir!-algo más tranquilo continuó-Pero Uchiha Sasuke ha acabado con el-Akari abrió la boca para decir algo, pero hizo silencio al predecir la reacción de Obito- Y a Deidara se le ha puesto en la cabeza matarlo, esto seguramente se debe a que le tiene un gran desprecio al sharingan y con ello a Uchiha Sasuke, además de que Deidara creía que el tendría el placer de asesinar a Orochimaru... habiendo terminado ya puedes empezar a disparar tus múltiples preguntas.

-¿Y vas a permitir que Deidara mate Sasuke? Son apenas niños...

-No sé quien matará a quien, pero ambos son criminales, sabíamos que riesgos correríamos cuando elegimos este camino.

-¡No! No puedes permitirlo, no dejes que Deidara inicie esa pelea, además es algo poco conveniente para akatsuki, si el muriera perderían su poder, lo pienses de la manera que lo hagas debes evitarlo a toda costa.

-Si Deidara muere, es porque fue más débil que Sasuke, además puedo intentar reclutar a Sasuke...

-Sabes si tú no lo evitas, yo lo haré.

-¿Y qué piensas hacer al respecto?

-Eso no te incumbe- Akari estaba molesta, solo eran niños, podrían haber sido sus alumnos-Ah casi me olvido, hoy no entrenaré.

-Como quieras...-tal como le había dicho Obito, al caer la tarde él y Deidara se fueron Y aun no se le ocurría una idea para detener a Deidara, sin más remedio, decidió seguirlos, nada malo podía pasar, si la descubrían Obito no podría darle ordenes ya que no podía desenmascararse y Deidara tampoco, tal vez ni siquiera le importara que los hubiese seguido. Cuando se alejaron lo suficiente de la guarida Akari se dejó ver, Obito no dijo nada, pero vio como apretaba sus puños, no había dudas estaba muy enojado, Deidara la miró con cara de sorpresa.

-¿Qué haces aquí Akari? Hum

-Es que había olvidado darles su merienda y aquí les he traído algo para que coman-dijo tendiéndoles unas loncheras.

-Muchas gracias, ya puede regresar Akari-sempai- sabia que bajo ese tono infantil había una amenaza.

-No, me quedaré a observarlos, para aprender algunas estrategias...- dijo con una sonrisa inocente

-Está bien, pero cuando les diga que corran, háganlo, hum- dijo Deidara.

El momento que Akari tanto había temido llegó, Akari empezó a correr hacia donde estaban Sasuke y Deidara pero Obito la tomó de las muñecas y la jaló hacia él, Akari intentó zafarse pero no pudo.

-Deja de moverte o te dejaré inconsciente-le susurró-Debo plantar unas bombas para ayudar a Deidara, si quieres que lo ayude te quedas quieta, de lo contrario su muerte será tu culpa- Akari se quedó quieta y Obito plantó las bombas. La pelea estaba muy igualada, no podía permitir que murieran, pero tampoco tenía una estrategia para evitarlo, tal vez no hacia falta ninguna estrategia ya que Sasuke y Deidara estaban tirados en el suelo, seguramente les quedaba poco chakra. Cuando volvió a mirar a Deidara este estaba rompiendo su remera y en su pecho había una boca de la cual salía una... ¿lengua? De pronto algo la arrastro hacia un arbusto, y ese algo debía de ser Obito.

-¡¿Ahora qué?!-exclamó Akari con un tono de fastidio.

-Ahora nos vamos...- de repente salió un ninja desconocido y tiro una especie de bomba de gas, el gas llegó a Sasuke y a Deidara y estos se durmieron de inmediato. Cuando el gas iba a llegar a ella, Obito tiró de su brazo haciéndola retroceder. Al cabo de unos minutos el gas se había esfumado, Deidara ya no estaba y el extraño ninja tampoco.

-¿Qué pasó? ¿Dónde está Deidara?- preguntó Akari con desesperación.

-¿Y cómo he de saberlo?

-¿Qué hacemos con él?-dijo señalando al aun dormido Sasuke.

-Nada... volveremos a la guarida.

-¿Y si alguien lo mata?

-Ya no es asunto nuestro...

-Espera un segundo, no podemos volver ¡Se han llevado a Deidara! Debemos recuperarlo, el es nuestro compañero y responsabilidad...

-¡Ya cállate! Si lo hubiesen querido matar, su cadáver estaría aquí mismo, además no podemos hacer nada, no sabemos a dónde se lo han llevado, solo nos queda esperar...

-Mira eso es hielo, seguramente el ninja que se lo llevó maneja el hielo... creo que se quien puede ser.

-Ya deja la cháchara- dijo Obito mientras la absorbía con su extraña técnica. En un abrir y cerrar de ojos habían llegado a la guarida, sin embargo Akari no estaba nerviosa, sabía que nada le pasaría a Deidara, porque conocía al shinobi que se lo había llevado, más tarde hablaría del tema con Deidara.





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