Esa mañana había sido algo vacía, por un segundo había tenido el presentimiento de que Obito estaba allí, pero al bajar las escaleras no había nadie.
Itachi estaba saliendo de su habitación con la misma cansina mirada de siempre, entonces Akari recordó que a causa de sus estados de ánimo no había alcanzado a agradecerle a Itachi.
-Itachi- lo llamó Akari.
-¿Si?
-Sé que es tarde... pero quería agradecerte, valoro mucho lo que has hecho por mi y quiero que sepas que puedes pedirme lo que sea.
-No ha sido nada, además si no hubiera interferido Yami podría haber muerto.
-Así que no eres tan malo como pareces- dijo con una sonrisa, Itachi le devolvió la sonrisa. Era un gran progreso para Akari, ya que nunca lo había visto realmente contento.
Como acostumbraba sirvió el desayuno, la mesa se veía más vacía de lo habitual, ¿Dónde estarían Obito y Deidara? Tal vez habían ido a hacer una misión, hace mucho tiempo que no recibía noticias de Yami, seguramente ella ya la había olvidado, se sentía muy mal ya que no le dolía tanto como pensaba.
Las horas habían pasado, todos habían hecho sus actividades rutinarias y ella solo se había aburrido, no tenía muchas ganas de entrenar, así que solo se limitó a observar los enfrentamientos. No era tan feo estar allí, pensándolo bien tenía muchos más privilegios que las otras cautivas, además esos tontos ya le estaban empezando a caer bien, todos la habían tratado bien, a veces Hidan actuaba como un tonto, pero así era con todos, había encontrado en Konan una leal amiga, confiaba mucho en Itachi, Deidara le hacía recordar a sus alumnos, y los demás a veces le habían brindado un momento ameno. Pero la mejor parte del día eran las conversaciones con Obito. Cada día se sentía más cercana a él, hubo un tiempo en el que pensó que el solo la quería por aquellas frases que la habían vinculado con Rin, más bien que él tenía la esperanza de encontrar a Rin en Akari, pero ahora tenía la certeza de que el la quería por ser quien era.
-Oye Akari, ¿No tienes algo de ropa para Ume?- Preguntó Hidan
-Esta tarde pasaré a ver si algo le queda.
-Gracias.
-¿Qué has dicho?- Sabia que no lo repetiría, pero le hacían mucha gracia los nuevos modales de Hidan ¿Desde cuándo era tan calmo?
-¿Has visto a Deidara?- Konan parecía preocupada.
-No, pensé que podría estar en una misión- Otras veces Konan hablaba un poco más, pero no ahora, Konan se retiró.
-¿Vendrás al almuerzo?-Akari temió que no la escuchara pero Konan volteó con rapidez.
-No, y tampoco lo hará Pain- Bueno la mesa estaría más vacía entonces. Tal como había previsto, sirvió la comida, todos estaban algo desanimados, entonces llegó Obito, aun así seguían siendo pocos. El almuerzo terminó rápido, nadie se quedó a la sobremesa, Obito subió a su habitación, Akari lo siguió, ¿acaso estaba ignorándola?
-Obito- El aludido estaba inmutable no respondía- ¡Obito!
-¿Qué?- dijo con hartazgo.
-¿Dónde está Deidara?
-Se ha ido.
-¿A dónde se ha ido?
-No lo sé.
-¿Cómo que no lo sabes?
-¿Cómo he de saberlo? si él ha abandonado akatsuki- Ambos permanecieron en silencio, Akari sabía que Obito no estaba de humor por lo que dejó los interrogantes. Obito parecía pensar, lo más probable es que tuviera el peso de una decisión muy difícil- Vete-La voz que pronunció esto no parecía la de Obito, lo era pero Akari se negaba a aceptarlo.
-¿Qué?- mencionó mientras su voz se cortaba.
-Parece que no me has escuchado, te he dicho que te vayas de la guarida.
-Pero... ¿Por qué?
-Porque ya me has aburrido.
-Deja las bromas...
-Solo te usé para entretenerme, yo nunca te he querido, es hora de que te vayas, ya no me sirves, has dejado de ser divertida. Vaya que si, además ni siquiera me eres de utilidad.
-Esta te la voy a perdonar muy difícil, así que deberías irlo pensando mejor porque cuando vuelvas en si seré yo la enojada...
-No pienses que me arrepentiré de esto, si no te vas yo te saco de aquí.
-¿Hablas enserio?- el escozor empezaba a quemarle, un nudo se había formado en su garganta, entonces supo que ya no aguantaría, su respiración dejó de ser regular, ya se había humillado bastante frente a él, sus piernas actuaron por si solas, se movían a toda velocidad, dejando atrás lo que había sido su felicidad, no, nunca fue suya, solo había sido un engaño, como tantos de los otros que habían salido de su boca llena de mentiras. El cielo estaba gris, había empezado una gran tormenta ¿Qué haría ahora? No podía seguir corriendo sin rumbo, no podría volver a la hoja, ya no la aceptarían y aunque lo hiciera eso no llenaría su vacío. Jamás se imaginó que esa charla que había tenido con algunos akatsuki iba a ser la despedida, aun no estaba preparada...Todo, todo lo había dejado por él. Su pecho empezó a arder, llevaba un buen tiempo corriendo, solo se dejó caer, algunas rocas y ramas se incrustaron en su cuerpo dejando su piel marcada, el barro salpico su cara. Tal vez él se divirtiera, ahora estaba rota, no tenía fuerzas para seguir adelante, él le había enseñado a amar y luego le había arrancado el corazón, quizá era su culpa, si, lo era jamás debió ser tan ingenua.
-Es ascenso ha sido tan rápido que no me he dado cuenta de la caída- dijo para sí misma entre llantos- La lluvia enfriaba su cuerpo, su corazón se había desacelerado considerablemente, sus parpados le pesaban más que antes, quizá era hora de decir adiós, pero todo había sido tan corto...
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Puente de Luz
FanfictionLos días pasan lentamente aqui, pero no me busquen, hagan de cuenta que nunca existí. Siempre supimos que esto podia pasar, era uno de los riesgos de mi trabajo. Yami cuida del equipo se que eres capaz y no se preocupen por mi, estoy bien. ...