Capítulo 15

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Aun no podía romper las cadenas invisibles que la ataban a Obito, aquel abrazo... Akari podría pasar una eternidad así, solo ahora se sentía viva, antes solo había sido un cuerpo que respiraba y cuyo corazón latía. Su mente solo quería desconectarse, olvidar todo y dejar de sentirse culpable, ¿Qué tenía de malo lo que hacía? Sabía la respuesta, pero quería olvidarla, necesitaba olvidar que había caído en sus redes y que ya no encontraba una solución. En algún momento de su inmersión Obito los había transportado a la guarida, el silencio reinaba, todo era tan confuso ¿Qué pasaría ahora? Estaban otra vez en la guarida, todo volvería a la normalidad, Obito seguiría fingiendo ser un insensible y ella, quizá algún día lo olvidara, pero en lo más profundo de su ser Akari sabía que era mentira, jamás podría olvidarlo... Akari levantó la vista y se encontró con la mirada de Obito, en otro momento se habría sonrojado, pero ya no, solo quería saber el motivo.

-¿Qué sucede?- preguntó Akari.

-No estoy muy seguro- comentó sin poder sostener su mirada- ¿Por qué lo preguntas?

-Solo suponía que ahora que hemos vuelto a la guarida todo sería igual, que tu volverías a encerrarte en tu mundo, y yo... bueno yo seguiría con mi aburrida rutina...

-¿Así que supusiste que volvería a comportarme de esa forma? Pues será complicado, los demás no pueden saberlo... así que a partir de mañana será mejor que todo vuelva a ser como antes...yo lo lamento mucho.

-¡¿Por qué lo has hecho?! Sabías que esto pasaría, tu olvidaras todo esto, pero ¿qué hay de mí?, tal vez eres más insensible de lo que creía, no te ha importado nada de lo que siento, solo te has divertido usándome- como respuesta solo hallaba el silencio-¡Responde algo!

-Yo nunca quise herirte, pero quiero que sepas que yo tampoco estoy pasando un buen momento...

-No lo parece, tu fuiste quien tomó la decisión.

-No hubo otra opción, no se en que momento pasó esto, no sé cuándo empezaste a gustarme, tal vez desde el principio, quizá siempre me gustaste y ahora me he dado cuenta, pero sé que ha sido todo mi culpa, pero debes saber que no he actuado con frialdad y ese ha sido mi error...

-Se cuáles son tus errores, pero solo esperaba encontrar algo bueno... sabes estoy a punto de rendirme... ¿A quién quiero engañar? Ya es algo tarde para hacerlo. No me siento muy bien, será mejor que me vaya- comentó mientras se retiraba a su cuarto. Solo quería olvidar todo lo que había pasado, como si fuera la primera vez que observaba la habitación, empezó a observar varias cosas ¿Desde cuándo había un almanaque en la pared?

-Parece que hace mucho que estoy aquí, ya es 23 de diciembre... años anteriores para estas fechas ya estaba preparándose para la navidad... esta navidad será la peor de mi vida- El destino era tan cruel, por primera vez había sentido torbellinos de mariposas en el estómago, para luego sentir como su corazón se marchitaba. SU conciencia la abandonó y Akari cayó en los brazos de Morfeo.

Despertó, la tenue luz del sol llenaba la habitación, Obito no estaba allí, y eso era mejor... los demás habían llegado seguramente y eso también sería una ventaja. Por inercias bajó las escaleras, el silencio ya no la acompañaba, a medida que se acercaba a la cocina los ruidos se acentuaban.

-¡Akari! Aún es muy temprano, puedes volver a dormir si quieres- comentó Konan con notable alegría.

-No importa, ¿Y los demás donde están los otros?

-Tobi se ha ido- La cara de Akari cambió, mostrando dolor-¿Estas bien?

-¿A dónde se ha ido... ha abandonado akatsuki?

-No solo fue a buscar al grupo de Kakuzu, Hidan y Deidara están a media hora de aquí...

-¿Qué hay de Pain?

-Él está descansando... pareces triste, ¿Qué ha pasado?

-No ha pasado nada Konan- dijo fingiendo una sonrisa, ahora dolía más que nunca- Tu pareces muy feliz- solo quería cambiar de tema y en su mente surgió un raro interrogante- ¿Pain es tu novio?- Las mejillas de Konan tomaron un color carmín.

-Pero que dices...- musitó nerviosa- Él es solo mi compañero...

-Pero parece que tú le gustas, no lo sé...

-¿Por qué lo dices? ¿Sabes algo?- ya no podía disimular su curiosidad.

-Es solo intuición, además sé que te gusta, no intentes ocultarlo.

-Él es... es mi mejor amigo- parecía muy nerviosa.

-Vamos cuéntame...

-Pues no estoy segura de que el sienta algo por mí, y tampoco estoy segura de lo que siento por el... solo sé que lo protegería con mi vida, porque él nunca me ha abandonado, ni en los peores momentos...

-Debe ser hermoso tener a alguien así...

-Sí lo es, verdaderamente lo es...-su voz expresaba paz.

-Pues me alegro mucho, apuesto a que algo mágico sucederá en navidad...

-¿Navidad? Casi la olvido, hace tanto que no la festejamos, pero creo que necesitaré un muérdago para que un milagro suceda...-Ambas rieron, aunque la risa de Akari sonó deslucida.

-¡Que me sueltes sucio patán!- Konan y Akari se alarmaron al oír aquel grito, ambas voltearon, Hidan y Deidara habían llegado, Hidan traía a una pelirroja del cabello, debía de ser Ume Himura, y estaba armando un gran berrinche, Deidara parecía fastidiado.

-Hey ¿Te importa si te maldigo hasta saciarme?- dijo maniáticamente Hidan.

-No toques mi cabello con tus sucias manos.

-Cállala o la mataré, hum.

-Artista de pacotilla, para mí tampoco es fácil cargar con esta zanahoria parlante.

-Mi arte es genial, maldito masoquista, hum- Akari empezó a reír, por lo menos esa mañana pudo sacar de su cabeza lo que había pasado. Además parece que la seguirían divirtiendo por mucho tiempo.

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