Capítulo 16

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Akari estaba en su cuarto, Obito aún no llegaba, las lágrimas empezaron a quemar sus mejillas, las cosas eran de esa manera, cuando todo iba bien se sentía genial, pero repentinamente se rompía ese equilibrio. Últimamente solo dormir la consolaba. Sus ojos estaban cerrados, Akari sentía que alguien la miraba, solo tenía que abrir los ojos, pero conocía aquel perfume, tal vez ni siquiera debía abrir los ojos, conocía demasiado bien la firmeza de esos brazos que la estaban abrazando.

-Obito-su susurro fue apenas audible, otra vez, otra vez se encontraba en su cama, todo se sentía aún más frío, temía abrir los ojos y darse cuenta de que era un sueño, pro tampoco podía quedarse con esa incertidumbre, abrió los ojos, el aire ya no olía a él, la habitación estaba vacía, seguramente solo había sido un sueño, tan real. Ya no podría conciliar el sueño nuevamente, abrió las puertas de su cuarto de par en par, todo lo que había en esa casa le recordaba a el, incluso las sombras, allí no había refugio, todo la atormentaba. En momentos como aquel... necesitaba un amigo más que nunca, se sentía tan egoísta y caprichosa, se había sentido feliz allí, sin pensar en su pasado, o en sus colegas, tal vez ese fuera su castigo.

-Feliz navidad Akari- comentó Konan mientras subía las escaleras.

-Igualmente Konan-¿Feliz? ¿Qué tenía de feliz aquella navidad? Como si quisiera confirmar sus dudas preguntó.

-¿Aún no ha llegado el grupo de Kakuzu?

-No, pero estarán aquí en media hora- ahora ya lo sabía, Obito no había regresado, claramente había sido un sueño que Akari había negado aceptar. Esa media hora fue eterna, Obito llegó, en ningún momento la miró, cada día le dolía más, él ya la había olvidado. Akari sirvió el desayuno y se fue. Al instante llegó Obito ,se quitó la máscara, tomo un libro y fingió leerlo, sabía que la estaba mirando.

-Deja de mirarme- dijo Akari.

-Feliz navidad.

-Jajaja como si tuviera algo de feliz.

-Vuelve a ser la de antes por favor, me duele verte así.

-No la haré, sé que solo quieres jugar otra vez conmigo.

-Yo no pretendo lastimarte, tampoco es fácil para mí.

-Para ti no es fácil... para mi es peor, ni siquiera me dejas en paz en mis sueños. Anoche soñé que me abrazabas y todo fue muy real, vas a volverme loca.

-¡Eso no ha sido un sueño y lamento no poder pasar un día sin verte!

-Entonces para con esta farsa... o al menos déjame volver a la aldea.

-¡No, jamás!

-Realmente me odias,solo déjame marcharme, no te delataré. Pero aquí nunca podré olvidarme de ti- ambos se pararon y se miraron con enojo.

-No quiero perderte.

-Ya lo has hecho, por no decir que nunca me has tenido- Obito no encontraba las palabras correctas, no sacaba la vista de su libro que ya estaba cerrado, Akari le quitó el libro y lo tiró al suelo, se paró sobre él y se acercó mucho al rostro de Obito.

-No lo hagas, aunque me beses no te dejaré marchar-La mano de Akari fue directamente al rostro de Obito, dejando una marca roja.

-Eres un idiota, esa no era mi intención.

-¿Y cuáles eran tus intenciones?

-No lo sé, ni siquiera he podido pensar con claridad...

-¿Y qué pasará si lo hago?

-¿Qué cosa?

-Besarte.

-No lo harás.

-¡¿Por qué no?!

-Porque siempre soy yo la que sale lastimada.

-¿Y si te prometo que siempre estaré contigo sin importar las circunstancias?

-¿Y yo como sabré que esta vez tus palabras tienen validez?

-Solo confía en mí, ya no importa lo que pase luego, pero necesito intentarlo, sino jamás me lo perdonaré.

-Prométemelo.

-Te lo prometo- Obito la abrazó.

-Odio que des vuelta mi mundo.

-Eso ni tú te lo crees, sé que me adoras...- Akari le dio un pequeño empujón.

-¡Creído!-dijo Akari con diversión- Cuéntame algo de ti que nadie más sepa.

-Estoy desarrollando un rinnegan en el ojo vendado...

-No me refiero a eso lo que quiero decir, es que me hables de tu pasado... aunque mejor te haré otra pregunta ¿Por qué no me mataste el primer día que me conociste?

-Algo en ti me hizo recordar a Rin, aun no sabría decir que, además dijiste algunas frases que ella solía decir y supe que no tendría el valor para matarte, sin embargo a medida que el tiempo pasaba, tú empezabas a ser tú y no Rin, entonces pensé que dejarías de gustarme, pero pasó algo totalmente opuesto, Rin era solo un lindo recuerdo, es decir ella siempre será mi primer amor, pero no el más hermoso... tu eres lo mejor que me ha pasado, y esas palabras expresan todo lo que siento por ti. Ahora es tu turno, cuéntame algo.

-Hazme una pregunta.

-Cuéntame acerca de tu vida en la aldea, y me gustaría saber si me conocías.

-Pues solo conocía a los de tu clase de vista, pero después del accidente, todos te recordamos, siempre serás algo así como un héroe en la aldea, mmm bueno respecto a mi vida en la hoja, antes de venir aquí tenía mi propio grupo, ellos son muy inteligentes- La voz de Akari se llenó de orgullo- son unos chicos realmente geniales...- Akari le hablo de cada uno de sus alumnos, Obito se sintió algo culpable, esos niños tenían una fuerte relación con Akari.

-Me encantaría que todo fuera diferente...

-¿Diferente? ¿Como?

-A veces me imagino viviendo en la aldea... siempre he querido ser hokage, sería muy lindo haberte conocido en otras circunstancias.

-Aun no es tarde...-Obito volvió a abrazarla, aparentemente esa conversación ya había terminado- Tal vez no sea una navidad horrible.

-Pues para mi es perfecta, me atrevo a decir que es mi mejor navidad.

-Aún tengo miedo de que sea un sueño.

-Podría besarte, así sabrías que es real.

-No

-¿Y por que no, pensé que ahora estamos bien?

-Lo estamos, pero deberás ser mas convincente si quieres hacerlo.

-Pues espero que las cosquillas te convenzan...

-Yo no tengo cos...-Obito empezó a hacerle cosquillas, Akari no pudo contenerse y empezó a reír.

-Si, es una obviedad que no tienes cosquillas- comentó con sarcasmo. Obito la besó, fue algo breve, pero desató un torrente de sensaciones.






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