Bajo lentamente las escaleras con la revista entre mis manos. Estoy en algun extraño estado de shock y no puedo hacer más que leer el artículo.
- ¿Summer? - me pregunta Aaron cuando llego a la sala. - ¿Qué sucede? - percibo sus pasos acercarse y cuando está junto a mí, siento sus brazos sobre mis míos. - Hey, mirame. - pide, quitandome la revista de las manos. - ¿Quién te dio esto?
- Mitch. - murmuro cuando mis ojos se encuentran con los suyos.
- Summer, se que no lo parece, pero todo se va a solucionar.
Sus brazos acarician mi piel en camino a mi rostro, donde sus manos acunan mis mejillas. Aaron refleja tanta seguridad y ternura que mi cuerpo, en desesperación por sentirse mejor, se apega al suyo en un abrazo.
- ¿Qué haré, Aaron? La gente va a hablar mal de mí, van a decir que soy una cualquiera. - me lamento en su pecho. - No sé si estoy preparada para escuchar o leer ese tipo de comentarios.
- Entonces, deberías hablarlo con Matthew. - sugiere, meciendome entre sus brazos. - Dijo que te ama, ¿no es así? Debe buscar lo mejor para ti.
- Se supone que lo vería esta noche, pero no creo que sea posible ya.
- Puedo quedarme con los niños por un par de horas, si es lo que quieres.
- Es que no estoy segura de querer verlo. - susurro, como si todavía no pudiese creer lo que estoy diciendo. - Esto va a tener terribles consecuencias y no sé si Matthew vaya a hacer algo para arreglarlo. Tiene un contrato y eso es algo dificil de romper.
- Creo que si se trata de ti, no hay contrato, fama, ni dinero que valga. - eso forma una gran sonrisa en mi rostro y hace que mis brazos aprieten su cintura mucha más fuerte. - Hey, me quedaré sin aire.
- Lo siento. - me disculpo entre risas. - Gracias por todo, Aaron.
- De nada, pequeña hermosa. - sus labios se posan en mi frente antes de soltarme. - Olvidemos el tema y concentremonos en la Vidcon.
- Bien, estoy de acuerdo.
- Me llamaron ayer por la noche para avisar que participaremos de una ronda de preguntas.
- ¿Enserio? - pregunto nerviosa. Nunca he sido parte de algo así y la presión me está matando. - ¿Qué se supone que diga? ¿Qué pasará si me quedo congelada?
- Lo harás bien. - me asegura Aaron con su perfecta sonrisa y sus suaves dedos revoloteando en mi antebrazo. - Estaré contigo en todo momento y será maravi...
El sonido de vidrio destrozandose nos congela a todos por completo. Por un momento pienso que Mitch puede haber sufrido un accidente en su habitación, pero descarto la idea al escuchar la puerta principal ser golpeada.
- Destiny. - me llama una petrificada Sue y, con fuerzas que no sé de dónde saco, la levanto en brazos y la aprieto contra mi pecho.
- Es un robo. - murmura Aaron. - Están robando la casa.
Mi corazón late a mil por hora. Esa idea ya ha cruzado mi cabeza pero me he negado a creerla.
- Tenemos que escondernos, tienen que pensar que no hay nadie en la casa. - asiento ante la propuesta de Aaron, pero me quedó inmóvil. El miedo me ha petrificado. - Yo ordenare todo aqui, tu ve arriba con Sue y Mitch.
- Aaron, no puedo dejarte aquí. - me niego con todo mi cuerpo temblando. - Si te sucede algo...
- Estaré bien, tu tienes que cuidar a los niños. - me recuerda, posando una mano en la cabeza de Sue. - Te encontraré arriba y todo estará bien.
- Pero... - Aaron coloca un dedo sobre mis labios para que me detenga y con su otra mano, acaricia mi muñeca.
- Deja esta pulsera en el picaporte de la puerta y sabré como encontrarte. - abro ligeramente la boca para protestar, pero el habla antes. - Summer, no me perdonaría si algo te pasara. - su mano acaricia mi mejilla una última vez y se acerca a besar mi mejilla. - Ahora ve, no hay tiempo. - pienso en protestar una vez más, pero una lágrima cae en mi hombro. Sue está aterrada. - Corre y protege a los niños.
No me queda más opción que asentir y subir las escaleras corriendo. En mi mente ruego que no encuentren a Aaron y que termine rápido para que nos alcance arriba.
- Tranquila, Sue, todo estará bien. - le aseguro a la pequeña entre mis brazos, a pesar de que muero de miedo.
A penas pongo un pie en la segunda planta de la casa, las luces de la sala se apagan. Siento un nudo en la garganta de sólo imaginar lo que sucedería si encontraran a mi mejor amigo, pero debo preocuparme en poner en un lugar seguro a los niños.
Camino por el pasillo hasta la habitación de Mitch, el único que mantiene su luz encendida.
- ¿Mitch? - susurro y bastan dos segundos para que él abra la puerta y se abrace a mi cintura.
- Summer, ¿qué está pasando? - pregunta con la voz temblorosa.
- Necesitamos buscar un escondite. - respondo, acariciando su cabeza para intentar tranquilizarlo. - Tu conoces esta casa mejor que yo, tienes que guiarnos.
- El ático.
Nos apresuramos a llegar a la última puerta del pasillo cuando se escuchan varios pasos en la primera planta de la casa. Mitch es el primero en subir las escaleras y yo cierro detrás de mi, dejando la pulsera en el picaporte.
Esa pulsera fue un regalo de cumpleaños de Aaron, cuando todavía estábamos en Estados Unidos. Es una banda de oro con la fecha del día en el que me la regalo. Me ha acompañado por años y sólo me la he quitado para tomar un baño. Dejarla en el picaporte me hace sentir incompleta.
- Tienes que llamar al 911. - me susurra Mitch cuando los tres estamos sentados detrás de varias pilas de cajas. - Tienen que venir a ayudarnos.
- Bien, voy a... - intento mover a Sue y ella protesta entre lágrimas. - No, no, bonita, tranquila, todo estará bien. - le canto al oído mientras mis brazos la mecen suavemente. - Mitch, toma mi teléfono.
- No puedo llamar al 911, no se que decir o que hacer. - me responde con la mirada pérdida. - Estoy muerto de miedo, Summer, no creó poder marcar.
- Mitch, tu puedes hacerlo. - le aseguro y con una mano que logro liberar sin que Sue se de cuenta, acaricio su cabeza. - Eres un niño fuerte e inteligente, por eso necesito que llames a la policía.
- Summer, no estoy... - los sollozos cada vez más fuertes de Sue lo interrumpen. - No, no, llores. - le pide, acariciando su espalda.
- Tienes que hacerlo por ella, Mitch, por tu pequeña hermana. - le extiendo el teléfono y lo toma, decidido a llamar.
Cuando veo que marca los tres dígitos y coloca el teléfono en su oído, me concentro en la pequeña entre mis brazos. Trngo que buscar la forma de calmarla o podría llamar la atención de los ladrones.
- Sue, tienes que escucharme. - digo, levantando su pequeña cabeza de mi hombro. - Necesito que estes tranquila.
- Si nos encuentran, nos van a hacer cosas malas, ¿verdad? - siento a Mitch estremecerse a mi costado.
- No nos encontrarán, nena. - le aseguro, a pesar de no estar segura de ello.
- Están robando mi casa. - escucho a la temblorosa voz de Mitch a mi costado. - Por favor, tienen que venir.
- ¿Lo ves? La ayu...
La puerta que conduce al ático se abre y mi corazón late tan fuerte que lo escucho en mis oídos.
Nos encontraron.
Nenas, nuevo capitulo! Gracias por todos sus comentarios y bienvenidas a las nuevas lectoras!
Que creen que suceda? Creen que los encuentren?
Les mando mil besos y un enorme abrazo! Las amo!
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Cuando te vuelva a ver
FanfictionTenían planes juntos, tenían promesas por cumplir y muchos años por compartir el uno con el otro, pero él decidió ir tras un sueño en el que ella no estaba incluida. Ella seguía apoyándolo, seguía luchando y creyendo que ese no sería el final. Él s...