Capítulo treinta y ocho.

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Aaron y yo caminamos de la mano por el campus el primer día de clases. Me lleva a mi primera clase del día acompañados por Lee, Sarah y Greenie, y cuando llegamos, me da un tierno beso en los labios.

- Te veré al mediodía para almorzar, ¿bueno?
- Claro que sí, mi amor. - le respondo sonriente.

Luego de haber pasado toda la noche junto a mis mejores amigas, me hicieron entender que, si bien esta era una situación dificil y dura, tenía que comenzar a aceptarlo de a pocos para que no me choque cuando llegue el momento.

He decidido hacerles caso.

- Te amo. - murmura sobre mis labios Aaron y siento una corriente de electricidad recorrer mi cuerpo.
- Te amo más, mi amor. - añado antes de darle un último beso de despedida y que Sarah y Lee me lleven a rastras dentro del salón de clases.

El día transcurre bastante tranquilo entre telas y maquinas de coser. Sarah y Lee se encargan de darme animos y de hacer que me distraiga. Felizmente, lo logran y el resto del día me siento más tranquila.

- ¿Me das un poco de tu plato? - le pregunto a Aaron mientras almorzamos todos juntos en la cafetería de la universidad. - Creo que debí hacerte caso y pedir lo mismo que tú. - añado cuando Aaron se hace  a un lado para dejar que tome un bocado de su comida.
- Bueno, mañana remediaremos eso. - dice mi novio antes de darme un beso en la frente.

Por la noche, todos nos reunimos en mi apartamento y vemos películas hasta muy tarde en la noche. Cuando me doy cuenta, ya estoy en mi habitación, probablemente porque Aaron me trajo hasta aquí.

Me vuelvo hacia la mesa de noche, donde descansa mi celular y reviso su tengo nuevos mensajes.

Fezy: Nada nuevo hoy. Vimos a Tom Cruise todo el día, logró comer un poco y durmió la mayor parte del día. Tu madre te manda saludos, al igual que la madre de Matthew. Te extrañamos.

Summer: Siento responder tan tarde, espero que todo siga igual de bien mañana. Los extraño más.

Enviarle mensajes a Felicite se vuelve una rutina de cada mañana y noche. Ella me cuenta como está Matthew y yo intento darle animos. Ella está sola alla, yo tengo a mis amigos conmigo. Yo estoy comenzando a asimilar lo que sucederá con Matthew, pero Felicite sigue en una especie de limbo.

Ella necesita todo el apoyo que pueda recibir.

Así pasan dos semanas. La universidad comienza a absorber la mayor parte de mi tiempo y mis mensajes con Felicite se limitan a la noche ya que todo el día lo dedico a las clases, mi novio y mis amigos.

Las cosas con Aaron se tornan mucho más serias de lo que creí y comenzamos a hablar de mudarnos juntos. Mi amor por él se vuelve mucho más fuerte con los días y, a pesar de que en ciertos momentos mi mente viaja a esa habitación en Nueva York, comienzo a pensar en un futuro con Aaron.

- Lee podría seguir viviendo con nosotros. - dice mi novio mientras descansamos en una de las bancas del campus. - Ella estaría en su habitación y nosotros podríamos quedarnos en la tuya.
- Suena bien, pero habría que consultarlo con ella. - propongo mientras entrelazo nuestros dedos. - Tendremos que remodelar todo el apartamento para que no parezca solo de mujeres.
- Mientras esté contigo, no me importa lo material. - afirma muy cerca de mis labios. - Mientras estemos juntos, no importa lo que esté a nuestro alrededor.
- ¿Por qué eres tan bueno conmigo? - le pregunto antes de besar sus labios.

Me siento tan mal de estar pensando en mi futuro con Aaron cuando Matthew está muy enfermo al otro lado del país. Pero no puedo evitar que toda mi atención se ponga en mi novio cada vez que me habla de esa forma.

- Porque te amo, Summer, te amo tanto que dejaría cualquier cosa por estar a tu lado.
- Ya lo hiciste. - le recuerdo con una sonrisa y recargo mi frente sobre la suya. - Hiciste tanto por mí que no tengo forma de agradecerte.
- No tienes que agradecer. No lo hice para que me debieras algo, lo hice por pura voluntad. - sus manos acarician mis mejillas suavemente y siento descargas eléctricas por todo mi cuerpo. - Quiero estar contigo, Summer. Lo he sabido desde hace mucho tiempo y, como tu novio o amigo, no quiero perderte.
- Te amo, Aaron. - murmuro lentamente mientras cierro los ojos para percibir mejor su tacto. - Te amo tanto.

Mientras vamos de regreso a mi apartamento, Aaron sujeta mi mano fuertemente. Decidimos tomar el camino largo y cruzamos por una avenida llena de distintas tiendas.

Entre los múltiples negocios, hay una joyería que exhibe muchos accesorios. Aaron se detiene frente a la vitrina y comienza a observar las distintas piezas en exhibición.

Una de las joyas en la vitrina es un anillo de compromiso.

- Precioso, ¿no es así? - me pregunta Aaron mientras señala el anillo.
- Lo es. - concuerda con él al ver el brillante diamante. - Es muy bonito.
- Algún día. - añade en un susurro antes de volver a caminar.

El resto del camino, hablamos de distintas cosas. Pero, mi mente sigue volviendo a su comentario en la joyería.

¿Aaron quiere casarse conmigo?

Nunca he pensado en el matrimonio con alguien que no fuese... Si, Matthew.

Pero, ahora que ha pasado tanto tiempo y dada la situación por la que atraviesa mi primer novio, me toca replantearme la idea del matrimonio.

Aaron, definitivamente, es el primer candidato en mi lista. Cuando él esté listo, yo lo estaré también.

- ¿Te quedarás hoy? - le pregunto a mi novio mientras camino por mi apartamento.
- No, amor, debo ir a casa de Greenie para hacer un trabajo. - responde desde la sala. - Pero nos veremos en la universidad para el almuerzo.
- Oh, está bien, cariño. - digo mientras me acerco a él. - Pronto te veré todos los días aquí.
- Será la mejor experiencia de mi vida. - añade antes de estirarse para poder besarme, judo usando mi celular suena desde la mesa del comedor.

Camino arrastrando los pies hasta el comedor y tomo mi celular, el cual descansa con la pantalla sobre la mesa. Pero en cuanto veo el nombre de la persona que me llama, todo desgano se esfuma y me apresuro a contestar.

- ¿Qué pasa? - pregunto rápidamente. - ¿Qué sucedió?


¿Qué creen que halla pasado? Ideas?
Espero sus comentarios, hermosas.
Les recuerdo que quedan muy pocos capítulos para que acabe!

Cuando te vuelva a verDonde viven las historias. Descúbrelo ahora